Salud del Anciano. José Fernando Gomez Montes

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Salud del Anciano - José Fernando Gomez Montes LIBROS DE TEXTO

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6.1 Gerociencia

      Fuente: Adaptado de Sierra F. Geroscience. Brocklehurst’s textbook of geriatric medicine, 2017.

      Los potenciales mecanismos del envejecimiento incluidos en gerociencia son inflamación, respuesta al estrés, epigenética, metabolismo, daño macromolecular, proteostasis, células madre y regeneración.

      Inflamación: Se vincula con envejecimiento (inflammaging) y enfermedad crónica. Se sabe ahora que la respuesta inflamatoria aumenta con la edad, llevando a una inflamación crónica de leve intensidad que es una respuesta de mala adaptación y promueve el envejecimiento. Las células senescentes se acumulan en múltiples tejidos durante el envejecimiento y tienen gran cantidad de citoquinas proinflamatorias que desencadenan el proceso.

      Adaptación al estrés: Agregado al conocido papel del estrés psicológico en el envejecimiento (por ejemplo, hipercortisolemia) se conoce que también las células están expuestas constantemente a estrés molecular originado por radicales libres, toxinas medioambientales y luz ultravioleta. Los dos tipos de estrés, psicológico y molecular, cuando se hacen crónicos aceleran el proceso de envejecimiento. Además, existe una interrelación entre estrés psicológico y respuesta molecular que se hace evidente por el acortamiento de los telómeros.

      Epigenética: Es el estudio de los mecanismos que regulan la expresión de los genes sin una modificación en la secuencia del ADN. En el capítulo anterior se mencionó la importancia de la genética en el envejecimiento y más adelante en este capítulo se ampliará la información sobre este tema. Sin embargo, se desconoce el mecanismo de interacción de los factores genéticos con los factores conductuales modificables y con los factores medioambientales, que contribuyen a la longevidad.

      Metabolismo: El envejecimiento se relaciona con muchos cambios metabólicos, por lo regular adaptativos; de otro lado, cambios en el metabolismo también se han asociado con enfermedades vinculadas con el envejecimiento que incluyen la diabetes, la enfermedad cardiovascular, el cáncer y las enfermedades neurodegenerativas. Se ha encontrado que muchas vías que afectan la longevidad tienen un papel crítico en el metabolismo.

      Daño macromolecular: Se basa en la teoría de los radicales libres, los cuales producen daño en las macromoléculas en la mitocondria, que lleva a la pérdida celular y de la función de los tejidos durante el envejecimiento. Además del daño de las proteínas, del ADN y de sus sistemas de reparación en las mitocondrias y en el núcleo, produce fenotipos de envejecimiento acelerado, como sucede en los síndromes progeroides.

      Proteostasis: Hace referencia a que las proteínas son las responsables de la mayoría del funcionamiento de la célula. La proteostasis da cuenta de los mecanismos que controlan las respuestas y preservan la salud de la célula. Incluye proteínas chaperonas, autofagia y degradación proteosómica. La pérdida de esta función parece jugar un doble papel en el envejecimiento y en las enfermedades relacionadas.

      Regeneración y células madre: Es conocido el potencial que tienen las células madre en el tratamiento de muchas enfermedades crónicas, sin embargo, se requiere mayor conocimiento de su papel regulador del proceso de envejecimiento.

      A este enfoque se le critica el hecho de que asume el envejecimiento como sinónimo de enfermedad, puesto que puede convertirse en un continuum envejecimiento-enfermedad. Es en este continuum que surgen los factores de riesgo que, basados en el modelo médico-biológico de las infecciones, dieron explicación a muchas de las causas de enfermedades crónicas no trasmisibles. Sin embargo, en ocasiones sin factores de riesgo se presentan enfermedades y viceversa. Así, cualquier enfermedad durante el curso de vida de una persona puede agregar lesiones a los ya deteriorados mecanismos de homeostasis de los ancianos. Igualmente, ciertas enfermedades tienen una alta prevalencia entre la población anciana debido a que los agentes causales extrínsecos producen enfermedad después de un largo periodo de latencia o debido a que para su presentación se requieren múltiples insultos repetidos. Además, las enfermedades con alta prevalencia al envejecer son la consecuencia del deterioro asociado con el envejecimiento de mecanismos biológicos, claves para la defensa contra agentes externos.

      En conclusión, la gerociencia pretende buscar las bases celulares y moleculares que unen el envejecimiento con las condiciones crónicas. Se insiste que el conocerlas permite manejar y posponer todas las enfermedades y discapacidades al mismo tiempo y no de manera individual como en el modelo actual. Sin embargo, dado el escaso conocimiento, aun hay controversias en torno a su papel en el envejecimiento.

      Se basa fundamentalmente en la situación de deterioro de la homeostasis al envejecer y en el hecho de que a medida que pasa el tiempo son mayores los efectos del proceso normal de envejecimiento sobre células, tejidos y órganos, y también son mayores los efectos acumulativos de los impactos, a veces mínimos pero continuos, de ciertas enfermedades sobre esas mismas células, tejidos y órganos, que hacen que se confunda el proceso normal de envejecimiento con el de enfermedad, lo cual en ocasiones hace difícil establecer una diferencia entre ellos. En la figura 6.2 se muestra este proceso, que estipula que el envejecimiento incrementa el riesgo de mortalidad en función del tiempo. Aunque la controversia sobre tal diferencia continúa, se acepta que el aumento de la edad está acompañado de cambios fisiológicos inevitables que pueden confundirse con enfermedad.

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      Figura 6.2 Dicotomía envejecimiento-enfermedad

      Fuente: Adaptado de Izaks GJ, Westendorp RGJ. Ill or just old? Toward a conceptual framework of the relation between ageing and disease. BMC Geriatr. 2003;3:7. doi: 10.1186/1471-2318-3-7

      Varios ejemplos demuestran cómo cambios normales (deterioro de mecanismos de regulación) remedan cambios patológicos:

      1. Existe una alteración en el metabolismo de la glucosa a medida que se envejece, por resistencia periférica a la insulina, que se manifiesta con el aumento de 1-2 mg. (0,11 mmol/l) por década en la glicemia, después de los 40 años. La anormalidad que se observa en las pruebas de tolerancia a la glucosa puede ser interpretada erróneamente como una diabetes mellitus.

      2. Durante el ejercicio el gasto cardiaco se mantiene por dilatación cardiaca y aumento del volumen de eyección sistólica, sin que esto signifique que exista una patología cardiaca de base.

      3. Después de los 40 años hay una disminución del flujo plasmático renal y de la filtración glomerular (1 ml por año), que no necesariamente implican una patología renal y no son evidentes en los exámenes de laboratorio.

      4. La disminución progresiva en la función pulmonar hace que a los 90 años se tenga la mitad de la función que se tenía a los 30 años. Esto no es patológico, pero si predispone a enfermedades, especialmente neumonías.

      5. El deterioro de algunas funciones mentales superiores, como atención, memoria y praxia construccional, puede simular deterioro cognoscitivo asociado a síndrome demencial.

      Así, el envejecimiento hace a una persona más susceptible de desarrollar enfermedad coronaria, enfermedad cerebrovascular o cáncer, que son condiciones relacionadas con la edad y más frecuentes al envejecer, pero no implica que sean equivalentes. Así, el proceso fundamental de envejecimiento sensibiliza al

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