Naturaleza de la Ciencia para Todos. Waldo Quiroz Venegas

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      II

      La estructura de la naturaleza

      La naturaleza tiene ciertas características generales que todo científico profesional reconoce consciente o inconscientemente, independiente de la disciplina científica que cultive.

      Por ejemplo, sabemos que todos los objetos naturales tienen una estructura. Que existe un nivel microscópico y un nivel de mayor escala. como el astronómico o cosmológico, pasando por el nivel más a “escala humana” y que estos niveles están conectados.

      Así, por ejemplo, sabemos que lo que ocurre a nivel de nuestros órganos, como un cáncer al pulmón, puede tener un origen a nivel molecular, a consecuencia de la inhalación de compuestos orgánicos cancerígenos producto de la combustión de tabaco.

      Sabemos que nuestra naturaleza presenta patrones, que tiene mecanismos, que no es caótica. También entendemos que la naturaleza abarca mucho más de lo que podemos percibir desde nuestros sentidos. Es necesario conocer todas las características generales anteriormente mencionadas, si queremos entender la naturaleza de la ciencia.

      La necesidad que tiene el científico de conjeturar se debe precisamente a la estructura de la naturaleza, a todos los niveles inaccesibles a nuestros sentidos.

      Como la naturaleza posee una estructura, las ideas de la ciencia también deben tener una estructura que la corresponda. Esas ideas sistematizadas son las teorías, por lo que la estructura del conocimiento científico se encuentra estrechamente ligada al orden de la naturaleza. Si queremos comprender la actividad científica, su lógica, cronología y su filosofía, tenemos en primer lugar que conocer también la estructura de su objeto de estudio.

      En este texto usaremos como sinónimos los conceptos de “naturaleza”, “realidad material”, “universo” de forma consciente y con un fin didáctico. Tengo muy claro que estos términos en la filosofía pura no son precisamente sinónimos, pero como este libro no está orientado a ese público, espero que se me acepte esta concesión.

      Una vez aclarado el punto, comenzaremos a analizar la estructura de la naturaleza, partiendo con los objetos que la constituyen, los objetos materiales.

      Las llamadas ciencias naturales o factuales estudian la naturaleza, el universo o la llamada realidad material. Respecto de este último concepto, utilicé la palabra “material” para clarificar únicamente que las llamadas ciencias naturales estudian los hechos que se dan en nuestra realidad. Por otra parte la palabra “materia” tiene un correlato en Física y en Química, por lo que nos ayudará muchísimo a comprender la estructura de la naturaleza desde los aportes de estas ciencias.

      El acercamiento que la mayoría de la gente tiene con la naturaleza son experiencias sensoriales. Los colores, aromas, sabores, sonidos y texturas son experiencias enriquecedoras, fuente de inspiración y confort psicológico. Estas percepciones son fundamentales también para conocer el medio que nos rodea. Así, por ejemplo, el infante conoce su entorno a través de su visión, tacto y su boca y así aprende que el limón es ácido, que la taza de té quema, que el agua es fría, que papá “pisa fuerte”. Cuando el infante ya es un niño, se da cuenta que los adultos son más altos que los niños, que el dinero sale de los cajeros automáticos, que las tablets se utilizan tocando la pantalla con los dedos, que los juguetes se intercambian por dinero en las tiendas, que gritar y llorar es una manera para salirse con la suya, que las hormigas marchan en fila y así sucesivamente.

      El conocer parte de la naturaleza a través de los sentidos no es propio sólo de los niños. Los adultos somos capaces de conocer la naturaleza de la misma forma, aunque esa curiosidad propia de los niños se va lamentablemente extinguiendo con el tiempo en la mayoría de nosotros. Así, por ejemplo, los habitantes de la ciudad de Mar del Plata en Argentina saben que la presencia de espuma en las olas mar adentro es un indicador de la proximidad de lluvias; en Chile se sabe que las arañas se tienden a ocultar en los rincones y en tribus africanas saben que los leones le temen al color rojo.

      ¿Qué es lo que nos aportan los sentidos para comprender el medio natural? En primer lugar nos hace ver que la naturaleza está compuesta de una gran diversidad de cosas. Una gran diversidad de los que los filósofos suelen llamar “entes” o “seres”, es decir, objetos materiales. Usted se podrá dar cuenta que la gran mayoría de estos objetos son naturales aunque el hombre y algunos animales han creado objetos artificiales. En la Figura 1 usted podrá observar 2 objetos naturales y 2 objetos artificiales muy familiares para la mayoría de nosotros, respecto de estos últimos, uno de estos objetos fue creado por abejas y otro por seres humanos.

      Figura 1. Objetos naturales y artificiales. (Fotografías de http://commons.wikimedia.org)

      La Figura 1 puede parecer trivial respecto de los objetos que muestra, pero realizar las comparaciones entre todos estos objetos no es algo simple. Por ejemplo, tanto la piedra como el árbol son objetos naturales por cuanto, son producto de la evolución espontánea de la naturaleza, es decir, son productos de los cambios regidos por las “leyes naturales”. La piedra es producto de la solidificación del magma y la posterior erosión de la roca, producto del clima, la solidificación y fusión del agua, el roce del viento etc. Lo mismo pasa con el árbol el cual es producto de las propiedades de los seres vivos, las leyes de la división celular, la fotosíntesis y así sucesivamente. Detrás de estos objetos está la presencia de las leyes naturales, en donde no hay una intervención directa de ninguna inteligencia (salvo que nos refiramos al origen de estas leyes, en donde ahí rozamos aspectos de fe). De ahí viene la clasificación de objeto natural y si desea saber cómo se han formado todos los objetos naturales, tendría usted que apelar principalmente a 3 grandes teorías: la teoría del Big Bang para comprender el origen de los fotones y del hidrógeno, la teoría Atómico Molecular y la Núcleo-síntesis Estelar para entender el origen de los átomos más pesados y las moléculas y finalmente la teoría Sintética de la Evolución para comprender el origen de los organismos.

      La teoría de la Evolución nos dice que nosotros los seres humanos estamos también dentro de la categoría de objeto natural, somos producto de la evolución de la materia, siendo los últimos seres en emerger naturalmente, al menos en este planeta hasta donde sabemos.

      Análogamente, los objetos artificiales, fueron creados por una inteligencia, en el caso de la Figura 1 ya sea la inteligencia del hombre o el instinto de una abeja en el caso de la torre Eiffel o del panal respectivamente. Naturalmente una torre Eiffel no se hubiese formado por la mera evolución de la materia, como tampoco un panal, salvo que consideremos a los instintos de la abeja como parte de la evolución, ahí este análisis se haría más complejo.

      A pesar que tanto el panal como la torre Eiffel son objetos creados, no podemos desconocer que los átomos y las moléculas con los cuales están construidos son de igual forma objetos naturales, es decir, el hombre puede crear objetos pero no puede crear las partículas materiales básicas que los conforman ni alterar las leyes naturales que rigen su comportamiento.

      Los objetos de la Figura 1 podríamos clasificarlos de igual manera como objetos vivos o inertes. Es claro que el árbol siendo el único objeto vivo que representa la Figura 1, no necesariamente se tendría que clasificar como natural por tener vida, me explico. Actualmente, ninguna inteligencia conocida ha logrado crear un objeto vivo (ser vivo de ahora

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