La cábala. Mario Saban

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La cábala - Mario Saban Psicología

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sí mismo en el interior de sí mismo, y nosotros como copias del Ein Sof en la finitud podemos crear sobre la interioridad de nuestro vacío.

      El aprendiz de Sabio (Talmid Jajam) podía comprender aún la naturaleza simbólica de la Jojmá porque incluso dentro de esta dimensión hay contenido definible (las Sefirot psicológicas, porque las cosmogónicas son indefinibles); sin embargo, en Keter hay vacío, y el vacío por definición es indefinible, es nada. Sabemos (por nuestro estudio del Maasé Bereshit) que en todo «vacío» existe algún componente energético residual «Reshimó». El «Reshimó» del vacío general que produjo el Ein Sof es el enlace energético con nuestro Yo, en realidad nuestro Yo es la organización gevúrica de aquel Reshimó original.

      ¿Cómo definir la nariz por sus agujeros? ¿Qué son los agujeros de la nariz sino una estructura de agujeros vacíos? Y toda nuestra existencia depende de «agujeros» de comunicación con el exterior. Mi «Yo» se encuentra físicamente «agujereado», porque en realidad mi Yo existe porque existe la «nada» que se ahueca para dejar que ingresen las energías exteriores fuera de mi Yo. ¿Qué es el Yo sin los agujeros vacíos que lo hacen existir? Es el nivel de Keter el que, a pesar de encontrarse vacío, nos hace existir. Nuestra existencia depende de «agujeros» donde no hay nada, y gracias a estos conductos vacíos nuestro Yo se conecta con las energías cosmogónicas exteriores. De ese modo, existimos gracias a las energías exteriores cosmogónicas que ingresan en nuestro interior, de manera que las energías psíquicas son transformadas de forma permanente por la conexión con nuestra exterioridad.

      El Keter psicológico es el canal de toda la información cosmogónica que podemos captar de acuerdo con nuestro Kli.

      En Keter, el problema (y paradójicamente la virtud) es que ya no existe Kli, no existen las categorías de definición conceptual de las nueve dimensiones inferiores, sino que Keter hace de vehículo de manifestación de mis dimensiones en el orden cosmogónico. Y así como el agujero del oído escucha el sonido exterior, así el Keter psicológico del Universo de Yetzirá debe reconocer su situación de dependencia de los universos de Briá y de Atzilut, universos que se encuentran más allá de mi Yo. Mi Keter psicológico, siendo la dimensión superior del Universo de Yetzirá, se encuentra en la misma posición que el Daat cosmogónico del Adam Kadmón.

      Mi Yo existe dentro del vacío del Ein Sof y mi fragmento del Ein Sof lo puedo percibir justamente dentro de mi vacío existencial. Mi vacío existencial se puede llenar de Ein Sof porque justamente se encuentra vacío, y mi Yo asciende por su vacío interior dentro del vacío general que provocó el Ein Sof dentro de sí mismo. Porque, como sabemos por las ciencias físicas, el vacío dentro de la realidad es lo más extenso que existe.

      En el Keter psicológico me he vaciado de mi Yo para acceder a los niveles más altos del orden cosmogónico. Mi psique es un Kli de recepción de información del exterior de mi Yo. Mi Yo, por lo tanto, no puede ser definido psicológicamente como hasta ahora por toda su estructura, sino por el nivel de vacío que posee para captar las energías cosmogónicas exteriores, y transformarlas dentro de la psique en energía psíquicas, porque debemos saber que nuestras energías psíquicas son energías existentes en el orden universal. La psique refleja en el orden subjetivo el universo en el orden objetivo. Todas las dimensiones subjetivas del Universo de Yetzirá son el reflejo de las dimensiones objetivas del Universo de Briá (la Creación). Y como nuestra alma (como psique fragmentada) aparece en el Universo de Briá y desciende a Yetzirá, podemos decir que nosotros reflejamos las dimensiones existentes en el orden cosmogónico exterior.

      Nuestro vacío interior es el reflejo del vacío exterior que ha creado el Ein Sof para que nuestro Yo tenga consciencia de Yo. Es más, no existe nuestro Yo si no existe un vacío en el interior del Ein Sof, es decir, que nosotros como entes fragmentados existimos gracias al vacío del propio Ein Sof. Sin el vacío del Ein Sof todo sería Ein Sof y no podría existir un Yo fragmentado.

