Teoría y práctica del análisis de conflictos ambientales complejos. Humberto Rojas Pinilla

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Teoría y práctica del análisis de conflictos ambientales complejos - Humberto Rojas Pinilla Libros de investigación

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los rasgos de intratabilidad, expresados en su larga duración, recurrencia y fracaso continuado de los intentos de transformación o resolución.

      Estos rasgos, como ya se anotó, tienen que ver con dos elementos comunes documentados por la literatura de los estudios de paz: el papel que desempeña el Estado en la generación de conflictos, así como, de una manera más vaga, las “pautas culturales” (Putnam y Wondolleck, 2003; Gray, Coleman y Putnam, 2007; Kriesberg, Northrup y Thorson, 1989; Lewicki, Gray y Elliot, 2003).

      Vale la pena resaltar que el poder simbólico produce un “orden y sentido” determinado, es decir, “discursos de verdad”. Estos corresponden a la expresión de unas formas particulares de ver y entender el mundo, que con el tiempo, y por obra y gracia del habitus, se configuran como saberes hegemónicos, disciplinas del saber sancionadas socialmente como legítimas, amparadas en unas ciertas formas de representar y escenificar el mundo validadas por la doxa, es decir, por el consenso en la construcción de sentido.

      Es importante tener en cuenta que los discursos de verdad orientan las prácticas y lógicas de actuación de los dispositivos de poder del Estado y sus mecanismos en un momento histórico determinado. Como se anotó, la gubernamentalidad, como tecnología de poder, está compuesta por mecanismos jurídicos, de policía y de seguridad; estos mecanismos, desde la perspectiva de Foucault (2000, 2006, 2007, 2008), se dirigen al gobierno del territorio, de la población y, en consecuencia, de los recursos naturales presentes en el territorio, y las formas como el dispositivo pretende ordenar y controlar las maneras cómo la población los debe valorar, representar, apropiar, acceder, asignar, etc.

      Como es previsible, la puesta en marcha de estas tecnologías de poder, sus lógicas y mecanismos, propician la emergencia de conflictos, en especial cuando se enfrentan a formas diferentes de ver y comprender la realidad, y que, en consecuencia, sustentan las posiciones antagónicas de los actores involucrados, expresadas en sus posiciones en torno a la contradicción principal presente en el conflicto.

      En este sentido la gubernamentalidad característica de los países del Sur, como tecnología de poder, sus particularidades históricas, y específicamente el acoplamiento de distintas racionalidades (colonial o liberal, soberana o moderna) y sus prácticas han tenido unos efectos claros en propiciar la emergencia de conflictos intratables en la medida en que algunas de sus prácticas de gobierno y control de recursos —como, por ejemplo, el ordenamiento del recurso suelo—, y específicamente la delimitación de áreas para la conservación, restringe el acceso, control, distribución y apropiación de recursos clave para la vida y para la satisfacción de necesidades básicas de los grupos sociales con menor poder.

      Esto se realiza mediante la producción e imposición de mecanismos dirigidos al ordenamiento territorial y espacial desde una u otra lógica, amparada en la actualidad en discursos hegemónicos como el neoliberalismo, el desarrollo, el crecimiento económico, la competitividad, la conservación y el urbanismo, entre otros, los cuales tienen diversos efectos sobre cómo son representados, valorados, apropiados, distribuidos, concesionados y asignados los recursos naturales presentes en los territorios, de maneras que muy a menudo se contraponen las formas de vida, prácticas consuetudinarias y cosmovisiones de grupos con menor poder, por lo general considerados como pobres e ignorantes, no modernos, salvajes e incivilizados (mestizos, campesinos, indígenas, afro, etc.), lo que pone en peligro su subsistencia al transformar los modos como consuetudinariamente han agenciado sus medios de vida para satisfacer sus necesidades fundamentales.

