El plan de tu alma. Robert Schwartz

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El plan de tu alma - Robert  Schwartz

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las sesiones de planificación, los seres espirituales usan algunos términos modernos. Durante una sesión con Staci, pregunté a su espíritu guía si realmente había dicho autoestima, o si ésa había sido la aproximación más cercana disponible en la mente de Staci. Me confirmó que lo había hecho. A veces los guías espirituales y otros seres no-físicos hablan sin usar nuestras reglas gramaticales. El guía de Staci me dijo “No siempre hablamos de un modo que considerarías gramaticalmente correcto”.

      El reino del espíritu, en el que planificamos nuestras reencarnaciones y al que volveremos cuando las hayamos completado, es accesible para nosotros a través de médiums y canalizadores. Son el equivalente en forma humana de los espíritus guía; son compasivos, sensibles, e intuitivos exploradores del otro lado.

      Capítulo 1

      La planificación

       prenatal

      Es posible que el concepto de planificación prenatal te sorprenda, sobre todo en lo que se refiere a la programación de acontecimientos dolorosos. Para la mayoría de nosotros, esta noción supone un modo nuevo y radicalmente distinto de ver el mundo, y nuestro propósito en él. Cuanto más traumáticos son nuestros retos, más difícil puede resultar entender este concepto. Yo comprendí, acepté, y finalmente adopté como propia esta idea de un modo lento y por etapas, sobre todo en lo tocante a los aspectos más dolorosos de mi vida. Con cada paso, sentí la curación de viejas heridas. La ira y el resentimiento se desvanecieron, y fueron reemplazados por sentimientos de paz y alegría. Vi en la vida una belleza que anteriormente había permanecido oculta a mis ojos.

      Mi propósito al escribir este libro no es convencerte de la absoluta realidad de la planificación prenatal, sino ofrecerte una idea que para mí ha sido de gran ayuda. Lo único que te pido es que consideres esta posibilidad. No tienes que estar convencido de esta idea para beneficiarte de ella. Sólo tienes que preguntarte, “¿Y si es cierto? ¿Y si realmente planeé esta experiencia antes de nacer? ¿Por qué lo habría hecho?”. Simplemente hacerte estas preguntas dará un nuevo significado a las dificultades de tu vida, y te impulsará a un viaje hacia el autodescubrimiento. Ese viaje no exige ninguna creencia concreta en lo que concierne a la espiritualidad o la metafísica, sólo un cierto interés en el crecimiento personal y en la adquisición de sabiduría.

      En estas páginas leerás las historias de diez personas valientes. Aprenderás lo que planearon antes de nacer, y por qué lo hicieron. El proceso para comprender la planificación prenatal es parecido al que tiene lugar cuando observamos una escultura. Si quieres apreciar realmente una escultura, no puedes verla desde un solo ángulo. Debes caminar a su alrededor, deteniéndote en algunos puntos para mirar desde una nueva perspectiva, y observar los detalles que entonces, de repente, se harán visibles. Cada relato es como una de esas perspectivas. Al observar la planificación prenatal desde diez ángulos distintos, conseguirás una comprensión más completa e integral de la que tendrías sólo con la observación de una o dos de sus facetas, o con una conversación estrictamente teórica sobre este tema.

      Te animo a leer las historias con el corazón. El corazón posee un conocimiento más elevado y una sabiduría mayor que la mente. El análisis intelectual sólo te serviría hasta cierto punto. Estos relatos deben ser sentidos. Cuando tú, como alma eterna, planeaste tu vida actual, no te preocupaste por los conocimientos que podría adquirir tu mente. En lugar de eso, querías experimentar los sentimientos que generaría una vida en la dimensión física. Las dificultades de la vida son un medio especialmente poderoso para crear sentimientos que son, por otra parte, vitales para el autoconocimiento del alma. Estos sentimientos no pueden ser comprendidos por la mente; de hecho, la mente es una barrera. En muchos sentidos, la vida es un viaje que va desde la cabeza hasta el corazón. Planeamos las dificultades de nuestra vida para facilitar este viaje, para abrir nuestros corazones y de este modo poder conocerlos, y valorarlos mejor.