      29. El vacío del Ein Sof como Kli fundamental

      «Y quienes buscan a Dios entenderán Todo».

      PROVERBIOS 28:5

      Así que el Yo no existe fragmentariamente por su propia consciencia subjetiva, sino que existe porque el Ein Sof ha dejado un espacio vacío. A partir de dicho espacio vacío dentro del Ein Sof se pueden desarrollar todas las fragmentaciones inferiores. Sin embargo, el Kli fundamental es el vacío universal que creó el Ein Sof. Si nosotros como fragmentos del Ein Sof no dejamos un espacio vacío en nuestro interior (Keter psicológico), no tenemos forma de captar las energías cosmogónicas exteriores, y hacerlas parte de nuestra psique. Por lo tanto, nuestra psique debe crear el máximo vacío interior para expandir la magnitud del Kli de recepción de las energías cosmogónicas exteriores y hacerlas energías psíquicas (aunque la diferencia de energías cosmogónicas y psíquicas pertenece al orden de la Biná psicológica, porque sabemos que desde la Jojmá psicológica las energías cosmogónicas y las psíquicas son de la misma naturaleza).

      He aquí la importancia de nuestro vacío existencial (que es el estado de Keter), que permite que el interior de mi subjetividad (mi No-Yo de la Jojmá) pueda ascender a través del vacío general para conectarse con el Ein Sof. El No-Yo de mi Jojmá psicológica sigue siendo en algún sentido «Yo», sin embargo, en el Keter psicológico existe un No-Yo real porque constituye el vacío por el cual todas mis energías psíquicas interiores se comunican en un flujo constante con las energías cosmogónicas.

      Entonces, entre mi Keter psicológico en el Universo de Yetzirá y el Daat cosmogónico de todo el Adam Kadmón se produce una equivalencia dentro del mapa general. Si mi Keter psicológico del Universo de Yetzirá constituye mi vacío interior, el Daat cosmogónico del Adam Kadmón que se encuentra en la posición entre los tres universos de Atzilut, Briá y Yetzirá constituye el vacío interior general del Ein Sof. Por lo tanto, al llegar a mi vacío interior, al mismo tiempo accedo al vacío general del Ein Sof. Al llegar a mi Keter psicológico en el Universo de Yetzirá puedo comenzar a percibir los dos grandes universos de Briá y de Atzilut.

      Es entonces cuando dentro del misticismo judío debo abandonar las consideraciones psicológicas para pasar a la comprensión de las condiciones físicas del universo, porque la estructura física del universo (Maasé Bereshit) es la base fundamental donde mi psique (Merkabá) se ha desarrollado.

      Así, el Ein Sof se puede reconocer a través de su vacío y mi Yo, a través de mi vacío existencial. Los vacíos son, pues, «vasos comunicantes» de las energías cosmogónicas, que se transforman en energías psíquicas cuando ingresan en nuestra fragmentación subjetiva. La máxima extensión de mi vacío interior no constituye en realidad un sinsentido nihilista, sino la apertura máxima de mi Kli hacia la captación de las energías cosmogónicas. La esencia del judaísmo se encuentra en este punto clave, en el «Imun» (el Entrenamiento) de mi Yo para alcanzar los mayores niveles de vacío interior (ampliación del Kli de recepción) con el objetivo de aumentar mis niveles de consciencia.

      El Ein Sof se puede manifestar en el vacío que ha creado y la grandeza del Ein Sof se encuentra dada por la magnitud del vacío expandido que se produce en su interioridad, y así la grandeza de todo fragmento del Ein Sof (nosotros) será la magnitud del vacío subjetivo que hemos creado en nuestra interioridad. La mayor revelación del Ein Sof se encuentra en la mayor extensión de su propio vacío interior, y así nosotros de forma fragmentaria al extender nuestro vacío logramos crear el mayor Kli de recepción posible.

      Este será nuestro nivel de Keter. Nuestro Keter psicológico se expande dentro de mi Yo dejando cada vez un vacío más amplio donde se puedan captar las energías cosmogónicas exteriores. El Keter psicológico representa un desafío a las condiciones de alta o baja autoestima de mi Tiferet. Un Tiferet con cierto desequilibrio en su autoestima difícilmente podrá soportar el vacío que representa Keter. La Tiferet debe estar suficientemente segura

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