Más allá de la pareja. Eve Rickert

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Más allá de la pareja - Eve Rickert La pasión de Mary Read

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personal). Pero las cosas en tu huerto tienen vida propia, las plantas pueden llegar a crecer o no, pueden dar fruto o no, pueden necesitar más cosas o que haya cosas que no les afecten en absoluto.

      Y a veces pueden tener un resultado que no te esperas. Las relaciones buscarán su propia expresión, da igual todo lo que intentes contenerlas o controlarlas. Del mismo modo que no puedes mirar una semilla desconocida y decir qué brotará de ella, no puedes comenzar una nueva relación y saber cómo va a desarrollarse. Si insistes en plantar la nueva semilla en la sombra sí o sí, o si insistes en forzar una nueva relación para encajar en un determinado molde, y funciona... será por casualidad.

      Atiende a las necesidades de lo que hayas decidido plantar en tu huerto. Asegúrate de que hay espacio suficiente para lo que quieras añadir y que tienes el tiempo y la energía suficientes para cuidarlas. Recuerda, también, que el objetivo de un huerto es, en última instancia, alimentar a quien cuida ese huerto. Si has llenado tu huerto de boniatos y quieres algunas vitaminas, está bien hacer espacio para un poco de kale y zanahorias. Si la sombra del gran roble que has cuidado durante décadas está dando tanta sombra a todo tu huerto que nada más puede brotar, podrías podar con delicadeza algunas de las ramas del árbol para permitir que pase la luz. Y si algo de lo que estás cultivando ya no te está alimentando, si está acaparando tu tiempo y recursos y los de las otras plantas en tu huerto, sin dar ningún fruto, no tiene un derecho innato a estar en tu huerto. Y si resulta que es tóxica para ti o para quienes te importan, está bien arrancarla.

      Ser flexible

      Un valor fundamental que fomentamos en este libro es la flexibilidad. Hay una gran variedad de tipos de relaciones poliamorosas diferentes, por lo que requieren un grado de flexibilidad mayor que la mayoría de las estructuras relacionales. La flexibilidad no se produce de manera natural; puede ser difícil abandonar lo que hemos pensado toda la vida sobre cómo «deben ser» las relaciones. Habiéndonos acostumbrado a un número limitado de modelos de relación, a veces es abrumador intentar hacerse una idea de todos los tipos de relación que pueden funcionar.

      En el capítulo 1 mencionamos varios enfoques personales en el poliamor. Esos diferentes puntos de vista dan como resultado, como puedes imaginar, tipos muy diferentes de relación. Dado que el poliamor nos invita a construir relaciones a la medida de las necesidades de las personas involucradas, eso demanda que pensemos detenidamente sobre nuestras relaciones para construirlas en consonancia.

      Las relaciones poliamorosas abarcan el espectro que va desde familias estructuradas que conviven a redes informales de personas que no cohabitan, y todos los tipos de configuraciones posibles entre una y otra. Las formas de estas relaciones reflejan las diferentes necesidades de estructura o flexibilidad de sus miembros, de cohesión o independencia, de relación y contacto o de necesidad de espacio personal.

      Si estás construyendo un huerto, puedes comprar las semillas que se convertirán en las plantas que deseas. Con las relaciones poliamorosas es tentador planificar cómo quieres que sea tu vida y a continuación buscar las personas que encajan ese plan. Pero al contrario que las semillas, las personas no vienen de una tienda claramente etiquetadas. No puedes mirar a alguien y predecir el tipo de relación que surgirá de ahí; las relaciones tienen una complicada manera de ir en una dirección cuando estamos esperando que vayan en la opuesta. Por supuesto, es importante comunicar de manera clara lo que quieres en una relación, pero también es importante recordar que no estás encargando una relación por catálogo. Déjale espacio para desarrollarse, y no te asustes si crece de una manera que no esperabas.

      Diferentes enfoques de las relaciones

      Ocultas tras los diferentes tipos de estructuras relacionales poliamorosas hay ideas muy diferentes sobre las relaciones en general: Sobre autonomía, comunidad, complicidad, interdependencia, romance, sexo y colaboración. Las personas poliamorosas suelen hablar de estos diferentes enfoques en relación a dos ejes. Un eje que abarca desde «quien va por su cuenta» hasta «con tendencia a vivir en comunidad». El otro abarca desde «por su cuenta» hasta «entrelazarse». Parecen similares, pero no lo son.

