¿Por qué los buenos soldados hacen cosas malas?. Giovanni Alberto Gómez Rodríguez

Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу ¿Por qué los buenos soldados hacen cosas malas? - Giovanni Alberto Gómez Rodríguez страница 11

¿Por qué los buenos soldados hacen cosas malas? - Giovanni Alberto Gómez Rodríguez Ciencias Humanas

Скачать книгу

postmoderna; confían y aceptan este contradictorio sistema ético como válido. Los autores manifiestan cierta preocupación, producto de su experiencia, al enseñar a jóvenes militares, pues advirtieron que muchos de ellos aceptaban aquellas creencias contradictorias en una institución basada en valores que privilegia el pensamiento racional, de modo que el potencial de conflicto era enorme. Asimismo, reconocían que los oficiales no veían nada de malo en abrazar una ética personal de interés o relativismo irreflexivo junto con las exigencias éticas objetivas de la profesión.18

      En aquel momento, ya entrada la postmodernidad, los autores identificaron un problema estructural que se ha agudizado en la actualidad y que nos interesa enfatizar: la contradicción y divergencia entre sistemas de valores; en un contexto más amplio, como lo hemos definido, entre sistemas de referencia. Esta es una característica de la postmodernidad, de su racionalidad: la ambigüedad y la contradicción están presentes en todas las dimensiones de la vida, y la ética no es una excepción.

      En el nivel de la institución militar, como anticiparon los autores, la contradicción era más evidente cuando los oficiales intentaban reconciliar su ética personal con la de la institución: “Las creencias de egoísmo y relativismo postmoderno pueden ser mantenidas consistentemente por muchas personas en [Estados Unidos], pero no pueden ser mantenidas por los oficiales del ejército, quienes simultáneamente tienen una ética profesional objetiva”.19 Rechazan la idea de que un individuo pueda compartimentar su vida en diferentes roles, mantener diferentes éticas para cada rol y aun así llevar una vida moralmente consistente. Las razones que exponen son que la ética militar precisa de que al menos una verdad sea mantenida como objetiva; en cambio, la ética social, no. La ética militar profesional requiere que los oficiales pongan su propio interés como secundario, mientras que la ética social no encuentra motivos para renunciar al egoísmo. Los autores encuentran problemas irresolubles entre la perspectiva social y la institucional, básicamente porque parten de la concepción tradicional de ética militar profesional, entendida como normativa y prescriptiva por razones funcionales y de legitimidad política. Las obligaciones éticas del militar están predeterminadas por mandatos y han de primar sobre cualquier otro sistema de valores; la contradicción o la oposición a tales disposiciones objetivas hace inviable o poco efectiva la acción militar y debe ser proscrita.20

      En el nivel individual, siguiendo la misma lógica, los autores sostienen: “El problema no radica en las contradicciones discutidas anteriormente, que los soldados escojan erróneamente una ética sobre otra, que den mayor peso a la ética social cuando deberían haber dado peso a la ética profesional, aunque en ocasiones esto también pueda ser un problema”.21 El problema fundamental que subrayan los autores es el relativismo promovido por la contradicción, pues si no existe verdad ética, cualquier creencia puede pasar por guía moral y cualquier decisión puede ser tan justa como otra. La preocupación de los autores que se sigue de sus conclusiones es que el ethos postmoderno y el egoísmo irreflexivo, incompatible con la ética militar profesional, deriven en que el oficial falle a la hora de identificar sus obligaciones morales como subsidiarias de la perspectiva institucional que debe ser prioritaria, y que esto lleve a una conducción operacional deficiente, a la disminución del compromiso y el sacrificio, al incumplimiento de la misión y, en última instancia, a la derrota militar.

