Narrar el oficio. Mariana Sirimarco

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Narrar el oficio - Mariana Sirimarco

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sino que además provocó un fuerte rechazo por parte de la opinión pública.

      15. Nos referimos a operativos como el realizado en 2003 en el barrio Ejército de los Andes (Fuerte Apache), o los operativos Cinturón Sur y Centinela en 2011, entre otros menos divulgados mediáticamente, varios de los cuales ya han sido desarticulados.

      16. El eslogan institucional reza “Centinelas de la Patria”.

      17. Su vida fue convertida en canción por el cantautor rosarino Adrián Abonizio (“Historia de Mate Cosido”) y en chamamé por Nélida Argentina Zenón (“Mate Cosido”). León Gieco, por su parte, también lo nombra en la canción “Bandidos rurales”.

      18. Entre las represiones a trabajadores y organizaciones sociales más conocidas en las que participó la GNA podemos mencionar la represión a los trabajadores del frigorífico Lisandro de la Torre en enero de 1959, la represión de organizaciones piqueteras durante los cortes de ruta en Plaza Huincul y Cutral-Co, provincia de Neuquén, en junio de 1996; el accionar represivo sobre estatales y docentes durante el corte del puente General Belgrano que une Corrientes con Chaco en diciembre de 1999, donde fueron asesinados dos manifestantes; la represión a los piquetes sobre la Panamericana, en la provincia de Buenos Aires, de trabajadores despedidos de la autopartista Lear en junio de 2014; la represión a los choferes de la línea 60 en julio de 2015, en la misma provincia; la represión a una murga de niños en la villa 1-11-14 del Bajo Flores, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en enero del 2016; la represión a trabajadores despedidos de la empresa Mascardi en junio de 2016 en la provincia de Buenos Aires; la represión a organizaciones políticas en Panamericana y ruta 197 por cortes en el marco del paro nacional general del 6 de abril del 2017; la participación en la represión a diferentes organizaciones sociales y políticas durante la manifestación contra la Ley de Reforma Previsional frente al Congreso de la Nación en diciembre de 2017; la represión a los trabajadores despedidos de la empresa Cresta Roja en la ruta 205 durante mayo de 2018.

      19. Además de la ya mencionada masacre de Rincón Bomba en 1947, donde fueron asesinados entre 750 y 1000 integrantes de la comunidad pilagá, podemos nombrar la anterior represión de 1924 por parte del Regimiento de Gendarmería de Línea (más tarde Gendarmería Nacional) en conjunto con la policía del Territorio Nacional del Chaco a una protesta indígena en la reducción de Napalpí con el triste resultado de cientos de integrantes de las etnias qom y mocoví asesinados. Otro caso de violencia institucional contra pueblos originarios lo encontramos en la represión de la GNA al corte de la ruta nacional 86 realizado por la comunidad qom La Primavera, en reclamo de tierras ancestrales en noviembre de 2010. En esa oportunidad, luego de que la GNA despejara la ruta y que la policía de la provincia de Formosa desalojara reprimiendo y asesinando al qom Roberto López, la GNA ocupó el predio para su custodia. Por último, debemos incluir aquí la represión en el territorio mapuche del Pu Lof en Resistencia de Cushamen, provincia de Chubut, en agosto de 2017, con la consecuente desaparición y muerte de Santiago Maldonado.

      2. Relatos policiales de Chubut: visita al Museo Comisario General Mariano H. Iralde

      Pilar Pérez

      En la Patagonia las policías fueron verdaderas organizadoras de un espacio social tardíamente incorporado a la matriz estado-nación-territorio argentino. Sus historias institucionales aparecen ligadas a la persecución del delito, pero también destacan el compromiso social de sus miembros como hacedores del proceso civilizatorio en su labor cotidiana. La policía –en particular en el interior de los territorios nacionales– fue prácticamente la única y principal autoridad. Esta impronta se encuentra en las vitrinas, imágenes y guiones del museo policial de Chubut. Está emplazado en la capital provincial de Rawson y nos permite indagar en las múltiples formas en que la institución se piensa y se hace a sí misma, en sus relaciones con el territorio y su población, y en su proyección a futuro en tanto espacio de construcción de un legado de personas, registros, objetos, técnicas y conocimientos. El propósito de este trabajo es analizar los modos en que la institución se narra a sí misma a partir de la disposición del Museo, así como indagar en sus interlocutores y circulaciones (deseadas y concretas) desde la conformación y el mantenimiento del Museo Comisario General Mariano H. Iralde.

