Rimas. Bartolome Mitre
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Hoy sucede todo lo contrario. Es mas fácil hablar y pensar en prosa, que cantar en verso, habiéndose multiplicado las dificultades de la versificacion, así por la complicacion del nuevo sistema métrico cuanto por las abstracciones de que las lenguas modernas se han impregnado, al absorver tantas ideas nuevas y complexas como han surgido de la mente humana. La rica prosodia de los idiomas onomatopéyicos ha desaparecido en los idiomas modernos, y con ellos el ritmo y la cadencia de la versificacion primitiva, falta que ha sido necesario suplir con la invencion del actual sistema métrico, cuyos recursos armónicos consisten en períodos musicales, marcados por consonantes ó asonantes, acentos y apoyaturas, arte completamente desconocido de los antiguos, por que esto era totalmente inútil, desde que el ritmo suplía ventajosamente la rima. Los provenzales fueron los primeros que se apercibieron de la dificultad de distinguir las sílabas en largas y breves, como lo hacían los antiguos, y los que á imitacion de los Arabes (á lo que parece) sacando partido de una lengua enérgicamente acentuada, combinaron hábilmente las acentuaciones haciéndolas alternar con las sílabas no acentuadas, y añadiendo el ornamento de la rima produjeron en su conjunto un movimiento análogo al del verso antiguo, aunque por otra parte cada sílaba dejó de tener su valor musical, como sucedía anteriormente. Tal es la teoría de la cesura que divide el verso en dos partes de un movimiento uniforme ó acompasado, dando al oído un ligero descanso que rompa la monotonía, de lo que proviene que versos de un mismo número de sílabas difieran tan notablemente entre sí. La colocacion respectiva de los acentos y apoyaturas decide del movimiento del verso: así es que, hay varias clases de versos endecasílabos, cada uno de los cuales representa en realidad un metro distinto, fenómeno de que no se han apercibido todos los poetas españoles.
Tales son las leyes de la versificacion moderna, á las cuales se han sometido las lenguas del mediodia de la Europa, á escepcion de la francesa, como lo observé antes. En esta última, el esfuerzo de la pronunciacion está repartido igualmente entre todas las sílabas, sin que el acento marque el sonido capital de cada palabra, de lo que proviene el martilleo monótono de sus versos, martilleo que Víctor Hugo ha pretendido corregir por el corte del alejandrino, asimilándolo en cierto modo á la prosa, que es lo mismo que los españoles—y entre ellos Moratin y Jovellanos—han hecho con el verso blanco. Hablando de esto, dice el autor de La Literatura del Mediodia de la Europa:—"En nuestra poesía moderna, las sílabas no son consideradas por lo que respecta á su duracion solamente, sino tambien en cuanto á sus acordes; y esas vocales, ya ligeras, ya sensibles ó sonoras, no pasan desapercibidas cuando la rima las hace esperar y determina su situacion. ¿Qué seria de la poesía provenzal si no buscásemos en ella mas que el pensamiento, tal cual puede reflejarlo una prosa lánguida? Habia en ella algo mas que el simple sentido de las palabras, cuando el trovador armonizaba su bello lenguage con los sones melodiosos de su arpa; cuando la inspiracion guerrera le suministraba rimas enérgicas, nerviosas y resonantes; cuando espresaba la embriaguez del amor por medio de sonidos tristes y voluptuosos. La prosodia, del mismo modo que la rima, se acordaba con las emociones de su alma, mucho mejor que el sentido de las palabras; la acentuacion repetida y precipitada, que golpeaba cada segunda sílaba en los versos yámbicos, parecia corresponder á las pulsaciones de su corazon, y al movimiento del alma. Así fué como por medio de esta sensibilidad esquisita de las impresiones musicales, y de esta organizacion delicadísima, inventaron los trovadores un arte de que ellos mismos no podian darse cuenta, y como, con el auxilio de una nueva armonía, lograron comunicar esa emocion del alma, que todos los poetas han buscado, y que no pueden encontrar sinó siguiendo las huellas de esos inventores de nuestra prosodia."
La rima y el acento: hé aquí, pues, los dos pilares en que se columpia suavemente el verso, hé aquí las dos condiciones que lo caracterizan; hé aquí las dos líneas pronunciadas que lo separan del verso antiguo, y la causa de que sea tan difícil hablar y pensar en verso en nuestros dias. Esta dificultad es tal vez la causa de que el mundo, despues de la aparicion de la prosa, y despues de la extincion de los idiomas muertos, haya producido un número tan limitado de grandes poetas, todos los cuales han quedado siempre muy abajo del original, incluso Virgilio, que es un reflejo de la poesía primitiva. Pero estas nuevas dificultades impuestas al lenguage poético, si por una parte han disminuido el número de los que pueden hablar en verso, por otra parte han servido eficazmente á su adelanto, dándole ese resorte poderoso que hace que el pensamiento se escape con mas potencia á medida que mas se reconcentra. La rima, que Madama Staël, llama "el eco del pensamiento," ha contribuido no poco á templar la poesía, que de otro modo sería un lenguage lánguido y descolorido, y asi se observa estudiando las obras de los grandes poetas, que huyen con cuidado de emplear consonantes vulgares para espresar pensamientos sublimes, y que muchas veces la rebusca de un consonante original, imprime á la idea una novedad inesperada, abriendo á la imaginacion nuevos horizontes, que de otro modo la inteligencia no habria entrevisto.
Los que crean ver en esos accesorios de la poesía, las ornamentaciones plásticas de un arte en decadencia, se equivocan sobremanera; desde que, como se vé, esos accesorios de la poesía son parte integrante de ella, como los nervios del cuerpo humano. La fuente de la poesía no se ha agotado aun, bien que los poetas de estos tiempos no vayan á beber la inspiracion en las ondas de Helicona, y la lira del clásico Apolo es un instrumento que está muy lejos de haber dado todas sus armonías. Como lo observa D'Ampere:—"todo en este mundo tiene su colocacion, y la poesía conservará eternamente la suya. Siempre habrá una necesidad de ideas, una aspiracion hácia un mundo superior, que cada dia será mas difícil satisfacer, y á la cual no podrán jamas bastar ni las altas abstracciones del pensamiento, ni los curiosos resultados de la ciencia, ni los descubrimientos de la historia. Despues de todo lo que se ha hecho, hay todavia muchos abismos que esplorar en la imaginacion y en el corazon del hombre. Hay que pintar todavia los nuevos sentimientos que desenvuelve el progreso de los siglos; y hasta las grandes ideas de la ciencia, las vistas elevadas de la filosofía, de la historia, tienen su poesía, y esta poesía, está por crearse. Existe para la humanidad un océano de entusiasmo que está muy lejos de agotarse." Renuncie pues, á su insensato empeño de romper ese instrumento, cuya escala no tiene término, cuyas notas son infinitas, y que todavia no ha recorrido la millonésima parte del diapason de las pasiones.