Educación, filosofía y política en la Argentina 1560-1960. Juan Carlos Pablo Ballesteros

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en 1628.25 Por su parte, el conquistador Francisco Pizarro contestó una vez a un religioso que protestaba por el despojo que se hacía a los indios en el Perú y que en lugar de esto había que hacerles conocer a Dios y la fe: “No he venido por tales razones. Yo he venido a quitarles el oro”.26 Vicente Sierra escribe en varias de sus obras que España nos dio todo lo que tenía. Debemos agradecerle esta generosidad, dice, porque lo que tenía era y valía mucho. Esto es cierto. España, por ejemplo, fundó en América más universidades que las que tenía en su propio territorio peninsular. Pero la contraria también es cierta. América también le dio mucho a España. Y también valía mucho.

      El primer asentamiento formal y definitivo en esta parte de América fue la transformación del puerto y sus defensas de Nuestra Señora de la Asunción en ciudad en septiembre de 1541.

      Las ciudades fundadas en el actual territorio argentino fueron “pregonadas” en América y pobladas algunas por criollos y en menor medida por españoles. La primera fue Santiago del Estero en 1553, cuando Francisco de Aguirre la traslada a su actual ubicación. Santa Fe, en Cayastá, fue fundada por Juan de Garay el 15 de noviembre de 1573. Según un relato conocido y documentado, Garay partió de Asunción “con 80 mancebos y bien mancebos nacidos en esta tierra y un bergantín y seis canoas henchidas a manera de barcas y algunas canoas sencillas, cincuenta caballos y las municiones que ha sido posibles según lo que había”. De ochenta y nueve fundadores, ochenta habían nacido en Asunción. En el mismo año Jerónimo Luis de Cabrera funda la ciudad de Córdoba.

      Eran funciones de los cabildos administrar los fondos públicos, presidir los espectáculos, el cuidado de calles y caminos, reglamentar los precios de los diferentes productos o bienes, inspeccionar las cárceles y el poder de policía en su jurisdicción. Además, y principalmente, administraba justicia por medio de los mismos cabildantes, ya que se consideraba que no se requerían conocimientos técnicos para resolver los conflictos más sencillos, confiando más bien en el sano criterio y la honradez de los hombres que tenían cierta posición social. Si se considera que los cabildos tenían todas estas facultades se comprende que constituyeron en nuestro territorio la expresión más concreta del Estado. Esto se reafirmaba en los cabildos abiertos, verdaderas asambleas a las que convocaban los cabildantes, a su criterio, cuando asuntos graves requerían de la capacidad y el esfuerzo de un número mayor de personas.

      A partir de 1700, con Felipe V, comienza en España el gobierno de la casa de Borbón, de origen francés. Su signo distintivo primero fue

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