La nueva tierra (Métodos,ejercicios,oraciones). Omraam Mikhaël Aïvanhov
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Читать онлайн книгу La nueva tierra (Métodos,ejercicios,oraciones) - Omraam Mikhaël Aïvanhov страница 6
Anguélité seu toplina,
Tchélovétsité seu dobrina. (3 veces)
Gospod veuv méné é svétlina,
Douheut mi é toplina,
Az seum dobrina. (3 veces)
También podéis decir: “Dios mío, permíteme ir esta noche a Tu escuela de amor, de sabiduría y de verdad, a fin de que pueda aprender a servir mejor Tu causa, para que Tu Reino y Tu Justicia desciendan sobre la tierra...” Quedaos algunos minutos en meditación, trazad con la mano derecha un pentagrama en el aire y después os acostáis.
3. Orientación y posición
La posición que adoptamos para dormir es también muy importante. En principio se recomienda orientar la cabeza al Norte o al Este. Es preferible no dormir boca abajo, ni boca arriba, porque los desechos se acumulan en la columna vertebral; tampoco sobre el lado izquierdo, a causa del corazón. La mejor posición es del lado derecho porque los desechos se acumulan en el hígado, que es precisamente el encargado de eliminarlos. Podemos cambiar de posición a lo largo de la noche, pero es aconsejable dormirse sobre el lado derecho...
4. El insomnio
En lugar de luchar durante horas contra el insomnio esforzándoos en cerrar los ojos para dormir, pensad que habéis decidido manteneros despiertos. Levantaos, poneos a trabajar y seguid así hasta que sintáis que os apaciguáis.
O si no, quedaos acostados, pero tened los ojos abiertos y mirad en la obscuridad con la firme intención de quedaros así toda la noche, con la conciencia bien despierta: constataréis que poco a poco os vais amodorrando. Entonces comenzad de nuevo y haced un esfuerzo por mantener los ojos bien abiertos. De esta manera el sueño llegará rápidamente, mientras que si intentáis dormiros cerrando los ojos, no lo conseguiréis.
Otros métodos:
Beber agua caliente.
Masajearse el plexo solar en sentido inverso a las agujas del reloj.
5. El significado del sueño para el discípulo
El verdadero discípulo deja su cuerpo y va a reunirse con su Maestro, junto al cual continúa instruyéndose. Lee los libros más secretos en las bibliotecas del universo y asiste a ceremonias grandiosas de las que a veces guarda el recuerdo, aunque el cerebro humano no está preparado para recordar tales cosas. Ese recuerdo deja en su corazón una sensación tan sumamente dulce y tan llena de tranquilidad que, al despertarse, se pregunta: “¿Dónde he estado esta noche? Lo que he visto, ¡Era tan sumamente bello!...” El dormir se convierte en un acto sagrado cuando nos acostamos con la intención de ir a estudiar al otro mundo, porque es allí donde recibimos la verdadera iniciación.
III La nutrición
Por la mañana, al mediodía y por la noche, cada cual debe pensar en comer para mantener en él la vida y la salud. Pero sólo los Iniciados han profundizado desde hace mucho tiempo sobre esta cuestión tan importante, y han considerado la nutrición bajo numerosos aspectos que la mayoría de los humanos ignoran, lo cual es la causa de todo tipo de anomalías en ellos.
Importancia de la actitud
Antes de comer, pensad siempre en lavaros las manos. Después, procurad poneros en un estado de paz y de calma mientras tomáis consciencia de que vais a recibir elementos preparados en el gran laboratorio de la naturaleza. Recogeos, uníos al Creador, haced una corta oración; en la tranquilidad y el silencio comenzáis ese proceso de la más alta magia blanca: la nutrición.
El papel de la masticación
Hay que masticar los alimentos el mayor tiempo posible, hasta que desaparezcan en la boca sin que ni siquiera tengamos que tragarlos. La boca, que es la primera en recibir los alimentos, es el laboratorio más importante, el más espiritual. El estómago sólo ocupa el segundo lugar. Es en la boca donde se desarrollan los procesos más sutiles, porque en ella se absorben las partículas etéricas, mientras que los elementos más groseros descienden al estómago. Además, incluso antes de que el alimento sea absorbido, digerido y distribuido a los órganos, el hombre ya se siente reforzado: ello prueba que antes de que el estómago reciba los alimentos, la boca ha absorbido los elementos etéricos que han ido a alimentar el sistema nervioso.
La alimentación de los cuerpos sutiles
Alimentarse es, ante todo, retirar conscientemente de la comida los elementos que entrarán como materiales en la construcción de nuestro cuerpo físico. Pero, puesto que el hombre no está formado solamente por un cuerpo físico sino que posee otros cuerpos más sutiles, se plantea la cuestión de cómo alimentar esos cuerpos sutiles, los cuales, a menudo están sub-alimentados a causa de su ignorancia.
En efecto, si todos saben más o menos qué alimento deben dar a su cuerpo físico, pocos saben cómo alimentar a los otros cuerpos: el cuerpo etérico (o cuerpo vital), el cuerpo astral (sede de las emociones) y el cuerpo mental (sede del pensamiento).*
* Sobre cada uno de esos cuerpos encontraremos explicaciones en las primeras conferencias del tomo 2.
l. El cuerpo etérico
Es necesario masticar bien los alimentos, pero la masticación es para el cuerpo físico. Para el cuerpo etérico hay que añadir la respiración. Por eso, mientras coméis, debéis pararos de vez en cuando y respirar profundamente a fin de permitir al cuerpo etérico retirar de los alimentos las partículas más sutiles. Sólo la respiración profunda permite este proceso. Pero si estamos hablando o discutiendo mientras tragamos el alimento rápida y automáticamente, el ritmo respiratorio correcto es perturbado, las reacciones físico-químicas no se realizan con normalidad, y de ahí se derivan pesadeces y malestares que prueban que no hemos comido correctamente. Para alimentar el cuerpo etérico, debemos también, por lo tanto, comer en silencio.
2. El cuerpo astral
Dado que el cuerpo astral se alimenta de sentimientos y emociones que están hechos de una materia todavía más sutil y elevada que las partículas etéricas, podemos alimentarlo teniendo sentimientos de amor hacia esos alimentos que han sido preparados en los talleres del Señor. Cuando el cuerpo astral ha absorbido todos esos elementos, existen todas las posibilidades de que suscite sentimientos de calidad muy elevada: el amor hacia todos los hombres, la sensación de ser feliz, de estar en paz y en armonía con la naturaleza.
Cuando vuestro cuerpo astral ha recibido su alimento, sentís una gran sensación de bienestar, os sentís generosos, y si se trata de arreglar cuestiones importantes, os mostráis tolerantes, pacientes, benévolos, sabiendo hacer concesiones. Por el contrario, si el cuerpo astral no ha sido alimentado porque habéis comido gruñendo, criticando a los otros y enfadándoos, os manifestáis enseguida con acritud, nerviosismo y parcialidad, y si tenéis problemas difíciles de resolver, la balanza se inclina siempre hacia el lado negativo e injusto. A continuación buscaréis disculpas, diciendo: “¿Qué quieres? No puedo hacer nada, estoy nervioso...” Para calmaros compraréis medicamentos en la farmacia, pero continuaréis sintiéndoos nerviosos mientras ignoréis que la forma de comer es de una importancia extrema para vuestro buen equilibrio físico y psíquico.
3. El cuerpo mental