En palabras del Buddha. Bhikkhu Bodhi

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En palabras del Buddha - Bhikkhu Bodhi Clásicos

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superior del Dhamma.16 Entonces, puede confiar en el maestro: “El Bienaventurado está perfecta y completamente iluminado, el Dhamma está bien expuesto por el Bienaventurado, el Saṅgha practica bien”.

      15. »Monjes, si otros preguntan al monje: “Venerable, ¿cuáles son los hechos en que se basa el venerable para decir: ‘El Bienaventurado está perfecta y completamente iluminado, el Dhamma está bien expuesto por el Bienaventurado, el Saṅgha practica bien’?”. Para responder correctamente, monjes, el monje tendrá que responder así: “He aquí, amigos, que me acerqué al Bienaventurado para escucharle enseñar el Dhamma, el Bienaventurado me enseñó el Dhamma, lo más elevado, lo más sublime, lo oscuro, lo claro y sus relaciones mutuas. A medida, monjes, que el maestro me enseñaba de este modo, fui perfeccionando uno a uno los estados mentales hasta llegar al conocimiento superior del Dhamma”. Entonces pude tener fe en el Maestro: “El Bienaventurado está perfecta y completamente iluminado, el Dhamma está bien expuesto por el Bienaventurado, el Saṅgha practica bien”.

      16. »Monjes, de aquél cuya fe en el Tathāgata se establece, se arraiga y se fundamenta en estas cualidades, comportamientos y señales, se dice que su fe se basa en cualidades ciertas, está arraigada en la visión, es firme y no hay asceta, brahmán, deidad, Māra, Brahmā, ni nadie en el mundo que la pueda quebrantar.17 Así es, monjes, como se examina al Tathāgata según el Dhamma, así se examina bien al Tathāgata según el Dhamma».

      Así habló el Bienaventurado y los monjes se alegraron y se complacieron con sus palabras.

      (MN 47: Vīmaṃsaka Sutta; I 317-320)

      5. PASOS HACIA LA COMPRENSIÓN DE LA VERDAD

      10. En cierta ocasión, el brahmán Caṅkī,18 acompañado de una gran comunidad de brahmanes, se acercó hasta donde estaba el Bienaventurado, le saludó respetuosamente, mantuvo con él una breve charla cordial y se sentó a su lado.

      11. Después de mantener una breve charla cordial con varios brahmanes ancianos, el Bienaventurado se sentó. También se sentaba en aquella asamblea un joven llamado Kāpaṭhika, un adolescente de dieciséis años con la cabeza afeitada, que conocía bien los tres Vedas con su vocabulario, ritual, fonología, etimología y las narraciones históricas como quinta disciplina, y estaba versado en poética, gramática, cosmología y en las señales que distinguen a los grandes varones. De vez en cuando, interrumpía y se entrometía en la conversación que el Bienaventurado mantenía con los venerables brahmanes. Entonces, el Bienaventurado llamó la atención al joven brahmán: «Por favor, venerable Bhāradvāja,19 no interrumpa a los brahmanes de más edad en medio de sus deliberaciones, espérese a que terminen».

      Habiendo dicho esto, el brahmán Caṅkī dijo al Bienaventurado: «No haga reproches al joven Kāpaṭhika, señor Gotama. El joven Kāpaṭhika es de buena familia, muy culto, elocuente y erudito, está capacitado para dialogar con el honorable Gotama».

      12. Entonces el Bienaventurado pensó: «Ciertamente este joven estará versado en los tres conocimientos y por eso los brahmanes lo veneran tanto». A su vez, el joven Kāpaṭhika pensó: «Cuando el asceta Gotama me mire a los ojos, le voy a formular una pregunta». Entonces el Bienaventurado, habiendo adivinado la intención del joven Kāpaṭhika, le miró a los ojos. El joven Kāpaṭhika pensó: «el asceta Gotama me mira, voy a formularle una pregunta». Entonces el joven Kāpaṭhika dijo al Bienaventurado:

      «Honorable Gotama, los himnos de los antiguos brahmanes han sido fielmente transmitidos por una tradición oral, por una colección de textos sagrados y, por ello, los brahmanes llegan con certeza absoluta a la conclusión: “Ésta es la verdad, lo demás es falso”. ¿Qué tiene que decir de esto el honorable Gotama?».

