Juramento Vaquero: Parte Tres. L.G. Castillo
Чтение книги онлайн.
Читать онлайн книгу Juramento Vaquero: Parte Tres - L.G. Castillo страница 4
—¿Estuviste ahí chico? Estuviste en la casa de Wilde?
Los ojos de Chase se abrieron. Abrió su boca a punto de responder cuando la puerta se abrió otra vez. Seth y Dillon salieron tambaleándose seguidos de cerca por Travis Mills.
—Creo que estos dos te pertenecen —dijo Travis, echando a Seth y a Dillon a su padre.
Ellos cayeron al suelo, quejándose. Los labios de Dillon estaban del doble del tamaño normal y sangre corría por un lado de su boca. Seth trato de levantarse, pero cayó al suelo tomándose el lado derecho de su abdomen.
Travis se cerró de brazos, sacudiendo su cabeza mientras miraba al par de hermanos. Se apoyó contra la puerta, abriéndola. Al menos una docena de personas dentro miraban la escena.
Me dio un guiño mientras esperaba a ver qué hacía Baker. Asentí a Travis ligeramente, comprendiendo su manera sutil de ofrecerme ayuda. El sheriff odiaba hacer escenas especialmente cuando sus hijos estaban involucrados.
—Lamento interrumpir. ¿Estabas diciendo algo sobre Cassie? —la voz profunda de Travis resonó tan fuerte que estoy seguro que todo el mundo dentro de El Dixie y todo el condado de Briarson escuchó.
—Le estaba diciendo al sheriff que lastimaron a Cassie —Dijo Mike en un tono alto, siguiendo la corriente de Travis.
La cabeza de Baker se inclinó ligeramente mientras miraba a sus hijos quejarse y luego a la gente mirándolo desde adentro de El Dixie. Aun con sus ojos escondidos detrás de sus gafas, sabía que a Baker le preocupaban los rumores del pueblo. No era ningún secreto en Koppe que él miraba para otro lado cuando se trataba de los crímenes de sus hijos. Como la mayoría eran delitos menores, era fácil hacerlos desaparecer para los miembros de un pueblo pequeño. Siempre que Baker diese la apariencia de ser justo, la gente del pueblo estaba satisfecha con su estilo de cumplimiento de la ley.
Baker se sacó sus gafas, deslizándolos dentro del bolsillo delantero de su camisa. —Señor Wilde —puso una expresión de negocios en su cara— si Cassie ha sido lastimada y necesita asistencia médica, estaré más que contento de hacer que el comisario Sims llame a una ambulancia por ella.
—Es un poco más complicado que eso, sheriff —Mike me miro ansiosamente.
—Bueno, si no lo considera una emergencia, entonces deberé proceder con la tarea en mano —dijo, sacando una libreta de papel y una lapicera. —Señor Mills, ¿quien estuvo involucrado en el incidente?
—Tus hijos y… —Travis me lanzo una mirada de disculpa— …Cody.
—Uh, Huh. ¿Y quién comenzó la pelea? —Baker garabateo en su libreta.
—Bueno, estaba ocupado con un par de clientes, y no vi realmente quien dio el primer golpe. Lo único que vi fue a Cody en el piso y a Dillon tratando de patearlo.
—Él le pegó a Chase, papá —Balbuceo Dillon, sus palabras apenas se entendían. Levantándose, escupió sangre y gruñó. —Creo que perdí un par de dientes.
—Suena como defensa propia para mí —dijo Baker mientras cerraba su libreta abruptamente— Bo, ponle las esposas a Cody y enciérralo.
—Ahora, espere un momento sheriff —Travis levanto su mano— Tus hijos estaban lanzando puñetazos a Cody. Difícil decir que fue defensa propia cuando son tres contra uno.
Hubo un murmullo de voces que provenían de El Dixie. Un par de hombres asintieron de acuerdo con Travis. Sus murmullos me dieron esperanza de que tal vez Baker me dejaría ir.
—Los chicos Baker llegaron muy lejos esta vez. Deben haber hecho algo muy grave para poner así a Cody.
—Escuche que Seth tenía su ojo puesto en Cassie desde hace un tiempo.
—Mi esposa escuchó que Seth embarazó a la hija del pastor Dan. Ella se encargó de ese problema muy rápido…si entiendes lo que digo.
—Las re-elecciones se acercan. No se ve bien para el sheriff.
Los labios de Baker se presionaron formando una línea fina mientras miraba a Travis. Esperaba que él no se metiera en problemas por tratar de salvar mi trasero.
—Ya que no viste quien comenzó esto —dijo él, poniendo su mejor sonrisa de campaña— tendré que hablar con algunos de tus patrones para entender la secuencia de eventos. Mientras tanto, encerraremos a Cody y a mis hijos.
—¡Pero, papá! —Chase y Dillon gritaron al unísono.
Seth gruñó mientras se levantaba y miraba a su padre.
—¡Cállense! —Gritó Baker— Primero, necesitare llevar a los chicos al hospital para chequearlos —continuo— Es protocolo estándar para alguien que ha sido lastimado.
—¿Qué hay de Cody? Él también está lastimado —Dijo Mike.
—Se ve bien para mí. Lo limpiaremos luego de arrestarlo.
Acero frío golpeo mis muñecas mientras Bo me colocaba las esposas. Travis se encogió de hombros y articuló “Lo siento” mientras me escoltaban a la patrulla.
—Te sacaré tan pronto como pueda, Cody —Había duda en la voz de Mike. Ambos sabíamos que había poca chance de que tuviese una audiencia justa. De alguna manera, Baker encontraría a alguien en El Dixie que dijese que yo comencé la pelea, ya que era la verdad. Él probablemente también haría que el juez pusiese una fianza tan alta que Mike no sería capaz de juntar la plata…no es que alguna vez fuese a dejar que gastase un peso de su plata para sacarme. Solo esperaba que no tuviese que quedarme en prisión por mucho tiempo.
—No te preocupes por mí. ¡Cuida de Cassie! —Grité mientras Bo me metía en su patrulla y cerraba la puerta de un portazo.
A través de la ventana cubierta de polvo, vi como Bo ayudaba a Seth y Dillon a subir al auto de Baker. Seth hacia una mueca con cada paso que daba. En ese momento, me sentí un poco satisfecho.
El sentimiento desapareció cuando pensé en Cassie. Me apoye en el asiento, exhausto. Mientras Bo conducía en silencio hacia la prisión del condado, el remordimiento me golpeó. No por lo que le hice a Seth y sus hermanos. Ellos merecían lo que les di y más. Mi único arrepentimiento era que no iba a poder estar ahí para Cassie. Y recé porque ella me perdonase por no estar ahí para ella cuando más me necesitaba.
Capítulo 3
Cassie
La sombra de Seth se cernía sobre mí. Él estaba aquí. ¡Seth todavía estaba aquí!
—Aléjate de mí —Mi voz era un susurro frenético.
El aliento caliente de Seth golpeaba mi cara. Gemí, luchando para liberarme. ¡No! No otra vez. No lo sobreviviré.
La risa de Dillon y Chase hacía eco en la habitación.
El cuerpo transpirado de Seth presionado sobre mí. Luego sentí a alguien tirando de mis brazos.