Pequeño circo. Nando Cruz
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IBON ERRAZKIN: Donosti es una ciudad sumamente pequeña. A Teresa la conocí en seguida, de pararnos a hablar por la calle porque la has visto tres veces en conciertos y dices, «somos tan pocos y hemos coincidido tantas veces que ya toca hablar». Teresa es un año más joven que yo, pero cuando la conocí ya se había comprado un bajo de segunda mano y estaba aprendiendo a tocarlo.
TERESA ITURRIOZ: Fue un regalo de Reyes; lo tenía el novio de mi hermana y no lo usaba. Soy muy cabezota y con catorce años quería tocar el bajo y formar un grupo. El bajo me parecía lo mejor porque los sonidos graves siempre me han encantado y porque el mástil era muy grande y me cabían muy bien los dedos. La guitarra me parecía más rollo: tenías que apiñar los dedos en un traste…
Los jóvenes de la ciudad hacían guateques, que no eran más que fiestas en casa de gente. Yo no conocía a Ibon, pero veía que en todos los guateques ponía discos. Alguien me dijo, «Ibon también quiere formar un grupo», y le entré en unos carnavales. Ibon iba muy poco convincente con su disfraz de mecánico, con unos tizones en la cara como si llevase grasa…
IBON ERRAZKIN: Con Teresa decidimos formar un grupo el día que nos conocimos. Nos pusimos a hablar de música y coincidíamos en muchas cosas. Éramos fans de La Insidia y nos gustaban mucho Décima Víctima, Talking Heads, B-52’s… Además, ella tenía el recopilatorio Pillows & Prayers91. Yo no lo tenía.
TERESA ITURRIOZ: Pillows & Prayers me lo descubrió una hermana. Para nosotros fue revelador. ¡Qué de canciones bonitas en un disco! Ahí estaban Felt, las Marine Girls… Ese disco marcó muchísimo a Aventuras. De repente, se podían hacer canciones sencillas, bonitas y dignas de ser grabadas y escuchadas. Era reducir a la mínima expresión los elementos necesarios para hacer una canción chula. Y estaba tan al alcance de la mano hacer eso… Era muy emocionante, porque eran como haikus. Esa música se ajustaba a la perfección a unos jovenzuelos tímidos que empezábamos a tocar. Y lo más importante es que nos impresionó. Nos pareció muy emocionante.
IBON ERRAZKIN: Nos veíamos cada dos meses y hablábamos del grupo que queríamos hacer. Era todo muy teórico, pero ya teníamos el nombre. Ya éramos Aventuras de Kirlian. En el primer LP de Cabaret Voltaire había una cancion que se llamaba «Kirlian Photograph».
TERESA ITURRIOZ: Empezamos a ensayar en mi casa. Mis hermanos llamaban «el niño» a Ibon porque tenía una cara de niño tremenda. Él venía todo reservado a casa y nos poníamos a ensayar muy serios. Cuando se iba, me hacían burla. Me decían, «¡cómo pensáis!, ¡cómo pensáis!».
Yo tenía un bajo e Ibon, una guitarra. Pero Ibon dijo, «yo también quiero tocar el bajo». Empezamos a ensayar con dos bajos. Era horroroso, porque además no lo sabíamos tocar ninguno de los dos.
El bajo era un instrumento muy femenino. El de La Vieja Escuela lo tocaba una chica. En esa época coincidieron varias chicas en grupos de Donosti.
IBON ERRAZKIN: En el 85, los de La Galería nos decían que el local donde ensayaban iba a estar vacío tal tarde, íbamos y luego no volvíamos en semanas o meses. Ese local había sido de Agrimensor K, que luego fueron La Dama se Esconde. Era un bajo en Amara que alquilaba una mujer y por el que pasó todo el mundo.
RICARDO ALDARONDO: En Amara hay tres o cuatro sótanos que tradicionalmente han servido de local de ensayo a muchísimos grupos de distintas generaciones: Mogollón, Agrimensor K, La Dama se Esconde, La Insidia, La Buena Vida y, aún hoy, La Oreja de Van Gogh. Iñaki de Lucas92 también montó su estudio en la zona.