      13. «Vamos a ver, Bhāradvāja, ¿es que hay alguno entre los brahmanes, siquiera uno sólo, que afirme: “Yo conozco esto, esto yo lo veo: ésta es la verdad, lo demás es falso”?». «De ningún modo, honorable Gotama».

      «¿Entonces qué, Bhāradvāja? ¿Es que hay entre los brahmanes algún maestro o alguno de los maestros de sus maestros hasta la séptima generación que afirme: “Yo conozco esto, esto yo lo veo: ésta es la verdad; lo demás es falso”?». «De ningún modo, honorable Gotama».

      «Veamos entonces, Bhāradvāja: ¿hay entre los brahmanes videntes del pasado, los autores de los himnos, los transmisores de los himnos, los que recitaron, promulgaron y compilaron los antiguos himnos védicos que aun hoy entonan y declaman los brahmanes, declamando sus palabras, repitiendo lo que dijeron, a saber: Aṭṭhaka, Vāmaka, Vāmadeva, Vessāmitta, Yāmataggi, Angirasa, Bhāradvāja, Vāseṭṭha, Kassapa y Bhagu.20 ¿Es que acaso ellos afirmaron alguna vez: “Esto que nosotros sabemos, esto que nosotros vemos: ésta es la verdad; lo demás es falso”?». «De ningún modo, honorable Gotama».

      «Así pues, Bhāradvāja, no hay ni un sólo brahmán que afirme: “Yo conozco esto, esto yo lo veo: esto es la verdad, lo demás es falso”. No hay ningún maestro entre los brahmanes, ni un sólo maestro de maestros hasta la séptima generación que afirme: “Yo conozco esto, esto yo lo veo: ésta es la verdad, lo demás es falso”. Ni tampoco los brahmanes videntes del pasado, los autores de los himnos, los transmisores de los himnos…afirmaron nunca: “Nosotros sabemos esto, nosotros vemos esto: esto es la verdad, lo demás es falso”. O sea, Bhāradvāja, que es como una fila de ciegos que van de la mano: el primero no ve nada, el del medio, tampoco, y el último, tampoco. Así es precisamente lo afirmado por los brahmanes: similar a una fila de ciegos donde ni el primero ve, ni el del medio ni el último. Entonces, ¿qué piensas, Bhāradvāja? Siendo esto así, ¿no te parece que la fe de los brahmanes carece de fundamento?».

      14. «No es así, honorable Gotama, los brahmanes no veneran algo solamente por fe, también lo veneran por tradición».

      «Antes, Bhāradvāja, te basabas en la fe. Ahora te basas en la tradición. He aquí, Bhāradvāja, las cinco cosas que aquí y ahora pueden resultar de dos maneras. ¿Cuáles son? La fe, la preferencia, la tradición, la conclusión de una demostración, la plausibilidad de una teoría.21 Éstas son, Bhāradvāja, las cinco cosas que aquí y ahora pueden resultar de dos maneras. Puede ocurrir, Bharadvāja, que algo sea creíble, y resultar ser vacío, vano y falso, o puede ocurrir que no sea creíble, pero resulte ser real, verdadero y cierto. Algo puede aceptarse por preferencia … por tradición … por ser razonable … por ser plausible, y resultar ser vacío, vano, falso; y algo puede no aceptarse por preferencia … por tradición …por ser razonable … por ser plausible, y resultar ser real, verdadero y cierto. Así pues, Bhāradvāja, la persona sabia que salvaguarda la verdad no llega con certeza absoluta a la conclusión: “Ésta es la verdad, lo demás es falso”».22

      15. «¿Cómo entonces, honorable Gotama, salvaguardar la verdad?23 ¿Cómo se salvaguarda la verdad? Preguntamos al honorable Gotama por la salvaguardia de la verdad».

      «Si una persona tiene fe y dice “ésta es mi fe”, esa persona salvaguarda la verdad, pero no llega con certeza absoluta a la conclusión: ésta es la verdad, lo demás es falso. Así, Bhāradvāja, se salvaguarda la verdad, así es como se salvaguarda la verdad, así es como enseñamos la salvaguardia de la verdad, pero eso no es aún el despertar a la verdad.24

      »Si alguien [acepta algo] por preferencia, Bhāradvāja, …por tradición …por ser la conclusión de una demostración …por considerar plausible una teoría [y afirma]: “Ésta es mi preferencia …mi tradición …la conclusión de mi demostración …la consideración de la plausibilidad de mi teoría”, de él se dice que salvaguarda la verdad, pero todavía no llega con certeza absoluta a la conclusión:

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