Diario de un adolescente precoz colombiano. SAMC

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Diario de un adolescente precoz colombiano - SAMC

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algo mareado, pero despierto, yo me tiré a su lado, el negro Mena vino, me cogió del culo y empezó a meterme la polla.

      Era tan gorda y larga que aún con el culo adormecido por la cocaína, podía sentir cómo me abría el culo, tanto que empecé a sangrar y el Tieso riendo decía: “Esta sí que le ha roto ese culito, bebé”, aún lo soportaba y el negro Mena empezó a embestirme tan fuerte, que se quitó la camisa dejando ver el cuerpo marcado con un pectoral tatuado, su cara no era la del típico negro, él era más fino de cara, se había hecho la cirugía de la nariz y le hacía más elegante.

      Por primera vez un negro me estaba follando y me gustaba ver como su color se mezclaba con el mío, él me follaba cada vez más fuerte y Steven se puso de pie, porque le interesaba ver como entraba esa polla en mi culo, me había abierto tanto que cuando la sacaba, se podía ver un gran agujero y luego lo rellenaba metiéndola de nuevo, así hasta que soltó la leche alrededor de mi culo, para que el Tieso y Steven vieran la cantidad de semen que echaba, seguro que eso le hacía más macho, el Tieso y Steven no daban crédito a la cantidad de leche, la tocaron y la metían entre mi culo con sus dedos.

      El negro Mena me había dejado sin aliento, no tuve ni ganas de ir a ducharme, el Tieso trajo papel, me limpió y me quedé tirado en la cama, esta vez sí había quedado rendido sin correrme. Los tres se reían y el Tieso pidió que se fueran todos, que nos dejaran solos, quería que yo durmiera y descansara.

      Dormimos tanto, que cuando despertamos ya era el miércoles a medio día y despertamos porque Lorena tocó la puerta, abrió y pudo ver que el Tieso me tenía entre sus brazos mientras yo dormía. Al abrir la puerta la luz se reflejó en mi cara y me despertó, Lorena me dijo que tenía que irse ya para su casa, porque su madre estaría preocupada, nos habíamos pasado todo el fin de semana en el chalet del Lago Calima.

      Le dije que llamara a su madre para que no se preocupara, que pronto nos iríamos, pero yo no quería, nos levantamos, me duché, fuimos a la cocina y allí quedaban solo en la casa Steven, Berrinche, el Rolo, Michín, Lorena, el DJ “Felina”, que así le llamaban y dos chicas más. Llamamos a la mamá de Lorena y a la mía, les dijimos que estábamos bien, que estábamos en casa de un amigo en el lago Calima y que pronto regresaríamos.

      María, la empleada de la casa, nos preparó a todos un desayuno que nos hizo recuperar fuerzas y mientras desayunábamos, entró el negro Mena con una sonrisa en su cara mientras me miraba, sentí muchísima vergüenza. No daba crédito, que un negro me hubiese follado y más cuando ya me habían follado todos los que estaban sentados en la mesa y María cuando me sirvió el desayuno dijo: “Coma mi niño, para que coja más fuerza”, hubo un silencio en la mesa, luego todos nos soltamos a reír del sarcasmo que habíamos escuchado por su parte y más al saber cómo yo había funcionado durante el fin de semana.

      Ese mismo día el Rolo, Michín y el DJ “Felina”, regresaron de nuevo a Cali y nos quedamos, Lorena, el Tieso, Berrinche, Steven, el negro Mena y otros dos escoltas del Tieso y yo. Queríamos tranquilidad, nos quedamos todos en el salón del chalet viendo TV y platicando de diferentes cosas y sobre todo fumando muchísima marihuana, pero Lorena y yo nos fuimos a la piscina porque le quería comentar el objetivo de dicho dinero, que con mi ayuda había acumulado en aquella fiesta.

      El Rolo me había comentado que a Lorena le hacía falta culito, quitarle sus gorditos y me dejó el contacto de una de sus amigas íntimas, que también cobraba por sexo, que recién se había operado y le habían cobrado poco dinero, así que le comenté a Lorena si le interesaba y aceptó. Le dije que tenía que dejar por lo menos 4.000.000 de pesos para la cirugía y que le diera a su madre lo demás. Era más importante mejorar su aspecto físico si realmente quería dedicarse a ser una chica prepago* y que yo podría ponerla en contacto con unas chicas que manejaban el mercado.

