En palabras del Buddha. Bhikkhu Bodhi
Чтение книги онлайн.
Читать онлайн книгу En palabras del Buddha - Bhikkhu Bodhi страница 30
«¡Maravilloso, venerable señor! ¡Increíble, venerable señor! ¡Qué bien ha hablado el Bienaventurado! Todo sufrimiento que se haya originado, se origina teniendo como raíz el deseo [con apego], condicionado por el deseo [con apego], porque el deseo [con apego] es la raíz del sufrimiento».10 «Venerable señor, tengo un hijo joven llamado Ciravāsī que vive lejos de aquí. Yo me levanto temprano cada día y envío a un hombre: “venga, ve a ver cómo se encuentra Ciravāsī”. Hasta que aquel hombre no vuelve, venerable señor, mi mente se preocupa pensando: “ojalá que no le haya pasado algo malo a Ciravāsī”».
«Entonces, ¿qué piensas, alcalde? ¿Si apresaran, condenaran, encarcelaran y ejecutaran a tu hijo joven Ciravāsī, sentirías pena, dolor, sufrimiento, frustración y desesperación?».
«Venerable señor, si apresaran, condenaran, encarcelaran y ejecutaran a mi hijo joven Ciravāsī, mi vida entera quedaría destrozada, ¿cómo no sentir pena, dolor, sufrimiento, frustración y desesperación?».
«Así también, alcalde, has de entender este principio, a saber, que todo sufrimiento que se haya originado, se origina teniendo todo él como raíz el deseo [con apego], condicionado por el deseo [con apego], porque el deseo [con apego] es la raíz del sufrimiento».
«¿Qué piensas, alcalde? ¿Antes de haber visto u oído a la madre de tu hijo joven Ciravāsī, sentías acaso deseo, querencia o afecto por ella?».
«De ningún modo, venerable señor».
«Entonces, ¿qué piensas, alcalde? ¿Si a la madre de tu hijo joven Ciravāsī la apresaran, condenaran, encarcelaran y ejecutaran, sentirías pena, dolor, sufrimiento, frustración y desesperación?».
«Venerable señor, si a la madre de mi hijo joven Ciravāsī la apresaran, condenaran, encarcelaran y ejecutaran, mi vida entera quedaría destrozada, ¿cómo no sentir pena, dolor, sufrimiento, frustración y desesperación?».
«Así también, alcalde, has de entender este principio, a saber, que todo sufrimiento que se haya originado, se origina teniendo todo él como raíz el deseo [con apego], condicionado por el deseo [con apego], porque el deseo [con apego] es la raíz del sufrimiento».
(SN 42:11; IV 327-330)
4. INVESTIGAR AL PROPIO MAESTRO
1. Así lo he oído. En cierta ocasión, el Bienaventurado residía en Sāvatthi, en la Arboleda de Jeta, en el bosque de Anāthapiṅḍika. Allí, el Bienaventurado se dirigió a los monjes: «Monjes». «Sí, venerable señor», respondieron los monjes. Y el Bienaventurado les dijo:
2. «Monjes, el monje con espíritu crítico, desconocedor del alcance de la mente de otro,11 debería examinar al Tathāgata para averiguar si está o no perfecta y completamente iluminado».
3. «Venerable señor, las enseñanzas tienen en el Bienaventurado su raíz, tienen al Bienaventurado como guía, tienen al Bienaventurado como refugio. En verdad que sería bueno, venerable señor, que el Bienaventurado aclarara el significado de sus palabras. Habiéndolas escuchado, los monjes las recordarán». «Entonces, monjes, escuchad bien, prestad atención y hablaré». «Sí, venerable señor», respondieron los monjes. Y el Bienaventurado les dijo:
4. «Monjes, el monje con espíritu crítico, desconocedor del alcance de la mente de otro, debería examinar al Tathāgata en lo referente a dos tipos de cualidades, las que pueden conocerse por el ojo y por el oído: “¿Tiene o no tiene el Tathāgata cualidades impuras que puedan conocerse por el ojo y por el oído?”.12 Examinándolo de ese modo, conoce: “El Tathāgata no tiene cualidades impuras que puedan conocerse por el ojo ni por el oído”.