      La empatía es la llave que abre la puerta del corazón, y hará posible que comprendas estos relatos y su significado espiritual. Al igual que fue necesario que las personas que aparecen en este libro reunieran el valor suficiente para planear sus vidas y para compartirlas contigo, será necesario que tú también reúnas el valor para empatizar con ellos. Yo creo que la empatía es curativa. Si buscas la sanación, descubrirás que tu valentía será recompensada.

      Este capítulo te proporcionará la información necesaria para apreciar los aspectos metafísicos de los relatos. Si no estás familiarizado con la metafísica, algunas de estas ideas pueden parecerte inusuales, igual que me ocurrió a mí. Te pido paciencia. Cuando las veas ilustradas en estos relatos, adquirirán un significado y una validez mayor, y más aun cuando las apliques a tus propias vivencias. Este capítulo te dará, además, una visión general de los puntos comunes que he encontrado en los proyectos de vida de los entrevistados. Con esto obtendrás los cimientos sobre los que asentar la sabiduría que estas personas han compartido contigo.

      La planificación que hacemos antes de nacer es detallada, y tiene un gran alcance. Incluye la selección de situaciones vitales, pero va mucho más allá. Nosotros elegimos a nuestros padres (y ellos nos eligen a nosotros), elegimos cuándo y dónde nos reencarnaremos, las escuelas a las que asistiremos, los hogares en los que viviremos, la gente a la que conoceremos, y las relaciones que tendremos. Si tienes la sensación de que ya conocías a alguien a quien acaban de presentarte, es posible que sea verdad. Probablemente, esa persona fue parte de tu planificación prenatal. Cuando un lugar, un nombre, una imagen o una frase te resulta familiar la primera vez que lo ves o lo oyes, esa familiaridad es, a menudo, un vago recuerdo de lo que se planeó antes de la encarnación. En muchas sesiones de planificación, usamos el nombre y tomamos la apariencia física que tendremos después de nacer. Tales prácticas nos ayudan a reconocernos unos a otros en el plano físico. El sentimiento de déjà vu se atribuye a menudo a un suceso de una vida pasada, pero muchas sensaciones de déjà vu son, en realidad, recuerdos de planes prenatales.

      Cuando entramos en el plano terrestre, olvidamos nuestro origen espiritual. Antes de la encarnación sabemos que esta amnesia autoinducida tendrá lugar. La expresión “tras el velo” se refiere a este estado de falta de memoria. Como alma divina, olvidas tu verdadera identidad porque al recordarla más tarde lograrás un conocimiento mucho más profundo de ti mismo. Para obtener esta profunda conciencia, tenemos que abandonar el reino espiritual (un lugar de alegría, paz y amor), porque allí no experimentamos ningún contraste. Y sin contraste, no podemos conocernos totalmente.

      Imagínate un mundo en el que sólo hay luz. Si nunca has experimentado la oscuridad, ¿cómo podrías comprender y apreciar la luz? Es el contraste entre luz y oscuridad lo que lleva a un conocimiento más profundo. El plano físico nos proporciona este contraste porque es un mundo de dualidad: arriba y abajo, caliente y frío, bueno y malo. El dolor en la dualidad nos permite apreciar mejor la alegría. El caos de la Tierra aumenta nuestra apreciación de la paz. El odio que podemos encontrar profundiza nuestra comprensión del amor. Si nunca hemos experimentado estos aspectos de la humanidad, ¿cómo podríamos reconocer nuestra divinidad?

      Imagina que provienes de un lugar en el que suena la música más bella que jamás fuera creada. Es una música arrebatadora, deslumbrante. La has escuchado siempre, durante toda tu vida. Nunca ha estado ausente, ni ha estado presente ninguna otra música. Un día te das cuenta de que, como siempre la has oído, nunca la has escuchado realmente. Es decir, que nunca la has valorado, porque no has conocido otra cosa. Por ello, decides que te gustaría poder valorar esta música. ¿Cómo podrías hacerlo?

      Una forma de hacerlo sería ir a un lugar en el que la música de tu Hogar no exista. Quizá en este sitio suene una música distinta, una música que contenga notas discordantes, o estrofas estridentes. Este

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