      Acercarse a las narrativas policiales suele ser una tarea compleja debido a los varios resguardos que la institución y sus sujetos despliegan muchas veces frente a la pregunta curiosa. Por esto, una visita al museo policial puede abrirnos las puertas y las reflexiones para adentrarnos en un mundo un tanto familiar y ajeno a la experiencia propia. Mi relación con el Museo empezó varios años atrás, producto de las preguntas que guiaban mi tesis de doctorado. En ese momento perseguía documentos, libros y expedientes que allí se conservan para reconstruir la relación entre estado y pueblos originarios –mapuche y tehuelche– después de la Conquista del Desierto. Si bien las policías de los territorios no eran en principio mi objeto de estudio, su injerencia en la territorialización, tanto de la población indígena como del propio estado, las fueron volviendo un articulador central de mi trabajo.1 En esta segunda entrada al Museo mis preguntas venían ligadas al Museo en sí, su historia, su conformación y los relatos que buscaba exponer y compartir. Aquí mi distancia con la institución a la cual no pertenezco me llenaba de incertidumbres y curiosidades y volvía evidente mi desconocimiento de muchos lugares comunes que allí se presentaban.

      Por ser esta una primera aproximación al museo policial de Chubut, me interesó hacer un recorrido un poco ecléctico respecto de los diferentes enfoques posibles que nos proponen aquellos estudiosos de los objetos y los museos. Más que centrarnos en una investigación a partir de la biografía de los objetos que conforman las colecciones (Alberti, 2005), o como contracara al guion y emplazamiento del museo respecto de qué se recuerda y cómo (Persino, 2008), o tomarlos como lugares de la memoria (Nora, 2009), me interesa combinar estas diferentes opciones metodológicas para conocer las narrativas construidas en la experiencia del visitante. Para esto utilizaré un registro etnográfico del Museo que me permitió transitarlo reparando en sus relatos y también extrañarme frente a la duda respecto de objetos y narraciones vagamente comprensibles a simple vista. Es decir, me interesa combinar diferentes estrategias metodológicas, para poder acercarme al Museo –y a una serie de museos policiales, aun por explorar desde la academia–, sin sesgar definiciones de antemano (Heuman Gurian, 2001).

      No por esto dejo de incluir este Museo en las reflexiones respecto de otros museos de la Patagonia,2 ya que estos comparten enfoques históricos recurrentes que retoman la construcción de un relato hegemónico y excluyente de otras voces subalternas (Nagy, 2012; Piantoni, 2015). La historia oficial de la Patagonia abre su período “civilizatorio” con un primer período: la Conquista del Desierto, evento que epitomiza la entrada de la modernidad y el progreso sobre un territorio construido discursivamente como un “desierto”. La Conquista del Desierto remite a las campañas de ocupación militar del norte la Patagonia (1878-1885), mediante la cual se garantizó la extensión de la soberanía argentina sobre un territorio largamente pretendido pero bajo control indígena, el fin de la amenaza indígena o bien de la “barbarie” y, finalmente, la anexión de millones de tierras que fueron de ahí en adelante administradas por el Poder Ejecutivo Nacional. Esta versión oficial de la Conquista, difundida las más de las veces por las fuerzas armadas,3 se reprodujo y celebró por más de un siglo ocultando el proceso genocida de sometimiento de los pueblos originarios (Delrio et al., 2018), con efectos sociales que perduran hasta el presente.

      El

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