Democracia y desplazamiento durante la guerra civil colombiana. Abbey Steele
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Figura 3.3. Víctimas de secuestros en Colombia, 1984-2012
Figura 3.4. Desplazados internos en Colombia, 1985-2006
Figura 3.7. Cronología de eventos clave de la historia colombiana
Figura 5.1. Región del Urabá y municipio de Apartadó (sombreado)
Figura 5.2. La ciudad de Apartadó y los corregimientos que la rodean
Figura 5.3. Las comunas de Apartadó
Figura 5.4. Resultados electorales en Apartadó registrados de acuerdo con puesto de votación
Figura 6.1. Medias de DI, 1998-2006, según presencia de la UP entre 1990 y 1997
Figura 6.2. Total de DI, 1998-2006. Proporción de votos obtenidos por la UP, 1990-1997
Lista de abreviaturas
ACCU | Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá |
AUC | Autodefensas Unidas de Colombia |
CNP | Cuerpo Nacional de Policía |
ELN | Ejército de Liberación Nacional |
EPL | Ejército Popular de Liberación |
FARC | Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia |
GMH | Grupo de Memoria Histórica |
GC | Gobierno colombiano |
DI | Desplazado(s) interno(s) |
PCC | Partido Comunista de Colombia |
PC-ML | Partido Comunista de Colombia – Marxista-Leninista |
UP | Unión Patriótica |
Nota sobre pseudónimos y entrevistas
En algunos casos, he asignado pseudónimos a las personas entrevistadas, con el fin de proteger su identidad. Los pseudónimos han sido atribuidos al primer nombre de cada uno de los entrevistados. Aquellas personas identificadas con nombre y apellido son figuras públicas y sus nombres no han sido cambiados. Hice todas las entrevistas en español y solamente interpelé a ciudadanos colombianos. Incluyo los fragmentos de sus testimonios con base en mis anotaciones.
A aquellos familiarizados con los terribles abusos sufridos por las víctimas de esta y otras guerras, la teorización académica puede parecer insensible, oportunista e incluso obscena. El lenguaje neutral de las ciencias sociales nunca podrá hacerle justicia a la articulación de la enormidad del sufrimiento durante la guerra, pero ese esfuerzo en mejor dejárselo a periodistas, novelistas y poetas. Como científicos sociales, nuestro trabajo es más modesto. Ofrecemos herramientas explicativas para ilustrar las fuerzas sociales que causan y moldean los patrones de la miseria humanas. Es difícil decir si esto provee o no algún beneficio tangible para el mundo.
James Ron, FRONTIERS AND GHETTOS
En memoria de mi padre,
J. Fred Steele
¡¡Quién dijo que todo está perdido, yo vengo a ofrecer mi corazón!! Lo ofrezco al perdón tanto de la guerrilla que nos desplazó y secuestró a mi padre, como de los paramilitares quienes cegaron su vida y nos quitaron nuestras tierras. Ya no vale la pena seguir cultivando la rabia y el odio que nos dejaron estas heridas. ¡Es tiempo de sanar, es tiempo de mirarnos y reconocernos y saber que esta es nuestra tierra y solo juntos y en paz la haremos florecer!
Enilda Jiménez
Prefacio
Visité Colombia por primera vez en enero de 2002. Durante ese año, junto con algunos amigos, puse en marcha un taller informal orientado a trabajar con adolescentes que residían en Altos de Cazucá, un barrio ubicado al sur de Bogotá. En su mayoría, los residentes son oriundos de otras partes del país. En la medida de lo posible, edifican de la manera menos inestable las casas en las que viven, que se aferran a las estribaciones andinas de la Cordillera Oriental. Muchos de ellos son desplazados, víctimas de la guerra civil.1 En ese entonces, comencé a preguntarme qué había hecho que las familias llegaran al barrio, llamado de forma pretensiosa “El Progreso”. Así que me planteé interrogantes como: ¿De dónde eran originarios? ¿Por qué se habían asentado en El Progreso? ¿A quiénes habían tenido que abandonar? ¿Pensaban regresar en algún momento a sus lugares de origen? Sin embargo, sentí timidez de preguntar, preocupada de que alguien pudiera sentirse incómodo.
Apenas un mes después de mi llegada, acabaron los diálogos de paz que habían comenzado tres años antes entre el gobierno nacional y las FARC, la insurgencia armada más grande de Colombia. Bogotá se estremeció con nerviosismo debido a la posibilidad de un ataque terrorista de las FARC. Al final, una agresión se produjo pocos meses después, en agosto, durante la posesión de Álvaro Uribe, quien hacía poco había sido elegido presidente. Los proyectiles de mortero usados en el ataque dejaron quince personas muertas y cuarenta heridas.
Una vez por semana asistía a una clase nocturna en la aclamada Universidad Nacional de Colombia, en la que existe una imagen del Che Guevara pintada en uno de los edificios de la plaza principal del campus. Mi clase, impartida por Donny Meertens, transcurría en un edificio espléndido diseñado por Rogelio Salmona, que era uno de los pocos que no habían sido pintados con grafitis como “fuera gringos” y “Camilo Torres, presente”. Más de una vez llegué