      Los dispositivos de poder, y en particular el poder simbólico, han construido unas ciertas formas de representar y escenificar los países del Sur, sus recursos naturales y pobladores, así como de producir ciertas disciplinas para “transformarlos”, de modo que devengan modernos y civilizados. Estas disciplinas, a través del ejercicio del poder simbólico, han justificado y legitimado la adopción de unas ciertas lógicas de apropiación, distribución y control los recursos naturales que producen despojos, dinámicas extractivas, deterioro ambiental y conflictos (Escobar, 1998, 2001, 2003; Shiva, 1993, 2002).

      En el caso de la contradicción generada por la urbanización ilegal de predios destinados a la conservación, como corresponde a San Isidro Patios, las posiciones de los principales actores involucrados, Estado y pobladores de los barrios, sus prácticas y discursos, así como sus consecuencias, expresadas en los numerosos rasgos de intratabilidad acumulados e interceptados a lo largo del tiempo, ilustran claramente el papel que cumple el ejercicio del poder simbólico y los discursos hegemónicos (la conservación y el urbanismo) que amparan y justifican las prácticas del Estado, en contraposición a las tácticas, estrategias y prácticas cotidianas de resistencia adoptadas por las organizaciones comunitarias de los barrios y sus efectos sobre la permanencia irresuelta de este conflicto por más de cuarenta años y los numerosos impactos políticos, ecológicos, sociales, institucionales negativos de esta dinámica.

      Así pues, el poder simbólico guía las lógicas y deber ser de la gubernamentalidad, mientras que el habitus guía las prácticas.

      Para el análisis meso se utiliza la noción de gubernamentalidad, que como dispositivo de poder incorpora como sus principales componentes mecanismos de seguridad (dirigidos a garantizar la supervivencia de la población), de policía (dirigidos al castigo, el control y la vigilancia) y jurídicos (dirigidos a instaurar normas y regulaciones).

      El concepto de gubernamentalidad se escogió para analizar otro rasgo importante reseñado por la literatura: el “papel del Estado” en los conflictos por recursos naturales. Dado que los mecanismos de la gubernamentalidad desde diferentes lógicas convergen o divergen en sus funciones de regulación del acceso de la población a los distintos tipos de recursos presentes en el territorio bajo los principios y postulados de saberes y discursos (nivel macro) que orientan sus prácticas, en este caso dichos mecanismos corresponden principalmente a la conservación, el urbanismo y el ordenamiento territorial. Ahora, el concepto de territorio es muy útil, por configurarse como un resultado “acumulado” de agenciamientos, estrategias, prácticas y tácticas puestas en marcha por parte de la población y los dispositivos de poder de la gubernamentalidad, que conforman un juego de poder, para privilegiar unas u otras formas de agenciar los recursos del territorio y configurarlo de una cierta manera.

      A nivel micro se utilizaron como conceptos centrales, en orden descendente: autoproducción del hábitat, agenciamiento y medios de vida, prácticas, tácticas y estrategias, para las formas como son agenciados los medios de vida en la lucha por las necesidades fundamentales y describir sus efectos acumulados sobre la configuración del territorio. Es decir, los procesos con que la población con menor acceso a assets/capitales/activos/recursos9 agencia los que encuentra disponibles para autoproducir su hábitat y sobrevivir a la escasa provisión de bienestar brindada por parte de la gubernamentalidad a causa del rótulo de ilegalidad, que limita la provisión regular de mecanismos de seguridad (como salud, educación, infraestructura de servicios, transporte, etc.).

       El ABC del conflicto: definiciones, funciones e intratabilidad

      La presente sección introduce los conceptos básicos sobre conflicto, sus definiciones, formas de análisis y funciones. Se encuentra dividida en tres partes, que buscan familiarizar al lector con los abordajes del conflicto hechos desde sus dos escuelas fundacionales de origen eurocéntrico: la escuela de estudios de paz (EEP) y la escuela de resolución de conflictos (ERC).

       Definiciones de conflicto

      El término conflicto proviene del latín conflictus, que significa ‘choque’. En el nivel más básico, el conflicto hace referencia a una situación de diferencia, disputa u oposición; un actor se enfrenta a otro, o a otros, por perseguir objetivos contrarios, o que son percibidos como tales, lo que los sitúa en extremos antagónicos en una situación de confrontación, que en últimas

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