Gerencia de programas sociales. Enrique Vásquez H.

Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Gerencia de programas sociales - Enrique Vásquez H. страница 14

Автор:
Серия:
Издательство:
Gerencia de programas sociales - Enrique Vásquez H.

Скачать книгу

usuarios. Además, brindaba a los jóvenes insertados en el mercado laboral un proceso de seguimiento para medir su desempeño. Por último, las evaluaciones de impacto realizadas a la iniciativa previa revelan resultados beneficiosos para los jóvenes participantes respecto a sus ingresos y niveles de empleabilidad. Resultaría beneficioso impulsar el desarrollo de este tipo de estudios para Jóvenes Productivos, con el fin de poder cuantificar sus impactos sobre el empleo de los jóvenes pobres y analizar sus oportunidades de mejora.

      1.5 Contratación = graduación

      El sistema de graduación de los beneficiarios es otro aspecto interesante y relevante al analizar estas propuestas de solución al desempleo juvenil. De manera posterior a la capacitación que recibían los jóvenes por parte de la iniciativa nacional, se realizaban esfuerzos para asegurar un proceso de inserción laboral. De acuerdo con la directiva de intermediación e inserción laboral del programa, este procedimiento se hacía efectivo desde el primer día en el que el joven empezaba a laborar en una empresa (MTPE, 2015b, p. 7). Posteriormente, se remitían informes o reportes de inserción entre las empresas contratantes y la iniciativa nacional, dado que esta solicitaba que se le informara de la situación respecto a la contratación de sus capacitados. En caso los trabajadores no llegaran a ser contratados, el manual de operaciones del programa brindaba información insuficiente respecto a si estos eran considerados como ya egresados o no. Se cree que una vez que los usuarios capacitados culminaban su formación, dejaban de ser parte del programa.

      Figura 1.9 Cantidad de jóvenes capacitados e insertados gracias al programa Jóvenes Productivos, 2015-2017

      Fuente: MTPE (2018b).

      No obstante, al analizar trabajos de investigación académica, se llegó a conclusiones preocupantes respecto a la efectividad y durabilidad de los efectos del programa. La figura 1.9 muestra que, en los años 2015 y 2017, el número de jóvenes insertados exitosamente fue menor que la mitad del número de jóvenes capacitados (MTPE, 2018b). Asimismo, si bien el programa se adecua a las necesidades de las demandas regionales, la capacitación técnica parece ser insuficiente para que los jóvenes puedan competir en los procesos de postulación y mantenerse en los empleos en los que son colocados (Atoche, 2017). Por otro lado, para ciertos sectores, existe alta rotación del personal contratado, pues las condiciones laborales y de remuneración no coinciden con las expectativas que se han formado los jóvenes durante el programa (Tristán & Vásquez, 2018). De este modo, se evidencia el trabajo que queda pendiente para lograr los objetivos del programa de una manera duradera y certera.

      De la misma manera, como ya se mencionó para el caso de los emprendimientos, estos no suelen tener una larga vida. Tampoco se ha encontrado información que detalle cómo se procedía cuando el emprendimiento no resultaba exitoso.

      Los programas analizados a nivel internacional contaban con información limitada respecto a los criterios de egreso por los que debían pasar sus beneficiarios. Sin embargo, dado que estas iniciativas se encargaban de ofrecer cursos de capacitación laboral a sus beneficiarios, se puede asumir que la graduación de estos ocurría cuando estas capacitaciones se traducían en prácticas remuneradas. Se sostiene que un sistema de egreso que brinde mejores resultados a los usuarios sería aquel que deje de monitorearlos a partir de que estos logren insertarse en el mercado laboral al obtener un empleo o después de un período de búsqueda considerable.

      1.6 Articulación

      El programa nacional operaba con cierta coordinación con otros sectores y diferentes niveles de gobierno, dependiendo del alcance de las convocatorias de capacitación a los jóvenes. La articulación horizontal era visible en los acuerdos con entidades de los sectores Midis, Salud y Educación, con la finalidad de lograr una complementariedad de acciones y economías de escala. La articulación vertical era tangible durante las campañas que debían realizarse en Gobiernos regionales y municipios para incentivar tanto a proveedores de capacitación como a jóvenes en situación de desempleo.