      Lorena se puso muy contenta, trajo el dinero, lo contamos y con el 1.000.000 de pesos que le di, tenía la cifra de 6.800.000, de los cuales sacamos 1.500.000 para su madre y lo demás lo guardé para entrar en contacto y empezar a hacer la vuelta* de su cirugía.

      Después llamé a Diana que era el contacto del Rolo y le comenté lo que queríamos, me dijo que ese cirujano era de fiar y que muchas de las chicas se habían operado con él y que todo había salido muy bien. Cobraba 5.000.000 de pesos por liposucción y esa misma grasa la aplicaba en los glúteos, dándole forma y que los masajes de drenaje eran aparte, pero si no teníamos el dinero, él podía hacer una rebaja del 50%, pero la chica una vez operada y recuperada tenía que darle sexo hasta completar el 50%, así que le dije que luego la llamaría para confirmar y colgué.

      Hablé con Lorena y esta accedió solo a pagar el 50% y luego se lo follaría para poder tener dinero para los masajes y el postoperatorio. Volvimos a llamar a Diana y le confirmamos que la operación iba adelante, pero que la paciente tenía solo quince años, me dijo que no había problema, porque el cirujano era amigo suyo, así que le dijimos que aceptábamos pagar el 50% y pagaba con sexo el otro 50% después de la cirugía. Pero necesitábamos a la masajista para el postoperatorio y me recomendó una chica que por cada sesión cobraba 100.000 pesos y necesitaría de ocho a diez sesiones, dependiendo de lo recomendado por el doctor, pero antes necesitábamos unas pruebas médicas para certificar que la paciente estaba en perfectas condiciones.

      Hicimos cuentas y todo salía a la perfección, incluso nos sobraban casi 1.500.000 de pesos para alimentación y transporte. Lorena y yo regresamos de nuevo donde estaban los chicos, llegamos felices y teníamos ganas de comentárselo al Tieso, pero no delante de los demás, así que esperamos y seguimos fumando y platicando con ellos en el salón.

      Llegó la noche y Lorena me dijo que le había gustado muchísimo Berrinche, que le gustaría follárselo, pero le daba vergüenza, se notaba que él no le prestaba atención, así que le llamé y le dije que mi amiga Lorena estaba deseando que él se la follara. Él solo se puso a reír diciéndome que era muy gordita y que no le gustaba mucho, pero ya que teníamos confianza se la iba a follar, porque estaba necesitando meterla en algún agujero, me dijo que fuera a la habitación, que allí la esperaba y que si no lo daba bien, venía al cuarto del Tieso a por mi culo, pues ya sabía que mi culo era fijo, así que fui y le dije que se fuera a la habitación adonde él estaba durmiendo, que estaría esperándola, ella inocente se fue contenta porque se había cumplido su deseo.

      Pero Steven había desaparecido, solo estábamos el Tieso, el negro Mena y yo, los otros dos guardaespaldas se habían ido a comprar comida a Darién, que era el pueblo donde estábamos. Me fui a la habitación y pude escuchar a Lorena gemir fuertemente, también pude escuchar la voz de Berrinche y Steven, se la estaban follando entre los dos, me dio cierta rabia porque Steven estaba reservado supuestamente para mí, pero entendí que allí todos hacíamos lo que queríamos y comprendí que era normal que le gustase follarse un coño, pero sentí morbo solo de imaginarme como lo estarían haciendo entre los dos.

      Me fui al salón donde estaba el Tieso y el negro Mena, pero mi polla me delató, pues el Tieso me reparó, se dio cuenta de que estaba caliente y me preguntó que por qué venía con la polla dura, le dije que había escuchado a Lorena, que estaba follando con Steven y Berrinche, se puso a reír y me dijo que yo tenía la mejor polla a mi disposición y le dijo al negro Mena que me pusiera la polla en mi boca, me avergoncé, pero me arrodillé, él sacó su enorme polla aún dormida, con mis dos manos la cogí y empecé a chupársela, mientras el Tieso se tocaba la suya viéndome arrodillado chupando el pollón de su escolta de más confianza.

      El negro Mena le decía al Tieso que, para ser un bebé, era muy tremendo, que cómo era posible que mi culo fuese tan pequeño y tan tragón, que ni siquiera muchas de sus novias eran capaces de meterse toda su polla, pero admitía que follarme le había gustado tanto que estaría encantado de follarme de nuevo, pero en ese momento mientras ellos dos hablaban, el Tieso se masturbaba y yo se la chupaba. Aparecieron los otros dos escoltas y se sorprendieron al ver aquella escena,

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