      Algunas personas poliamorosas se consideran a sí mismas independientes, que van por su cuenta. Es decir, que tienen en alta estima su autonomía personal, resaltan la importancia de la capacidad para tomar sus propias decisiones y ser capaces de actuar sin requerir el permiso de nadie. El modelo de persona poliamorosa independiente puede ser complicado de entender al principio. Es fácil cometer el error de pensar que quienes van por su cuenta no se comprometen, o no tienen en cuenta las necesidades de sus parejas (o de las parejas de sus parejas) o que no les importa la comunidad. No es cierto. En realidad, el modelo independiente coloca en cada persona, de manera individual, la responsabilidad a la hora de tomar las decisiones y afrontar sus consecuencias.

      Por ejemplo, tus relaciones actuales te pueden contar cómo se sienten respecto a tu deseo de comenzar una nueva relación, y tú puedes escucharles y decidir si seguir adelante con tu plan en base a lo que han dicho; pero la elección es tuya, no suya. Tú valoras sus temores, y eres tú quien decide. El grado máximo de independencia se llama «anarquía relacional» o A.R. Es un enfoque que rechaza la necesidad de clasificar y jerarquizar las relaciones en absoluto («Joe es mi amigo; Mark es mi novio; Keyser es mi marido»), de crear normas o definir roles. En particular, la A.R. no privilegia las relaciones sexuales o románticas por encima de las otras.

      En el extremo opuesto de la escala está lo que alguna gente llama «modelo poliamoroso con orientación comunitaria». Quienes adoptan este modelo se centran en la interconexión de sus relaciones y su comunidad. Podrías pensar que la diferencia entre las personas poliamorosas independientes y las que tienen una orientación comunitaria es la actuación independiente frente al consenso, pero eso es demasiado simplista. Quienes son independientes, y particularmente quienes practican la anarquía relacional, empatizan con la necesidad de negociar y del beneficio mutuo por encima de la idea de que hay una manera «normal» o «correcta» de tener relaciones. Sería más acertado decir que la diferencia es la prioridad dada a los diferentes factores que influyen en el proceso de la toma de decisiones; la gente con una orientación comunitaria tiende a priorizar el impacto de una decisión en el conjunto del grupo frente a las necesidades de los individuos de ese grupo. Eso no significa necesariamente que las personas con orientación comunitaria estén obligadas a tener el permiso de con quienes ya tienen una relación para comenzar una nueva. De todos modos, las decisiones se toman con miras a ver cómo una nueva relación podría encajar con las otras.

      El otro eje, el de la independencia poliamorosa al poliamor entrelazado, se parece aparentemente pero refleja un conjunto de valores completamente diferente. Las personas que practican la independencia poliamorosa se presentan al mundo como solteras, a primera vista. Se han bajado de la «escalera mecánica de las relaciones»: la suposición de que las relaciones siguen un plan predeterminado. Te conoces, te enamoras, convives, compartes la propiedad, tienes criaturas y envejeces en pareja. Las personas poliamorosas independientes pueden no querer vivir con ninguna de sus relaciones, o si quieren hacerlo, puede que elijan no compartir sus economías domésticas o sus propiedades.

      Por el contrario, otras personas prefieren tener relaciones que son más interdependientes: En la práctica, económicamente o ambas. Estas personas valoran compartir el espacio donde viven, compartir tiempo en compañía, compartir sus economías o las tareas de la casa, y similares. Pueden verse a sí mismas como parte de una unidad, como una unidad familiar que comparte responsabilidades y que abordan la vida en equipo.

      Por lo que la escala desde la independencia a la comunidad se refiere, entonces, a la toma de decisiones en una relación, mientras que la escala desde la independencia a la interdependencia se refiere a la forma que tomarán las relaciones. Poca gente está en los extremos de estas escalas. Es más común encontrar gente en el centro. Por ejemplo, personas que están viviendo con su amante pero que

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