Moby-Dick o la ballena. Herman Melville

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Moby-Dick o la ballena - Herman Melville Básica de Bolsillo

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pequeños peces

      Que yerran su camino a través de sus abiertas mandíbulas.»

      Annus Mirabilis, de Dryden.

      «Mientras la ballena está flotando en la popa del barco, cortan su cabeza, y la remolcan con una lancha lo más cerca de la orilla que pueda llegar; aunque encallará en doce o trece pies de agua.»

      Diez viajes a Spitzbergen, en Purchass, de Thomas Edge.

      «En su camino vieron muchas ballenas jugando en el océano, y gratuitamente esparciendo el agua a través de sus tuberías y conductos de respiración que la naturaleza ha situado en sus hombros.»

      Las expediciones de sir T. Herbert en Asia y África.

      Harris Col.

      «Aquí vieron tales enormes tropas de ballenas, que se vieron forzados a proceder con muchísima precaución, por miedo a pasar el barco sobre ellas.»

      Sexta circunnavegación, de Schouten.

      «Nos hicimos a la vela desde el Elba, viento noreste, en el barco llamado el Jonás en la Ballena. * * *

      Algunos dicen que la ballena no puede abrir la boca, pero eso es un cuento. * * *

      Frecuentemente suben a los mástiles para ver si pueden ver una ballena, pues el primero que la descubre, obtiene un ducado por su esfuerzo. * * *

      Me hablaron de una ballena capturada cerca de Shetland, que tenía más de un barril de arenques en su estómago. * * *

      Uno de nuestros arponeros me dijo que él capturó una vez una ballena en Spitzbergen que era enteramente blanca.»

      Una expedición a Groenlandia, 1671 d.C.

      Harris Col.

      «Varias ballenas han llegado a esta costa (Fife). Anno 1652, llegó una de ochenta pies de longitud de la clase de barba de ballena, que (como se me informó), además de una enorme cantidad de aceite, aportó 500 pesadas de barba de ballena. Las mandíbulas suyas se yerguen como puerta en los jardines de Pitferren.»

      Fife y Kinross, de Sibbald.

      «Yo me había comprometido a intentar ver si podía dominar y matar a esta ballena spermaceti, pues nunca había oído de una de esta clase que fuera muerta por el hombre, tal es su fiereza y su rapidez.»

      Carta desde las Bermudas, de Richard Strafford,

      Phil. Trans. 1668 d.C.

      «Las ballenas en el mar

      la voz de Dios obedecen.»

      N. E. Primer.

      «Vimos también abundancia de grandes ballenas, existiendo más en aquellos mares del sur, puedo afirmar, en proporción de cien a uno; de las que tenemos al norte de nosotros.»

      Expedición alrededor del globo, del capitán Cowley. 1729 d.C.

      * * * «y el aliento de la ballena frecuentemente va unido a un olor tan insoportable, que llega a producir desórdenes en el cerebro.»

      Sudamérica, de Ulloa.

      «A cincuenta sílfides escogidas de especial nota confiamos el

      [importante asunto de la enagua.

      Frecuentemente hemos sabido que siete capas proteger no logran,

      aun rígidas de aros y armadas con costillas de ballena.»

      Robo del rizo.

      «Si comparamos animales de tierra con respecto a magnitud, con aquellos que hacen en el piélago su morada, encontraremos que en la comparación resultan despreciables. La ballena es, sin duda, el animal más grande de la Creación.»

      Goldsmith, Historia Natural.

      «Si escribierais una fábula para peces pequeños, les haríais hablar como grandes ballenas.»

      Goldsmith a Johnson.

      «Por la tarde vimos lo que se suponía era una roca, pero se descubrió que era una ballena muerta que unos asiáticos habían matado, y que estaban remolcando a tierra. Parecían esforzarse por ocultarse detrás de la ballena, con objeto de evitar que les viéramos.»

      Viajes de Cook.

      «Raramente se aventuran a atacar a las ballenas mayores. Tienen tal pavor a algunas de ellas, que cuando están en mar abierto, incluso tienen miedo de mencionar sus nombres, y en sus lanchas llevan estiércol, piedra caliza, madera de enebro y otros artículos de la misma naturaleza, con objeto de asustarlas y evitar un acercamiento demasiado próximo.»

      Correspondencia de Uno von Troil sobre el viaje a Islandia de Bank y Solander en 1772.

      «La ballena spermaceti encontrada por los nantuckeses es un animal activo y fiero, y exige de los pescadores enorme coraje y osadía.»

      Thomas Jefferson, memorial sobre la ballena para el embajador francés en 1778.

      «Y por favor, señor, ¿qué hay en el mundo que se la iguale?»

      Edmund Burke, referencia en el Parlamento a la pesquería de la ballena de Nantucket.

      «España... una gran ballena encallada en las costas de Europa.»

      Edmund Burke (en alguna parte).

      «Una décima rama de las rentas ordinarias del rey, que se dice fundamentada en la consideración de su custodia y protección de los mares ante piratas y asaltantes, es el derecho al pez real, que son la ballena y el esturión. Y éstos, cuando o bien encallan en tierra, o bien son capturados cerca de la costa, son propiedad del rey.»

      Blackstone.

      «Pronto las tripulaciones vuelven al ejercicio de la muerte:

      Rodmon, infalible, sobre su cabeza suspende

      El ganchudo acero, y cada ocasión espera.»

      El naufragio, de Falconer.

      «Brillantes relucían los tejados, las cúpulas, los chapiteles,

      y cohetes volaban autoimpulsados,

      a colgar su momentáneo fuego

      alrededor de la bóveda del cielo.

      Para comparar así fuego con agua,

      el océano sirve en lo alto,

      lanzado a chorro por una ballena al aire

      para expresar voluminosa alegría.»

      Cowper, sobre la visita de la reina a Londres.

      «Diez o quince galones de sangre son arrojados del corazón de un latido, con inmensa velocidad.»

      John

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