Plan general de contabilidad. ADGD0308. Manuel Abolacio Bosch
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3. El método de registro contable: la partida doble
4. Balance de comprobación de sumas y saldos
5. El resultado de la gestión y su representación contable: la cuenta de pérdidas y ganancias
6. Plan General Contable en vigor
8. Periodificación de gastos e ingresos
9. Cierre y apertura de la contabilidad
10. Realizar un ciclo contable básico completo
Ejercicios de repaso y autoevaluación
Capítulo 4 Contabilidad del IVA en los libros auxiliares
3. Clasificación de los impuestos
4. El Impuesto sobre el Valor Añadido
5. Operaciones sujetas, no sujetas y exentas al impuesto
6. Tipos de IVA vigentes en España
8. El IVA en las operaciones intracomunitarias
Ejercicios de repaso y autoevaluación
Capítulo 1
Interpretación de la documentación y de la normativa mercantil y contable
1. Introducción
Si bien no en la misma forma en que hoy la conocemos, la contabilidad ha existido desde el origen de los tiempos. La necesidad de conocer las pertenencias y deudas era ya algo totalmente consolidado cuando el trueque era la principal forma de comercio.
El desarrollo industrial generó una mayor complejidad en las operaciones mercantiles, provocando un desarrollo de la contabilidad que las empresas realizaban para ir adaptándola a los nuevos tiempos y las nuevas prácticas. Hoy en día, la contabilidad sigue evolucionando en función de la forma de hacer negocios.
Por ello, se va a dedicar este capítulo a comprender qué es la contabilidad, el soporte documental que esta usa para el registro de sus operaciones y lo que se entiende por empresa, así como los primeros conceptos clave (gastos, ingresos, pagos y cobros) para poder ir profundizando en la técnica de registro de las transacciones empresariales.
2. Concepto de contabilidad
Un consultor contable, realizando sus tareas ordinarias, se desplazó a un pequeño pueblo en el que encontrándose perdido entabló conversación con un ganadero de la zona. Mientras le preguntaba cómo llegar a su destino, aprovechó la circunstancia que se le había dado para intentar hacer negocios.
1 “Y a usted, ¿quién le lleva la contabilidad?”, preguntó el consultor.
2 “¿Contabilidad?”, respondió.
Ante la cara de asombro del consultor y sin saber muy bien por qué lo hacía, el ganadero sacó una libreta que él usaba y se la mostró.
En esta libreta tenía información perfectamente organizada de sus quehaceres diarios. En una de sus páginas anotaba las compras de los alimentos para sus animales, registrando a quién se las compraba y si estaban pagadas o lo tendría que hacer en una fecha futura.
En otra de sus páginas, tenía ordenados por fecha los pedidos que le habían hecho mercados, amigos y empresas de los productos que obtenía de sus animales y si ya los había cobrado o no.
En otra, los animales de los que disponía, si se encontraban en mejor o peor estado, diferenciando si los tenía para la obtención de productos o para la venta del propio animal una vez tuviese el tamaño adecuado.
También registraba en una hoja diferenciada las cantidades que iba cobrando y pagando, sabiendo en cada momento el dinero de que disponía.
Y así, con más información que, poco a poco, iba dejando sorprendido al consultor, hasta que finalmente este dijo:
1 “Ya veo que usted mismo lleva su contabilidad.”
Contable
Si bien la anteriormente expuesta es una imagen muy simplificada y que habría que estudiar si la forma en que aquel ganadero registraba sus derechos y obligaciones se ajustaba a las normas y regulaciones contables, mercantiles y fiscales que se deben respetar, sí que podría considerarse que ese hombre en esencia estaba realizando una contabilidad.
La contabilidad