El Escritor. Danilo Clementoni
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«Parece una especie de lenguaje antiguo» comentó el tipo delgado. «Creo haberlo ya visto en algún sitio.»
«De hecho, es cuneiforme. Lo usaban los sumerios miles de años antes de Cristo.»
«¿Y qué hacen en un instrumento tecnologicamente tan avanzado?»
«Esta es la lengua de nuestros visitantes alienÃgenas.»
«¿Quieres decir que aquellos energúmenos que nos capturaron hablan el cuneiforme?» preguntó el tipo corpulento bastante sorprendido.
«Bueno» intentó explicar el chaval «en realidad el cuneiforme no se habla. Es una forma de escritura. De todos modos creo que su lengua es esta.»
«¿Has conseguido traducirla?»
«En realidad, para garantizar que la orden fuese enviada, he tenido que meter una especie de contraseña. Se puede decir que, pulsando los sÃmbolos en la secuencia justa, he conseguido entrar en modo operativo.»
«En fin, ¿como el sistema que se usa para desbloquar los teléfonos móviles?»
«Más o menos, sû dijo el friqui sonriendo, feliz de que los dos hubiesen entendido finalmente de lo que estaba hablando.
«Bien, pero aún no hemos entendido su verdadera función» rebatió el tipo flaco bastante contrariado.
«Me arriesgaré con una hipótesis que creo puede ser bastante aproximada a la realidad» dijo entonces, con un hilo de voz, el chaval.
«Bueno, ¿a qué esperas? Habla» replicó el gordito acercándose a pocos centÃmetros de su nariz.
«Creo que es el sistema para activar el procedimiento de autodestrucción de una astronave además de tener no sé cuántas funciones más.»
Los dos compinches se miraron por un instante asombrados, a continuación, el más gordo, como si alguien le hubiese hecho el regalo más hermoso del mundo, exclamó «Por favor, dÃme que los hemos hecho saltar por los aires.»
«Probablemente los alienÃgenas hayan tenido tiempo de ponerse a salvo pero su medio de transporte podrÃa haber tenido, seguramente, un fatÃdico final.»
«Chaval, eres un genio» exclamó el tipo corpulento. Después, sacó una memoria USB del bolsillo y añadió «Pon aquà dentro todos los datos que hay en esa cosa y después borra todo. Si descubrimos que has conservado para tà aunque sólo sea un byte...»
«Lo sé, lo sé. Me haréis pedazos.»
«Bravo. Estaba seguro de que eras un tipo listo.»
El procedimiento de copia duró sólo unos segundos. El friqui, después de haber sacado la memoria USB del ordenador, se la ofreció al tipo corpulento que se la cogió rápidamente de las manos. A continuación, después de haber cogido también el extraño objeto y haber metido ambos en el bolsillo derecho de los pantalones, dijo a su compañero «Vamos, quizás nuestros sueños están a punto de cumplirse.»
HabÃan llegado casi al umbral de la puerta cuando el joven exclamó «¿No os estáis olvidando de algo?»
«¿De qué hablas?» preguntó el tipo alto y delgado.
«El resto de mi dinero.»
«¿Dinero?» replicó el gordito. «Da gracias al cielo que no te hayamos retorcido el cuello» y dió un portazo al salir.
Constelación de Tauro â Planeta Kerion
A casi sesenta y cinco años luz de la tierra, la gigante roja denominada Aldebarán ilumina débilmente un árido planeta conocido con el nombre de Kerion. Su superficie, hoy caracterizada por áridos desiertos, resecos paisajes rocosos, profundas gargantas secas y lisas mesetas, no habÃa sido siempre asÃ. El planeta comenzó su lento declive aproximadamente diez mil años antes cuando, por motivos todavÃa desconocidos, el fluÃdo metálico que constituÃa el núcleo empezó lentamente, pero de manera inexorable, a reducir la velocidad de rotación, provocando la progresiva reducción de su campo magnético.
Actualmente, la atmósfera de Kerion, compuesta tiempo atrás principalmente de nitrógeno y de aproximadamente un veinte por ciento de metano, ya casi no existe. Los dañinos rayos provenientes de su estrella, no pudiendo ser frenados ya por el poderoso campo magnético, la han disuelto gradualmente hasta reducirla a un 0,1 por ciento de su cantidad inicial. Mares de hidrocarburo lÃquido ocupaban casi la mitad del planeta. Lagos de metano e innumerables extensiones de helada agua salpicaban las zonas emergidas y la vida prosperaba exhuberante.el castástrofico evento sin embargo, parecÃa haber marcado el destino de Kerion. Sus habitantes, durane milenios, han intentado encontrar una solución para reavivar el núcleo sin haberlo conseguido jamás. Justo desde el inicio del declive probaron, incluso, a aventurarse en arriesgados y largos viajes interestelares buscando un planeta similar al suyo donde poder trasladarse, pero ninguna de esas misiones tuvo éxito.
Llegados casi al término de sus recursos naturales ya se habÃan resignado a la invevitable extinción cuando una de las mentes más brillantes del planeta propuso lo que la mayor parte de la población creyó que era una auténtica locura: liberarse de todo aquello que podrÃa "morir". El keriano inició una serie de experimentos que, en el transcurso de unos pocos decenios, lo llevaron a extraer de los cuerpos materiales de sus semejantes aquello que nosotros podemos definir como "alma", liberándola de esta manera del vÃnculo que se creÃa, hasta este momento, indisoluble del cuerpo fÃsico. La esencia de algunos voluntarios fue separada de la materia viva y fue implantada en nuevas estructuras, completamente mecánicas. Aquello que nació fue una nueva especie, basada completamente sobre cuerpos cibernéticos pero dotados de una inteligencia propia y de aquella esencia cósmica llamada alma o, simplemente, vida.
La separación de todas las almas de todos los habitantes fue completada en unos pocos años pero, debido a la escasez de materiales adecuados para la fabricación de nuevos cuerpos cibernéticos, el traslado se estaba llevando con mucha lentitud. Se decidió, entonces, proceder a la conservación de las "esencias" en envoltorios ovoides especiales destinados a este fin, de manera que se preservasen de la destrucción hasta que su nuevo exoesqueleto no fuese fabricado.
Los primeros nuevos seres creados, ahora ya practicamente inmortales, comenzaron una nueva epopeya de exploraciones del cosmos a la búsqueda, esta vez, de planetas que pudiesen proporcionarles las necesarias materias primas para la finalización del proyecto. De estos fueron identificados diez, incluso a distancia de años luz de su planeta natal, en los que fueron construidos auténticos laboratorios donde los recursos de los planetas podÃan ser extraÃdos y utilizados in situ para la realización de los nuevos cuerpos. Fudamentalmente era la presencia de helio-3 el que, mediante un complejo sistema de fusión nuclear, garantizarÃa a la estructura de cada uno de los kerianos una fuente prácticamente inagotable de energÃa. Para alcanzar aquellos planetas tan lejanos se crearon auténticos