Más allá de la pareja. Eve Rickert

Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Más allá de la pareja - Eve Rickert страница 12

Más allá de la pareja - Eve Rickert La pasión de Mary Read

Скачать книгу

atraer. La otra cara de la moneda es preguntarte qué les estás ofreciendo. Algunas preguntas que te podrían ayudar son:

      • ¿Cuáles son mis necesidades en las relaciones? ¿Están relacionadas con personas concretas? Es decir, ¿necesito esas cosas de manera habitual o las necesito de determinadas personas en concreto?

      • ¿Qué configuraciones aceptaría? ¿Estoy buscando una configuración concreta porque me da miedo que otras alternativas sean más amenazantes?

      • ¿Soy flexible respecto a lo que voy buscando?

      • Si mi relación cambia, ¿me parece bien? ¿Me puedo adaptar al cambio incluso cuando es inesperado o cuando es un cambio que no me gusta?

      • Cuando visualizo el tipo de relación que quiero, ¿cuánto espacio deja para que las nuevas relaciones adapten la relación a sus necesidades?

      • ¿Me estoy concentrando más en una fantasía idealizada que en hacer conexiones orgánicas con personas reales?

      • ¿Qué sucede si conecto con alguien de una manera diferente a cómo yo quiero que sea mi relación poliamorosa? ¿Qué mensaje envía eso a alguien que no encaja perfectamente en mis fantasías?

      3

      Poliamor ético

      El derecho más fundamental

      es el derecho a amar y a que nos amen.

      Emma Goldman

      No vamos a enseñarte la manera fácil de ser una persona poliamorosa. Las herramientas que te recomendamos parecen complicadas, porque, al principio, lo son. Como siempre que hacemos algo por primera vez, poner en práctica el poliamor tiene una larga curva de aprendizaje, y requiere un montón de trabajo duro, según vas adquiriendo nuevas habilidades y cuestionas las anteriores formas de pensar. Nuestro objetivo es equiparte con las herramientas que necesitarás para crecer dentro de relaciones sólidas y amorosas.

      La ética es fundamental en las relaciones poliamorosas, y creemos que vale la pena desarrollar una brújula ética para que nos oriente. Eso no debería ser una afirmación controvertida, pero lo es: mucha gente cree que la ética no existe en un sentido absoluto, que es determinada culturalmente. Aceptemos, incluso, que ese sea el caso: con el poliamor estamos construyendo una nueva cultura. ¿Qué tipo de cultura queremos construir? Esa es nuestra ética. La ética de las relaciones no convencionales es un tema tan inmenso que aquí solo podemos rozarlo. Pero todo este libro trata sobre cómo manejar las relaciones poliamorosas de manera ética, por lo que debemos explicar qué queremos decir con eso.

      ¿Poliamor correcto y poliamor equivocado?

      Una de las cosas que le oímos decir a mucha gente poliamorosa es que «no hay una manera correcta de tener una relación poliamorosa». Eso es cierto. Hay muchas maneras de «practicar el poliamor» (vivir poliamorosamente) que te permiten tener relaciones felices, satisfactorias y significativas con pocos conflictos. Pero cuando la gente dice «No hay una manera correcta», a veces parece que quieren decir que no hay maneras equivocadas de ponerlo en práctica. No estamos de acuerdo. Hay muchas opciones que es probable que te causen dolor, estrés, drama y lágrimas. Hay maneras de practicarlo que ponen en una sola persona la mayor parte del riesgo emocional inherente a toda relación íntima. Hay maneras de practicarlo que está comprobado que causan sufrimiento.

      Parece bastante apropiado decir que los planteamientos que probablemente te causarán dolor a ti y a las personas a las que quieres no son buenas estrategias. Incluso nos resulta fácil llamar «equivocadas» a esas maneras de ponerlo en práctica, aunque tenemos cuidado con la palabra «equivocada», que tiende a poner a la gente a la defensiva. Al final, todo el mundo estamos intentando hacerlo lo mejor posible. Elegir una estrategia equivocada no convierte a alguien en una mala persona; en nuestro caso hemos seguido algunos de esos caminos. Todas las personas estamos esforzándonos para cubrir los mismos derechos humanos básicos. La gente comete errores porque está intentando resolver un problema, y muchos de los planteamientos menos exitosos en el poliamor prometen una solución rápida, pero pagando el precio de serios daños ocultos.