      En el interior de la organización, para poder llevar a cabo las capacitaciones laborales propuestas, el programa mantenía una estrecha relación de trabajo con dos tipos de agentes: las entidades de capacitación (ECAP) y las empresas. Las ECAP eran las encargadas de la formación inicial del usuario y, posteriormente, aseguraban su colocación en las empresas para que pudieran realizar prácticas laborales. Estos espacios de instrucción eran seleccionados mediante convocatorias constantes realizadas por el programa y solían ser principalmente universidades (MTPE & BID, 2004, p. 8; MTPE, 2015a).

      Respecto al trabajo en conjunto con las compañías y negocios, Pedro Taqueda, jefe de planificación, monitoreo y evaluación del programa al año 2016, sostuvo lo siguiente:

      Las capacitaciones desarrolladas por Jóvenes Productivos [habían] dependido de qué es lo que [demandaba] el mercado, por lo mismo, se utilizó la información obtenida por la Dirección de Investigación Socioeconómica Laboral (Disel), que [señalaba] qué tipos de trabajo se [habían] estado buscando y en dónde [...]. (Taqueda, 2016)

      Sobre la base de esta información, el arreglo institucional desarrolló acercamientos empresariales a partir de los cuales las empresas indicaban qué tipos de trabajadores necesitaban y para qué fechas. Todo esto se realizaba a través del personal del programa en las unidades territoriales, a quienes se denominaba «gestores empresariales» y eran finalmente el vínculo entre el Estado y las empresas (Taqueda, 2016).

      En el ámbito internacional, la iniciativa argentina se enfocó en promover la relación del programa con diversas instituciones educativas, de manera similar a la propuesta nacional. Esto con el objetivo de garantizar la eficiente oferta de capacitaciones a los usuarios (MTEySS, s. f. [a], pp. 12-13). Mientras tanto, la información respecto a los convenios y/o mecanismos de articulación para los distintos programas analizados fue escasa.

      La propuesta nacional para combatir el desempleo juvenil estaba en contacto permanente con las instituciones que brindaban los servicios de capacitación, así como con las empresas que se encontraban en busca de trabajadores. Se espera que este accionar continúe y se pueda reforzar también el apoyo con distintos programas sociales con el objetivo de potenciar la calidad de los servicios brindados para todos los usuarios.

      La articulación del programa Jóvenes Productivos también era evidente a nivel macrooperativo dentro del Estado. Por un lado, la articulación horizontal del programa con otros sectores de la administración pública, como salud, inclusión social y mujer, se traducía en compartir información para complementar las intervenciones. Por el lado de la articulación vertical, el programa tenía que coordinar estrechamente con los Gobiernos subnacionales a fin de poder estimar la demanda efectiva laboral y la oferta de capacitación acorde con los requerimientos del sector empresarial. Ciertamente, resultaba más retador intervenir en aquellas regiones y locaciones con mayores niveles de pobreza.

      1.7 Conclusiones

      El desempleo juvenil de los más pobres en el Perú siempre ha representado un problema latente, tanto en épocas de crisis como de bonanza económica. Por ello, desde la década de 1990, el Estado institucionalizó un esfuerzo focalizado en aquellos jóvenes pobres que buscaban trabajo a pesar de contar con educación secundaria completa. El quehacer de Projoven, en un inicio, y de Jóvenes Productivos, posteriormente, buscó experimentar con dos líneas de acción: una que buscaba colocar a capacitados en empresas potencialmente empleadoras y otra que incentivaba el emprendimiento para generar una fuente de ingreso independiente. A pesar de los esfuerzos institucionales, los jóvenes solían pasar largos períodos sin lograr realizar una transición completa de la escuela al trabajo.

      El accionar del programa Jóvenes Productivos se desarrolló en sintonía con lo que otros países iban experimentando en

Скачать книгу