Cómo prevenir y tratar las lesiones deportivas (Color). Jordan D. Metzl
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Tendón largo y grueso que discurre por el dorso de la pierna e inserta los músculos gastrocnemio y sóleo en el calcáneo. Su nombre procede del héroe griego Aquiles, cuyo único punto vulnerable era el talón.
El mayor de los dos músculos de la pantorrilla (junto con el sóleo) y el más próximo a la superficie cutánea. Este músculo se inserta en el fémur por encima de la rodilla y en el calcáneo mediante el tendón de Aquiles. La acción principal de ambos músculos de la pantorrilla es extender el tobillo, si bien el músculo gastrocnemio soporta una mayor carga de trabajo cuando la rodilla está extendida.
El menor de los dos músculos de la pantorrilla (junto con el gastrocnemio). Este músculo se inserta por debajo de la rodilla en el calcáneo mediante el tendón de Aquiles. La acción principal de ambos músculos de la pantorrilla es extender el tobillo, si bien el músculo sóleo soporta una mayor carga de trabajo cuando la rodilla está flexionada.
El mayor de los dos huesos de la pierna (junto con el peroné). Conecta la rodilla con el tobillo. Este hueso resulta afectado en la gran mayoría de los casos de síndrome tibial por sobrecarga, ya sea una lesión que irrita el hueso, o una fractura.
El hueso del talón. El tendón de Aquiles se inserta en la cara superior de este hueso. La tuberosidad del calcáneo, cerca de la porción posterior del talón, es donde la fascia plantar se conecta con la porción posterior del pie.
Grandes ligamentos que conectan la tibia y el peroné justo por encima del tobillo. Estos ligamentos son los que más suelen lesionarse en los esguinces altos de tobillo, por lo general, cuando el pie se tuerce en inversión forzada.
SÍNTOMAS
Un dolor muy intenso en la planta del pie, sobre todo cuando se corre o incluso al levantarse de la cama por la mañana.
CAUSA
La inflamación de la fascia plantar, una banda de tejido conjuntivo que discurre del calcáneo a la cara anterior del pie. Este tejido ayuda a mantener la combadura del arco plantar del pie, le da forma y colabora en la estabilidad cuando el pie golpea el suelo y durante el despegue del pie.
La lesión de la fascia suele comenzar donde la fascia se une con la protuberancia ósea de la base del talón, que recibe el nombre de tuberosidad del calcáneo, uno de los términos anatómicos más divertidos. La inflamación y el dolor proceden de una tensión excesiva. Los músculos situados por encima y la forma del pie por debajo contribuyen a su desarrollo. Los músculos de la pantorrilla (específicamente el gastrocnemio y el sóleo) conectan el calcáneo por medio del tendón de Aquiles. Cuando esos músculos están tensos, el tendón tira del hueso desde arriba, y la fascia se estira y se distiende. Las personas con el arco plantar elevado son especialmente propensas a la fascitis plantar porque el arco en sí también contribuye a la tensión de la fascia.
Los casos leves pueden volverse graves rápidamente. La inflamación convierte a la fascia en más propensa a los microdesgarros, que causan dolor debilitante.
Los casos graves duran meses. Una vez, mi hermano pequeño estuvo en el dique seco 10 meses por una fascitis plantar, y conozco muchos pacientes con casos similares.
SOLUCIÓN
• Reposo dinámico. Evita la actividad causante. Cuanto antes se trate la fascitis plantar, mejor. La duración del reposo depende de la gravedad del caso, pero cuenta con estar fuera de juego al menos un par de semanas. Céntrate en actividades para el hemicuerpo superior en las que no intervengan los pies. ¿Es una faena? Por supuesto, pero ¡evitarás lisiarte!
• Estiramientos. Aplica los estiramientos descritos en «Prevención». Ten cuidado, ve poco a poco. La intención es aliviar la tirantez de la zona, no prepararte para un partido o una carrera. A medida que la lesión se vaya curando, adopta el hábito de hacer estiramientos permanentemente.
• Toma AINE. Antiinflamatorios como ibuprofeno o naproxeno reducen el dolor y la inflamación.
• Férulas nocturnas. Las botas ortopédicas (que cuestan entre 20 y 60 dólares) son útiles si se llevan por la noche. Lo mejor es que un médico recomiende la mejor para tu caso, ya que hay varias opciones. Consulta «Cuándo acudir al médico».
• Vuelve poco a poco al deporte. No reinicies una actividad intensa con el hemicuerpo inferior hasta que dejes de sentir dolor. Si no atiendes a razones, quizá agraves la lesión y pases más tiempo lejos de la competición.
PREVENCIÓN
• Mantener la flexibilidad. La mejor forma de estirar esta área es apoyar los dedos del pie y el antepié contra el borde vertical de un escalón, el talón en el suelo mientras te inclinas lentamente hacia delante manteniendo la pierna recta hasta sentir el estiramiento en la pantorrilla. Repite el estiramiento con la rodilla flexionada y percibe el estiramiento más abajo cerca del tendón de Aquiles. Aguanta el estiramiento de 15 a 20 segundos y repite varias veces en cada posición. Lo ideal es que lo hagas a diario, antes y después del ejercicio.
• Rodar el pie sobre una pelota. Es una medida preventiva sencilla que puedes practicar en cualquier sitio, incluso sentado en el despacho mientras trabajas. Unos minutos al día, haz rodar adelante y atrás una pelota de tenis bajo el pie. La pelota masajea y relaja la fascia.
• Usa plantillas. Las plantillas sin receta médica con el arco plantar duro son útiles, sobre todo para personas con el arco plantar alto. La prescripción de plantillas es otra opción, porque son a medida de tu pie, aunque sugiero probar antes las primeras (son mucho más baratas), porque según mi experiencia, en torno al noventa por ciento de los pacientes obtienen buenos resultados con ellas. Si no funcionan, acude a un podólogo para hacerte un par a medida.
Si en dos semanas los síntomas no mejoran, pide cita con el médico. Es probable que el médico te haga aplicar los remedios aquí recomendados, así como tratamientos más agresivos dependiendo de la gravedad de la lesión; a saber: llevar una férula por la noche, tener unas zapatillas con el arco plantar alto junto a la cama para cuando nos levantemos (lo cual podría reagravar la lesión antes de que se cure por completo), fisioterapia e inyecciones de corticosteroides para aliviar la inflamación.
Otro tratamiento potencial es el plasma rico en plaquetas (PRP). Es un tratamiento nuevo pero muchos deportistas profesionales lo han usado y han obtenido resultados. En áreas del cuerpo que no cuentan con mucha irrigación,