      Todo el mundo hemos hecho cosas terribles. Todo el mundo hemos herido a otras personas aunque creíamos estar haciendo lo correcto o, al menos, no estar haciendo algo malo. Probablemente estamos intentando cubrir nuestras propias necesidades (unas necesidades que, precisamente, no nos permiten ver). No somos una excepción en esto: de hecho, son nuestros muchos errores y lo que hemos aprendido de ellos lo que nos cualifica para escribir este libro.

      Por lo tanto, ¿qué significa ser una persona éticamente poliamorosa, puesto que todo el mundo vamos a cometer errores, herir a otras personas, nos dominarán las emociones y nos vendremos abajo en algún momento? Significa que tienes la voluntad de fijarte en tus actos y su efecto en otras personas. Si te muestran pruebas de que estás causando un daño, o que lo que estás haciendo no os llevará a la(s) persona(s) con quien(es) tienes una relación ni a ti a conseguir lo que deseáis, buscarás maneras para cambiarlo. Al tomar decisiones, tendrás en cuenta el bienestar de todas las personas involucradas, no solo de algunas. Comportarse de una manera ética supone también que tienes la voluntad de tener el tipo de conversaciones que permitan un análisis honesto de la manera que has elegido para poner en práctica el poliamor, sin ponerte a la defensiva o acusar a nadie.

      Porque, a fin de cuentas, todo el mundo estamos aprendiendo. Somos personas pioneras, y es probable que terminemos metiéndonos en líos si no tenemos la voluntad de valorar el camino que hemos tomado y si nos está llevando a donde queremos ir.

      Poliamor basado en la evidencia

      Escribimos el primer boceto de este libro en una cabaña perdida en el húmedo y frondoso bosque del Noroeste del Pacífico. En un paseo de media hora desde la puerta, vimos dos docenas de setas salvajes. Algunas fueron un delicioso plato en nuestras cenas. Otras nos hubiesen enfermado o matado. Afortunadamente, teníamos un libro que nos decía cuál es cuál y qué variedades venenosas se confunden fácilmente con las comestibles que son seguras y sabrosas. Después de identificar una de las setas en el libro, a veces hacíamos una esporada, para asegurarnos. Luego tomábamos un pequeño trozo de la seta, lo salteábamos, lo comíamos y esperábamos unas horas para asegurarnos de que no teníamos molestias estomacales o empezábamos a ver los gnomos del jardín (¡cuántos gnomos había!) subiendo por las paredes. Solo entonces cocinábamos una buena cantidad para hacernos un pastel de setas. Obviamente, puesto que estás leyendo este libro, nuestra estrategia nos funcionó.

      Así que imaginemos que, como personas poliamorosas viviendo en una sociedad mononormativa, somos valientes que salen a buscar setas y que descubren exóticos y sabrosos tesoros aventurándonos en el bosque. Pero sucede algo: Somos gente novata. Poca gente lo está haciendo; no es parte de nuestra cultura. No hay una guía de campo ilustrada, no hay un contexto cultural que nos ayude a saber qué es venenoso, qué es sabroso o qué nos podría dar el mayor viaje alucinatorio de nuestra vida.

      Por lo tanto, ¿qué debemos hacer? Podríamos buscar otras personas que ya viven del terreno donde estamos buscando el alimento, y preguntarles qué setas comer y cuáles evitar. Podríamos observar qué le sucede a quienes comen ciertas setas. Y si no podemos encontrar esa información –o incluso si podemos– no devoraríamos de una vez todo un lote de setas desconocidas. Probablemente probaríamos un pequeño trozo, esperaríamos un poco y probaríamos un poco más.

      Y una vez que nos hemos asegurado de que podemos comer algo sin intoxicarnos, ¿organizaríamos

Скачать книгу