Los laberintos de la vida cotidiana. Fina Sanz

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Los laberintos de la vida cotidiana - Fina Sanz Psicología

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varios, más o menos largo, con un centro o varios: pseudocentros o centros engañosos para que descubras el verdadero centro. Es en ese sentido en el que nos interesa el laberinto; cuando hablamos de conocimiento no nos referimos al conocimiento racional, sino a otro más intuitivo, se trata de la apertura a otro nivel de conciencia.

      El laberinto es un símbolo sobre el difícil y complejo camino de la vida. «Habla de las verdades de la vida, de las dificultades y luchas, pero también simboliza la entrada, el centro y la nueva libertad una vez se vuelve al exterior».24

      c) La salida del laberinto implica volver tras haber hecho el viaje y la transformación interior, afrontando las vicisitudes del camino, conseguir llegar al centro (matar al monstruo, conseguir el objeto mágico de sanación o adquirir el conocimiento necesario para poder volver) y luego retornar al punto de partida que se transforma con el retorno del héroe o heroína, quienes a su vez llegan también cambiados, no vuelven como partieron; todo lo que les ocurrió durante el viaje les ha madurado.

      Así como cuando se anda el laberinto uno de los miedos que aparecen es no llegar al centro, una vez alcanzado, otro miedo es no encontrar la salida y quedar atrapado/a.

      9. EL VIAJE

      El laberinto simboliza un viaje, un viaje espiritual, un viaje heroico. Así se representa en diferentes mitos y leyendas de todo el mundo. Son viajes complicados, llenos de pruebas difíciles por las que la heroína o el héroe han de pasar. Una de las historias de viajes más conocidas en Occidente es la Odisea, de Homero. La Odisea nos narra el viaje que realizó Ulises, rey de Itaca –el héroe–, cuando volvía de la guerra de Troya para llegar a su país y a su casa. Anduvo perdido durante años teniendo que enfrentar un sinfín de viscisitudes, aventuras y desventuras con todo un panorama de emociones.

      Mientras, en Itaca ¿qué hace Penélope, su mujer? Teje y desteje, teje y desteje –¿a qué nos recuerda esto? Es lo que se vive también en los laberintos internos, como se verá en los capítulos II y III– mientras Ulises continúa su viaje hasta que consigue volver.

      El viaje del héroe se considera como «metáfora del proceso de desarrollo espiritual, durante el cual los diversos paisajes que la figura heroica recorre representan distintos aspectos de la psiquis humana y las pruebas físicas se convierten en exámenes de sus esfuerzos espirituales».25

      No hay atajos en el laberinto; es un camino de conocimiento. Hay que hacer todo el viaje, pasar por todas las emociones transformándose en un ser nuevo, depurándose para alcanzar el centro, el conocimiento y volver transformado/a. Eso requiere un tiempo y una maduración personal. ¿De qué serviría querer conocimiento si no se estuviera preparado para recibirlo?

      Cada tradición cultural tiene sus pequeños o grandes viajes espirituales. Los más pequeños pueden hacerse con frecuencia –vg. ir en romería a una ermita–, mientras que hay otros que por su dificultad o extensión en tiempo y espacio quizás pueden hacerse al menos una vez en la vida. El Camino de Santiago es el recorrido de viaje espiritual más emblemático de la cristiandad, así como La Meca lo es para el mundo musulmán o el Ganges para el hinduista.

      10. MITOS, LEYENDAS, CUENTOS Y NARRACIONES

      Los laberintos están relacionados con mitos y leyendas. «Los mitos, leyendas y cuentos no pretenden transmitir los hechos históricos de manera exacta, sino reflejar las vivencias del alma. Tratan de miedos, luchas y experiencias interiores que son comunes para muchos de nosotros».26

      El más famoso mito laberíntico de nuestra tradición cultural europea, es el del Laberinto de Creta.27 En líneas generales el mito podría resumirse así:

      «El rey Minos, casado con Pasífae, había pedido al dios Poseidón que le enviase una señal que confirmase su apoyo a Creta. Eso, además, le reconfirmaría también en su poder como rey. Poseidón aceptó la demanda pero a cambio exigió a Minos que a continuación le sacrificara el animal que le enviara como presente.

