Florecer juntos. Miriam Subirana

Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Florecer juntos - Miriam Subirana страница 8

Автор:
Серия:
Издательство:
Florecer juntos - Miriam Subirana Psicología

Скачать книгу

y pasión por aquello que uno quiere. A veces, se trata de poner límites a nuestras distracciones e interrupciones. Puede ayudarnos a desarrollar nuestra capacidad de concentrarnos, el hecho de crear pensamientos positivos conectados con lo que nos motiva y lo que queremos, y usarlos como afirmaciones que fortalezcan la concentración. Podemos crear una lista de pensamientos que sean como llaves que nos sirvan para abrir el caudal de positividad interior. Por ejemplo: yo puedo; no me dejo influir; soy amor; todo fue como tuvo que ser, lo acepto y lo suelto.

      La meditación es una práctica fundamental para desarrollar la concentración y ser capaces de pensar lo que queremos pensar, evitando los pensamientos repetitivos, inútiles o negativos. Meditar te ayuda a silenciar las voces innecesarias, y así desarrollar la capacidad de estar centrado y concentrarte.

      Si nos centramos en algo que nos gusta, es más fácil concentrarnos. La experiencia nos demuestra que necesitamos disciplina para lograr lo que queremos y llegar a donde anhelamos. Un atleta necesita disciplina para mantenerse en forma, y así alcanzar las metas que se propone. Un equipo debe entrenarse con disciplina para jugar con excelencia el día del partido. Cuando uno ama su propósito y sus metas, disfruta de la práctica y vive la disciplina con naturalidad. Primero necesitamos tener una visión clara de lo que queremos, y que nos motive. La motivación por satisfacer los objetivos que nos hemos propuesto nos ayudará en incorporar la disciplina como parte necesaria del proceso, y la concentración surgirá entonces de manera natural.

      Aprender a disciplinar tu mente para controlar tus pensamientos te permitirá gobernarlos y te facilitará crear actitudes saludables. Asumirás la responsabilidad de recrear tu destino con voluntad y perseverancia, en vez de sentirte víctima y quejarte por estar atrapado en una situación que te provoca malestar. El hábito de quejarte puedes sustituirlo por el hábito de agradecer. Para sustituir un hábito por otro necesitas voluntad y disciplina. Estas te ayudan a mantener el foco y la concentración en lo que quieres.

      Lo que suele ocurrir, cuando nos proponemos incorporar una práctica, transformar un hábito o esforzarnos por un objetivo, es que aparece el auto-boicot. Uno mismo boicotea sus propósitos. La disciplina nos ayuda a superar a nuestro saboteador y crítico interior que sabotea nuestras intenciones. Son las dudas y los temores que nos frenan y bloquean. Con claridad y voluntad podemos superarlos, y así lograr nuestro propósito. Para lograrlo, necesitamos disposición mental.

      Disposición mental

      Aprendiendo a soltar, dejar ir, desaferrarse, se abre un espacio en la mente y en el ser. La mente, al dejar de estar sobresaturada de información y de pensamientos innecesarios, tiene espacio y puede estar disponible. Se trata de mantener una actitud abierta; ser curioso y sentir curiosidad. Con los principios apreciativos acompaño a las personas a abrirse, y así su mente va saliendo de sus propias trampas. Va abriéndose a una disposición más apreciativa que le permita incorporar nuevos datos y soltar los viejos que ya no le sirven. Si te resistes, no hay apertura. Al aceptar, puedes soltar y estás más dispuesto para que emerja tu fuerza interior.

      Estar disponible requiere serenidad. La serenidad es el estado natural del ser. Solo es posible vivirla cuando dejamos de querer controlar las situaciones y a las personas, cuando aceptamos la incertidumbre y la impermanencia como estados naturales del cambio constante que implica vivir, y cuando estamos en paz con nuestros actos.

      En tu interior encontrarás la serenidad. Si huyes de ti, no aprenderás a gestionar tus pensamientos ni a trascender tus ruidos. Si te llevas a tu interior algún asunto de los que hay sobre tu mesa, no te encontrarás porque ese asunto ocupará demasiado espacio tapando lo esencial. Permanecerás conectado con ese asunto y con las personas involucradas en él.

