Medio siglo de historia del cooperativismo financiero colombiano. Néstor Alfonso Rodríguez Espinosa

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Medio siglo de historia del cooperativismo financiero colombiano - Néstor Alfonso Rodríguez Espinosa

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(Serrano Uribe, 2007). De todos modos, en cualquier caso se deben establecer mecanismos para controlar y hacer seguimiento de la gestión de sus representantes en la organización.

      La aplicación eficaz de la democracia y la participación de los asociados en las organizaciones solidarias, presenta dificultades que vale la pena estudiar. Una síntesis del origen de estas dificultades las describe Sven Ake Book (1992) de la siguiente forma:

      Tanto económica como democráticamente, las cooperativas tuvieron un periodo exitoso. Sin embargo [sic] se generó un conflicto entre las ambiciones generales de penetración económica y mantener y mejorar la participación democrática en las estructuras cooperativistas. En el Congreso de Hamburgo de 1968 ya era posible saber cuál sería el perdedor. Las cooperativas informaron de crecientes dificultades para mantener, con todo rigor, su base democrática. Los amplios cambios de la estructura cooperativista fueron adoptados para mejorar su eficiencia comercial y permitir hacer frente a la severa competencia. Incluían entre otros: concentración de recursos, unidades operacionales más grandes e integradas, centralización de servicios y poder federativo, y mayor número de gerentes profesionales. (Sven Ake Book, 1992; citado por Serrano Uribe, 2007: 71).

      El problema radica en la aparente contradicción que existe entre la aplicación de la democracia en las organizaciones solidarias y el crecimiento económico de éstas, que según Serrano Uribe (2007) deriva los siguientes conflictos.

      •Estructura y tamaño. ¿Qué dimensión sería la adecuada para materializar los valores de la democracia, la igualdad, la equidad y la autosuficiencia?

      •La transferencia del fomento y la aplicación de la democracia de la órbita del consejo o de los comités auxiliares compuestos por asociados, a la planta gerencial compuesta por técnicos profesionales que generalmente no son asociados.

      •De carácter generacional de conocimientos, que se da por la sustitución o remplazo de una generación basada en una cultura cooperativa que da prelación al hombre por encima del capital, por otra generación un tanto más pragmática, e inmediatista con una escala de valores distinta, influenciada por el desarrollo tecnológico y el crecimiento económico.

      •Cambio notable en el carácter y tipos de comunicación entre la cooperativa y sus asociados. La tendencia más acentuada a este respecto es la de “remplazo” de la comunicación directa (reuniones, debate, grupos de estudio) por métodos indirectos como la información en una sola dirección propaganda y mercadeo.

      Según Serrano Uribe (2007), existe una tendencia generalizada para que los asociados se “separen” del proceso cooperativo tanto física como mentalmente. El aspecto participativo de la democracia ha llegado a ser un tema casi exclusivamente para el gerente y una escasa élite de representantes, en los altos niveles de la organización. En América Latina dice, Serrano Uribe se dan las siguientes tendencias:

      •Primacía de la función comercial

      •Primacía del elemento tecnocrático.

      •Primacía del espíritu paternalista.

      La primacía de estas tendencias se nutre, según Serrano Uribe, por la falta de mecanismos adecuados para la participación

      Por carecer la cooperativa de mecanismos adecuados para la participación continuada de un número representativo de asociados, la mayor parte de estos [sic] dejan las cosas de interés en manos de delegados cada vez menos representativos, quienes tienden, por fuerza de la dinámica política a incrustarse en el círculo del poder tecnocrático. Esta tendencia pone en peligro la identidad cooperativa y produce un desinterés cada vez más acentuado en los asociados, quienes pasan a ser de manera casi insensible, de su condición de empresarios a la de simples clientes de una organización más o menos anónima. El problema se agrava cuando la cooperativa crece en extensión geográfica y en cobertura social (Serrano Uribe, 2007).

      Esta falta de identidad es más evidente cuando la entidad se muestra exitosa

      De forma que cuando el éxito se presenta, existe la tendencia a olvidarse de las ideas y a olvidarse de los asociados. Algunas personas se empiezan a preguntar si realmente se necesitan los asociados, aquella gente se queja de los asociados por qué estos no entienden los negocios de hoy, y que su participación no solamente es irrelevante, sino que causa interferencias y problemas [...] (Serrano Uribe, 2007).

      Pero este alejamiento de la base social y el núcleo donde se toman las decisiones probablemente hace que el(los) grupo(s) de interés dominante(s) sea(n) el(los) que se beneficie(n) en los momentos de éxito, y en forma residual los demás grupos. No obstante, en momentos de crisis, es poco probable que todos los grupos de interés actúen en forma conjunta para buscar soluciones a los problemas que las desencadenaron porque no se ha logrado ese sentido de pertenencia con su organización.

      En las páginas 67, 71, 122 y 163 de este documento se hacen algunas reflexiones que muestran cómo la vinculación de terceros en las cooperativas, la vinculación de asociados personas naturales en los organismos cooperativos de grado superior de carácter financiero, responden a criterios relacionados con el crecimiento de las organizaciones que impiden el ejercicio eficiente de la gestión democrática. La no presencia adecuada de la gestión democrática, en cierta medida, impidió la creación y fortalecimiento de redes sociales y económicas con las cuales se hubiera hecho frente a la crisis económica de los noventa.

      Notas al pie

      5En este documento, al hacer referencia a las cooperativas, no se excluye al resto de organizaciones de carácter solidario. De igual manera, cuando se habla de sector solidario, necesariamente incluye a las cooperativas.

      6Primer Gerente de COOPDESARROLLO.

      7En el caso de COOPDESARROLLO, prestar servicios financieros de ahorro y crédito.

      8Se debe, sin embargo, seguir profundizando sobre el tema para encontrar nuevos elementos que identifiquen mejor el carácter social de las organizaciones solidarias.

      9Sánchez distingue dos organizaciones de carácter internacional que pregonan los principios del cooperativismo la Alianza Cooperativa Internacional y la Confederación Latinoamericana de Cooperativas y Mutuales de Trabajadores (COLACOT).

      10Como se dijo en la sección 1.3 de este documento.

      11Por su noción valorativa, la democracia cooperativa está relacionada estrechamente con otros valores propios del cooperativismo, como responsabilidad (cumplimiento de deberes y obligaciones), la igualdad (de derechos y obligaciones), la confianza (fe en el esfuerzo conjunto), la disciplina (se acatan las decisiones del colectivo).

      Con base en la Constitución Política de 1991 de Colombia, en este capítulo se hacen algunas reflexiones que permiten una aproximación al papel del Estado en el desarrollo de las organizaciones solidarias. Igualmente, acorde con la legislación vigente se ubican las organizaciones cooperativas de carácter financiero, así como se indica el modelo de supervisión aplicado en Colombia, el cual está ligado al modelo del cooperativismo financiero que ha imperado.

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