Уголовно-процессуальное право. Практикум 5-е изд., пер. и доп. Учебное пособие для бакалавров. Владимир Александрович Давыдов

Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Уголовно-процессуальное право. Практикум 5-е изд., пер. и доп. Учебное пособие для бакалавров - Владимир Александрович Давыдов страница 4

Уголовно-процессуальное право. Практикум 5-е изд., пер. и доп. Учебное пособие для бакалавров - Владимир Александрович Давыдов Бакалавр. Академический курс

Скачать книгу

target="_blank" rel="nofollow" href="#ulink_be0e038b-54f5-5147-9f04-6404febc3463">10. Martínez, G., La Agenda, El País, 26 de marzo 2014 http://ccaa.elpais.com/ccaa/2014/03/25/catalunya/1395778202_883568.html

      11. www.telemadrid.es/taxonomy/term/4456/0?page=33

      12. Agamben, G., Estado de excepción. Homo Sacer II, 1. Pre-Textos, 2007

      13. Martínez, A. et al. Ibíd.

      14. Mbembe, A., Necropolítica. Editorial Melusina, 2011.

      15. Rose, N., Powers of Freedom: Refraiming Political Thought, Cambridge University Press, 1999.%£%

      II. LOS CUERPOS QUE ESTORBAN: DE CIUDADANOS A EXCLUIDOS

      Los excluidos

      No camina, no habla, se atraganta al comer, necesita supervisión 24 horas al día.

      Padre hablando de su hijo David de 5 años, que tiene una discapacidad del 86%, viven con 450 euros al mes

      La realidad que viven los excluidos se presenta como un problema individual y no como lo que es: el resultado del neoliberalismo. Los poderosos y privilegiados, a través de su prensa y sus «expertos», se aseguran de que los que aún no han sido excluidos no se identifiquen con los que estorban.

      El gobierno presume de que la lista de espera de dependientes ha descendido. De los 575.973 dependientes a quien el gobierno había reconocido en el 2011 su necesidad de ayuda, 274.769 han sido atendidos, a 29.838 se les ha retirado el derecho a tener ayuda, 170.296 siguen esperando las ayudas y 101.070 han fallecido esperando. Una de cada 5 personas dependientes a las que se les ha concedido una ayuda en España fallece antes de recibirla.

      Una pareja ha acabado esta noche en Pontons (Barcelona) con la vida de su hija, de 28 años de edad, y posteriormente se ha suicidado, en una actuación que el matrimonio había acordado y que ha dejado explicada por escrito. El hombre, de 61 años de edad, y su esposa, de 57 años, presuntamente resolvieron de común acuerdo poner fin a la vida de su hija en lo que, fuentes de la investigación han calificado de «acto de desesperación». La hija, de 28 años estaba afectada por una discapacidad y aquejada por graves e irreversibles problemas de salud. El matrimonio, tras llegar a la conclusión que cada vez tenían más dificultades para hacerse cargo de ella y temiendo por su posible desamparo en caso de ausencia o incapacidad de alguno de ellos, resolvió terminar con su vida de un disparo en la cabeza. (El País, 10 de julio del 2015)

      «Ponte en tu sitio»: exclusión espacial

      El capitalismo neoliberal intenta mantener el mito de que hay libertad de movimiento, pero en realidad cada sujeto tiene su sitio. Los que tienen menos privilegios tienen que mantenerse en ciertos lugares, y los que no tienen ningún recurso no tienen un sitio, tienen que desaparecer. Las ciudades no son para los vulnerables.

      El capitalismo necesita la ciudad para hacer negocio. La mercantilización del espacio urbano convierte a la ciudad en un parque temático («¡Sonríe, eres Madrid!»), en una marca comercial («Marca Barcelona») y en un gran centro comercial («Barcelona, la millor botiga del món») para miles de turistas que desplazan a los residentes.

      La gentrificación, es decir, la conversión de barrios de las clases trabajadores y medias con viviendas asequibles en barrios para las clases privilegiadas con viviendas exclusivas, es un tipo de colonización que pone en evidencia la lucha de clases que se está llevando a cabo en las ciudades. Y para mantener el control del espacio, el neoliberalismo criminaliza a los que no tienen techo que, debido a los desalojos, cada vez son más. Estas personas se ven forzadas a vivir en espacios públicos. El constante acoso de la policía y de las cámaras de vigilancia hacen imposible la vida de los sin techo. No tienen dónde descansar ni hacer sus necesidades.

Скачать книгу