El libro conciso de los puntos gatillo. Simeon Niel-Asher
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Figura 1.1: Mapa (posible) del dolor de John F. Kennedy. Erector inferior de la columna bilateral, glúteo mayor, menor o mínimo y medio a ambos lados; tensor de la fascia lata a ambos lados; gastrocnemio a ambos lados.
Figura 1.2: Fotografía de Janet Travell y John F. Kennedy; su historia de éxito más famosa. http://www.janettravellmd.org.
Breves comentarios antes de empezar
Puede haber muchos motivos por los cuales tenemos puntos gatillo, por lo que es importante considerar nuestros puntos gatillo en el contexto del resto del organismo. Hay que destacar que las técnicas presentadas en esta obra no sustituyen el tratamiento de un médico cualificado; pese a que las molestias y los dolores de los puntos gatillo son comunes, en ocasiones puede haber una patología subyacente. Siempre es recomendable que un médico cualificado o un fisioterapeuta con experiencia establezcan un diagnóstico correcto de la patología.
Dolor agudo y crónico
Los expertos estiman que los puntos gatillo miofasciales son la causa principal ¡en el 75-95 por ciento de los casos de dolor muscular! Por ello, si sabemos lo que significan los puntos gatillo y aprendemos a «apagarlos», es muy probable que podamos superar el dolor.
Los puntos gatillo se presentan por diferentes motivos; algunos de los factores más comunes que hay que tener en cuenta son:
• Postura con la cabeza en anteversión (patrón cruzado superior).
• Hombros redondeados (patrón cruzado superior).
• Ladear la cabeza (postura cuando hablamos por teléfono).
• Estrés por factores ocupacionales/ergonómicos.
• Estar de pie encorvado (patrón cruzado inferior).
• Sentarse encorvado (p. ej., delante de la pantalla del ordenador/ergonomía).
• Sentarse con las piernas cruzadas.
• Postura habitual y/o hábitos.
• Postura al conducir.
• Escoliosis.
• Hipermovilidad articular.
• Levantar/cargar pesos.
• Síndrome de la ATM.
• Síndrome del latigazo cervical.
• Acortamiento primario de la extremidad inferior (APEI).
• Actividad o deporte repetidos.
• Deficiencia crónica de vitaminas y/o minerales.
• Deficiencia de hierro e hipotiroidismo.
• Factores iatrogénicos (inducidos por la medicación).
En caso de dolor crónico o de larga duración se producirán compensaciones y adaptaciones en una serie de músculos de forma local e incluso en zonas alejadas de donde se localiza el dolor.
Los puntos gatillo pueden ser activos (dolorosos) o inactivos (latentes). También se pueden manifestar en músculos secundarios o como satélites en y alrededor de la vecindad del dolor primario. Pueden imitar patologías como angina, bursitis, prostatitis, apendicitis, cistitis, artritis, esofagitis, síndrome del túnel carpiano, enfermedad inflamatoria pélvica, diverticulosis, costocondritis, ciática y dolor por ataque cardíaco o biliar.
Puntos gatillo 101
El término punto gatillo fue acuñado en 1942 por la doctora Janet Travell para describir zonas o nódulos dolorosos que se sienten como bandas tensas en el músculo. Todos los puntos gatillo parecen tener las siguientes características:
• Dolor, a menudo especial, presente en un determinado punto.
• Nódulo sumergido en una banda tensa en el músculo.
• La presión reproduce los síntomas de dolor, con irradiaciones en una distribución específica y reproducible (mapa).
• El dolor no puede explicarse con los hallazgos obtenidos en un examen neurológico.
Una de las características más importantes de los puntos gatillo es que pueden encontrarse sumergidos en los músculos alejados de donde se siente el dolor. En parte, éste es el motivo del fracaso de muchos tratamientos. Con mucha frecuencia, en lugar de buscar el origen del dolor, los terapeutas y los médicos consideran el lugar donde duele. El punto gatillo acorta y engrosa el músculo que lo alberga y reduce su eficacia; esto puede dar lugar a una presión sobre nervios y vasos sanguíneos. Conocer los puntos gatillo y sus mapas nos ayudará a encontrar la fuente del dolor.
¿Cuáles son las características físicas de los puntos gatillo?
Nuestro idioma no es suficientemente sofisticado como para describir las sensaciones: lamentablemente, todavía no hemos desarrollado un vocabulario idóneo para clasificar lo que sentimos con nuestras manos. Teniendo en cuenta esta limitación, intentaremos clasificar los puntos gatillo según lo que sentimos:
• Nódulos pequeños del tamaño de una cabeza de alfiler.
• Nódulos del tamaño de un guisante.
• Bultos grandes.
• Varios bultos grandes unos cerca de los otros.
• Puntos sensibles sumergidos en bandas tensas de un músculo semiduro que sentimos como una cuerda.
• Bandas como cuerdas situadas una cerca de la otra como espaguetis parcialmente cocidos.
• La piel por encima de un punto gatillo está ligeramente más caliente que la piel circundante (debido a un aumento de la actividad metabólica/autonómica).
Miofascia
Imaginemos que somos una naranja. Nuestra piel es la fascia (superficial), repleta de pelos y receptores; la parte blanca y dura debajo de la piel es la fascia; las bolsas que rodean cada segmento son fascias (profundas), y si miramos muy detenidamente, el zumo de la naranja se engloba en bolsas de fascias incluso más pequeñas. En cierta medida, algo similar ocurre en nosotros: nuestra fascia está por todas partes. Envuelve y soporta los órganos, los huesos y los tendones. Cuando rodea los músculos, se denomina miofascia o fascia muscular. La fascia es un tejido vivo y tiene memoria; también contribuye al transporte y desplazamiento de productos químicos y de otras sustancias por el organismo. Cuando hablamos de «puntos gatillo miofasciales», nos referimos a un punto gatillo en un músculo específico y su fascia envolvente. Las miofascias conectan muchas zonas del organismo, por lo que, en ocasiones, se denomina tejido conectivo.
¿Qué es el tratamiento de los puntos gatillo?
El tratamiento de los puntos gatillo cubre una serie de técnicas destinadas a desactivar estos