      Finalmente, respecto a los trabajos antes relacionados —que constituyen los antecedentes de nuestra investigación—, debemos aclarar una diferencia notable entre los propósitos que aquellos persiguen y el nuestro. Cuando Barrett y Snider, Oh y Toner sostienen que no existe un marco de referencia para la ética militar profesional, se refieren a la ausencia de un modelo de análisis y de lenguaje comunes para determinado nivel —Ejército, OTAN, ONU, etc.— que abarque las dimensiones y perspectivas relevantes en el contexto postmoderno, que permita observar el impacto de los cambios sociales y las variaciones en los conceptos y las premisas. Incluso se esperaría que fuera posible evaluar su eficacia en el momento de ser implantado en el Ejército e incorporado en los procesos de educación y formación de personal; en contraste, no nos limitamos a buscar el modelo adecuado, pues consideramos la ética militar institucional como una variable más que debe ser valorada en el contexto. El constructo sistemas de referencia permite disponer ordenadamente todos los elementos materiales y formales relevantes para llevar a cabo la investigación, delimitando así nuestro espacio de configuración y contribuyendo a suplir la deficiencia señalada.

      Adicionalmente, en la medida en que consideramos estéril llevar a cabo una indagación suscrita al relativismo, hemos aceptado el pluralismo y el perspectivismo; por ello, fuimos congruentes cuando rechazamos los argumentos de Hude, pues no pensamos que ideología alguna pueda erigirse en la postmodernidad y guiar los destinos del orbe, así como tampoco defendemos un nihilismo radical. Creemos que por encima de los efectos desintegradores de la postmodernidad perviven instancias, instituciones y sobre todo personas que eligen y dotan de sentido el mundo en procesos dinámicos y versátiles de generación y corrupción de subjetividades e identidades. En este mundo de “apariciones” todavía podemos percibir y tratar de objetivar relaciones, es decir, tenemos referencias.

      Notas

      1 Nos referimos a estudios especializados en temas militares (fuerzas armadas y sociedad, moralidad de la guerra, sociología militar, ética militar profesional) llevados a cabo por centros de investigación universitarios y otros adscritos o vinculados con las fuerzas militares, como el seminario sobre Fuerzas Armadas y sociedad de la Universidad Loyola de Chicago (“Inter-University Seminar on Armed Forces and Society”, Loyola University of Chicago), el Army Center for the Professional Military Ethic, el Strategic Studies Institute del War College del ejército o The Stockholm Centre for the Ethics of War and Peace de la Universidad de Estocolmo en Suecia.

      2 Stephen Dale, “Conmoción política por crimen militar en Somalia”, Inter Pres Service, Agencia de noticias, 15 de octubre de 1996. Disponible en: <www.ipsnoticias.net/1996/10/canada-conmocion-politica-por-crimen-militar-en-somalia>.

      3 Usmilitarymobile.com. 2011-03-21. [Traducción propia] Disponible en: <www.usmilitarymobile.com/military-news/military-abuse.html>. [Última consulta: 24 de junio de 2013]

      4 Barret, Finding “The Right Way”, VII. [Traducción propia]

      5 Don M. Snider, Paul Oh y Kevin Toner, The Army’s Professional Military Ethic in an Era of Persistent Conflict (Carlisle: Strategic Studies Institute, U.S. Army War College, 2009), 3 y 4. [Traducción propia]

      6 Henry Hude, “¿Existe una Ética Militar Europea?”, entrada de blog en Sociedad Internacional de Ética Militar en Europa (EuroISME), 15 de marzo de 2014. Disponible en: <www.euroisme.eu/es/existe-una-etica-militar-europea>.

      7 Sarkesian, Beyond the battlefield, 6. [Traducción propia]

      8 Ibíd., 9. [Traducción propia]

      9 Ibíd., 10. A partir de este esquema que evalúa la profesión militar, en el planteamiento de Sarkesian se puede estudiar la ética militar profesional ya no solo como variable, sino como componente en relación con los tres niveles o perspectivas (comunidad, institución e individuo), y allí centraremos la atención. La síntesis es que la ética profesional incluye las relaciones entre las convicciones individuales, los requerimientos institucionales y las expectativas de la comunidad; sin embargo, estas relaciones no son las únicas relevantes. La mayoría

Скачать книгу