5. »Cuando conoce esto, lo examina aún más: “¿Tiene o no tiene el Tathāgata cualidades mixtas que puedan conocerse por el ojo y por el oído?”.13 Examinándolo de ese modo, conoce: “El Tathāgata no tiene cualidades mixtas que puedan conocerse por el ojo ni por el oído”.
6. »Cuando conoce esto, lo examina aún más: “¿Tiene o no tiene el Tathāgata cualidades puras que puedan conocerse por el ojo y por el oído?”. Examinándolo de ese modo, conoce: “El Tathāgata tiene cualidades puras que pueden conocerse por el ojo y por el oído”.
7. »Cuando conoce esto, lo examina aún más: “¿El Tathāgata logró esas cualidades beneficiosas hace mucho tiempo o más bien las tiene desde hace poco?”. Examinándolo de ese modo, conoce: “El Tathāgata logró esas cualidades beneficiosas hace mucho tiempo y no las tiene desde hace poco”.
8. »Cuando conoce esto, lo examina aún más: “¿Hay en este venerable monje alguno de los peligros que se dan en quien tiene fama y reconocimiento?”. Porque monjes, cuando el monje no ha conseguido fama y reconocimiento no se dan esos peligros, en cambio, monjes, cuando el monje consigue fama y reconocimiento sí se dan esos peligros.14 Examinándolo de ese modo, conoce: “Este venerable monje es famoso y está reconocido, pero no hay en él ninguno de esos peligros”.
9. »Cuando conoce esto, lo examina aún más: “¿Este venerable se controla sin miedo [al qué dirán], no se controla por miedo [al qué dirán]? ¿Es por falta de apego y por haberla eliminado por lo que no se entrega a los placeres de los sentidos?”. Examinándolo de ese modo, conoce: “Este venerable se controla sin miedo, no se controla por miedo, no se entrega a los placeres de los sentidos porque está libre de apego y lo ha eliminado”.
10. »Monjes, si otros preguntan al monje: “Venerable, ¿cuáles son los hechos en que se basa el venerable para decir: ‘Este venerable se controla sin miedo, no se controla por miedo, no se entrega a los placeres de los sentidos porque está libre de apego y lo ha eliminado’?”. Para responder correctamente, monjes, el monje tendrá que responder así: “Este venerable, viviendo en comunidad o viviendo sólo, viendo que unos van por el buen camino, otros por el malo, que unos instruyen a un grupo [y otros no], que algunos se involucran en asuntos materiales y otros no se ensucian con asuntos materiales, no desprecia a ninguno de ellos”.15 Además, esto yo lo he oído de la boca del Bienaventurado y lo he aprendido del mismo Bienaventurado: “Yo me controlo sin miedo, no por miedo, no me entrego a los placeres de los sentidos porque estoy libre de apego y lo he eliminado”.
11. »Monjes, entonces habría que interrogar al Tathāgata aún más: “¿Tiene o no tiene el Tathāgata cualidades impuras que puedan conocerse por el ojo y por el oído?”. Monjes, al responder, el Tathāgata respondería: “El Tathāgata no tiene cualidades impuras que puedan conocerse por el ojo ni por el oído”.
12. »Monjes, entonces habría que interrogar al Tathāgata aún más: “¿Tiene o no tiene el Tathāgata cualidades mixtas que puedan conocerse por el ojo y por el oído?”. Monjes, al responder, el Tathāgata respondería: “El Tathāgata no tiene cualidades mixtas que puedan conocerse por el ojo ni por el oído”.
13. »Monjes, entonces habría que interrogar al Tathāgata aún más: “¿Tiene o no tiene el Tathāgata cualidades puras que puedan conocerse por el ojo y por el oído?”. Monjes, al responder, el Tathāgata respondería: “El Tathāgata tiene cualidades puras que pueden conocerse por el ojo y por el oído: éstas son mi camino y éstas son mi dominio, pero yo no me identifico con ellas”.
14. »Monjes, merece