      Con la mente calmada y el corazón sereno, sabemos captar y entender las señales que las situaciones nos están dando y captamos también las señales del tiempo, del momento que estamos viviendo. Estamos más disponibles.

      Confianza

      La confianza es una disposición básica para fluir por la vida y afrontar sus incertidumbres y complejidades con éxito emocional. Sin confianza no hay esperanza, libertad, tolerancia ni posibilidad de aprendizaje a partir de los errores, con lo cual es difícil construir la autoestima y construir relaciones saludables.

      La sabiduría helénica denominaba empistosini, o «creer en», al término confianza. La palabra confianza deriva del latín y, de hecho, podría traducirse por «sin fianza», «sin fiducia» o «prenda que da el contratante en seguridad del buen cumplimiento de su obligación». Sin confianza, sin fe conjunta, no podemos realizar proyectos en cooperación. Como seres relacionales, la confianza es básica para avanzar en la expresión de nuestro pleno potencial.

      La libre decisión de confiar se puede situar en un abanico que va de la confianza profunda a la desconfianza activa. La confianza profunda genera la creación de vínculos humanos sólidos y estables y es la principal fuente de compromiso y fidelidad en la relación interpersonal. Sin verdadera confianza, no hay libre compromiso. La confianza actúa como «pegamento cohesionador» de las relaciones entre personas, grupos, organizaciones y sociedades. Sin confianza hay desvinculación, disgregación, fragmentación interpersonal, organizativa y social.

      Una cosa es la confianza o creencia en uno mismo y autoconfianza; otra, la confianza en los demás, en el futuro de la humanidad, en nuestros líderes políticos y en el proyecto de empresa en el que se pueda estar participando (heteroconfianza); y otra, la confianza de los demás hacia nosotros, o confiabilidad. Cuando confiamos y estamos en un entorno de confianza nos es más fácil vivir nuestro pleno potencial.

      Generamos confianza cuando nos mostramos íntegros, queremos el bien del otro, demostramos capacidad para resolver sus necesidades, somos apreciativos, adoptamos un tono emocional positivo y mantenemos una buena autoestima. Tanto las personas como los sistemas sociales están más dispuestos a la confianza si poseen seguridad interior, si tienen una buena autoestima y confianza en sí mismos, si están dentro de sí de forma potenciada.

      Tendemos a confiar en los demás (heteroconfianza) y a quererlos en la medida en que confiamos en nosotros mismos y tenemos una autoestima alta. Es más fácil confiar en alguien que tiene buena autoestima.

      Tratamos sobre la confianza en la relación que se establece entre el coach y el cliente aquí.

      Imágenes positivas

      «La realidad se condiciona, se reconstruye y, a menudo, se crea mediante nuestras imágenes anticipadoras. El cambio se inicia en las imágenes que tenemos del futuro».

      (David Cooperrider, 2008).

      Las imágenes que nos atraen y nos inspiran nos dan fuerzas para cambiar las estructuras y mejorar la economía. Los cambios sustanciales y mantenidos en el tiempo no comienzan en la economía ni en las estructuras, sino en las imágenes que mantenemos. Estas nos impulsan a cambiar o a quedarnos estancados sin poder avanzar. El cambio es más profundo cuando somos capaces de crear nuevas imágenes del futuro que sean atractivas y nos estimulen a ser creativos. Las imágenes positivas influyen en el cambio personal, relacional, político, social, cultural, comunitario y organizacional. Se convierten en imágenes guía que nos impulsan a construir el futuro que anhelamos.

      En los años que llevo de experiencia en sesiones acompañando a personas, me doy cuenta de cómo las imágenes movilizan su mundo interior. Cuando cambia la imagen que mantenemos, por una más positiva y atractiva, cambia nuestra visión, se modifica nuestra actitud y mejora nuestro estado vital. Cuando estamos anclados en las imágenes del pasado, especialmente en aquello que no funcionó, que nos traicionó o nos decepcionó,

Скачать книгу