Amara es un barrio de clase media, con votantes más del PSOE-PP que nacionalistas. Un barrio muy normal; impersonal, según algunos. Cuando se construyó, a finales de los 50, los del centro consideraban que eso ya no era San Sebastián. Mikel Erentxun, Ignacio Valencia, Ibon Errazkin, Javi Pez y yo mismo somos de allí, pero no nos conocimos en el barrio, sino en conciertos, en las emisoras de radio, en bares… No había una escena concretamente ahí, aparte del estandarte que pueda suponer para algunos grupos de distintas generaciones el Tanit, un bar también en Amara, que lleva treinta y siete años poniendo buena música y aglutinando a muchos de esos músicos.
Todo estaba conectado a través de una serie de bares en el centro que estaban a la última en música y donde nos veíamos más o menos todos, aunque hubiera diferencias de edades entre los grupos.
Las generaciones de músicos se iban sucediendo con naturalidad y todo se iba alimentando del mismo caldo de cultivo: una ciudad en la que había una afición musical insólita para la época y, sobre todo, para su pequeño tamaño.
IBON ERRAZKIN: Ricardo me descubrió mucha música. Por él entré en géneros que no conocía, como el jazz. Me grababa cintas de Julie London o me decía, «te voy a grabar una de sonido Canterbury». Y así descubría a Soft Machine. Las Shop Assistants y muchas cosas del C86 también me las grabó Ricardo. Él compraba muchos discos por correo para su programa de música y todo lo de Creation lo conocí por él.
Xaribari era la tienda de discos donde ibas a vender tu fanzine.
RICARDO ALDARONDO: Xaribari, ya en los 80, fomentó la importación de discos y los viajes en bus para ver conciertos. La proximidad de Francia facilitó que pudiéramos comprar discos que aquí no salían o salían tarde.
IBON ERRAZKIN: Era muy normal ir a Francia para todo. Todo el mundo en Donosti iba a Francia al dentista: eran mejores y más baratos. Ibas a un supermercado francés y era como el primer mundo: había montones de tipos de queso. Era Europa. Y las tiendas de discos, igual. En San Juan de Luz había una tienda, Tilbury, donde iba muchísimo a comprar. Y Burdeos tenía incluso una tienda Virgin. El primero de la Velvet, antes de que saliera aquí en serie media, lo compré en Tilbury. El maxi Nag Nag Nag de Cabaret Voltaire también lo compré en Francia.
Pero el disco de Young Marble Giants lo compré en España. Y Edigsa sacaba los de Felt y todo lo de Cherry Red. Los de My Bloody Valentine los sacó GASA, y Nuevos Medios sacó muchas cosas de Rough Trade y Factory. Eran grupos de lo que se hablaba en las revistas y que sonaban en la radio. No había que ser tan rebuscado para encontrar esos discos.
TERESA ITURRIOZ: Intentábamos hacer canciones y nos dimos cuenta de que necesitábamos alguien que cantara porque no nos apetecía cantar ni a Ibon ni a mí. Y le dije a Ibon, «en mi clase hay una chica que cuando habla tiene una voz muy bonita». Con Jone no nos conocíamos apenas cuando le propuse entrar en Aventuras de Kirlian. Coincidíamos en clase, pero no éramos del mismo grupo de amigas. Le dije si le apetecía venir, y se vino. Y ya éramos tres.
IBON ERRAZKIN: Peru tenía varios hermanos que tocaban en grupos. Pablo Iceta tocaba en La Galería, Jon Iceta tocaba en un grupo siniestro, La Fábula Escocesa, y luego estuvo muy metido en Novophonic93. Teresa y yo conocíamos a Jon y a Pablo y sabíamos que tenían un hermano, Peru, que también escuchaba música. Un día, sin conocerle, le llamamos y le dijimos, «oye Peru, ¿no tocas en ningún grupo? Pues toca con nosotros».
TERESA ITURRIOZ: Yo era novia de uno de los hermanos de Peru, que tocaba el bajo. Creo que las ganas de tocarlo también me vinieron por ahí. ¡Estaba rodeada de bajistas! Hicimos un grupo totalmente de diseño. A Jone la escogimos porque tenía una voz bonita al hablar, y a Peru, porque nos parecía