      »De las aguas, surgió un bellísimo toro blanco. Era tal su belleza y potencia que Minos, rompiendo la promesa que había hecho, decidió ofrecer en sacrificio otro animal.

      »Poseidón se enfureció y decidió castigarle: hizo que Pasífae se enamorara apasionadamente del toro blanco y copulara con él. De ahí surgiría el Minotauro, un monstruo mitad hombre, mitad toro.

      »El rey Minos pidió al arquitecto Dédalo, que construyese un laberinto para encerrar en él al Minotauro.

      »Uno de los hijos de Minos y Pasífae, Androgeo, que se distinguía por su destreza en las competiciones fue muerto en Atenas; unas versiones dicen que lo mataron jóvenes atenienses; otras, que fue el toro de Maratón que había enviado el rey de Atenas.

      »Frente a este acontecimiento, Minos declaró la guerra a Atenas obteniendo la victoria con el apoyo de Zeus. Pero una de las condiciones de paz fue que cada nueve años se enviaría a Creta siete jóvenes y siete doncellas que serían entregados como tributo y devorados por el Minotauro.

      »Después de dieciocho años, Teseo –hijo de Egeo, rey de Atenas– decidió formar parte de la comitiva que le iba a ser entregada al Minotauro, para enfrentarse a él y finalmente matarlo.

      »Al llegar a Creta, Teseo conoció a Ariadna –una de las hijas de Minos y Pasífae–, que se enamoró de él. Deseando ayudarle en su salida al laberinto, Ariadna le entregó, un ovillo de hilo, para que, una vez muerto el Minotauro, encontrase el camino de vuelta. Pidió a cambio que se casara con ella y la llevase a Atenas. Teseo entró solo al laberinto, se enfrentó y mató al Minotauro y consiguió salir y liberar a sus compañeros/as gracias al hilo de Ariadna. Cuando finalmente salieron de Creta, Teseo abandonó a Ariadna en una isla...»

      Una de las leyendas más conocidas en Europa se fue desarrollando a partir de relatos del siglo XII, en la Edad Media. Se trata de la leyenda del Grial. El viaje en busca del Grial que realizaron los Caballeros de la Tabla Redonda simboliza la búsqueda del paraíso.

      La importancia del viaje se nos muestra también en los cuentos que, deformados por ropajes posteriores,28 han ido encubriendo su verdadera enseñanza. Cuentos como Alicia en el País de las Maravillas; novelas clásicas como «La Divina Comedia» de Dante, o modernas como Atrapados en el hielo (la legendaria expedición a la Antártida de Schackleton) de Caroline Alexander, guiones de cine –La huella, de Mankiewicz– etc., tienen una estructura laberíntica.

      11. ALIADAS, ALIADOS Y MONSTRUOS

      En todo este recorrido solemos encontarnos con aliados/as y monstruos. Podríamos decir que un aliado o aliada sería una persona, animal o cosa que nos sirve de ayuda; mientras que el monstruo podríamos entenderlo como aquello que nos bloquea, perturba, engaña u obstaculiza el camino.

      Virgilio guiará a Dante a través de los Infiernos. El guía aparece como alguien que ayuda en el camino difícil, a no perderse. Es un aliado, diríamos, preferente.

      También Ariadna es una aliada. Representa la guía para Teseo, pues con su ovillo le ayudará a encontrar la salida del laberinto.

      En los mitos griegos, por ejemplo, los distintos dioses y diosas aparecen como aliados/as o enemigos/as (los monstruos).

      Cuando hablo de los monstruos que aparecen en el camino me refiero a los enemigos, a personajes malvados a veces sobrenaturales, o a las dificultades

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