El libro rojo. Карл Густав Юнг

Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу El libro rojo - Карл Густав Юнг страница 2

El libro rojo - Карл Густав Юнг Catena Aurea

Скачать книгу

VI. Escisión del espíritu

       Capítulo VII. Asesinato del héroe

       Capítulo VIII. Concepción de Dios

       Capítulo IX. Mysterium. Encuentro

       Capítulo X. Instrucción

       Capítulo XI. Resolución

       Liber Secundus

       Las imágenes de lo errante

       Capítulo I. El Rojo

       Capítulo II. El castillo en el bosque

       Capítulo III. Uno de los inferiores

       Capítulo IV. El anacoreta

       Capítulo V. Dies II

       Capítulo VI. La muerte

       Capítulo VII. Los restos de templos tempranos

       Capítulo VIII. Primer día

       Capítulo IX. Segundo día

       Capítulo X. Los encantamientos

       Capítulo XI. La apertura del huevo

       Capítulo XII. El infierno

       Capítulo XIII. El asesinato sacrificial

       Capítulo XIV. La locura divina

       Capítulo XV. Nox secunda

       Capítulo XVI. Nox tertia

       Capítulo XVII. Nox quarta

       Capítulo XVIII. Las tres profecías

       Capítulo XIX. El don de la magia

       Capítulo XX. El camino de la cruz

       Capítulo XXI. El mago

       Escrutinios

       Epílogo

       Notas

       Anexo A

       Anexo B: Explicaciones

       Anexo C: Registro del 16 de enero de 1916 del Libro negro 5

      “Los años en los que seguí mis imágenes internas fueron la época más importante de mi vida y en la que se decidió todo lo esencial. Comenzó en aquel entonces y los detalles posteriores fueron sólo agregados y aclaraciones. Toda mi actividad posterior consistió en elaborar lo que había irrumpido en aquellos años desde lo inconsciente y que en un primer momento me desbordó. Era la materia originaria para una obra de vida. Todo lo que vino posteriormente fue la mera clasificación externa, la elaboración científica, su integración en la vida. Pero el comienzo numinoso, que todo lo contenía ya estaba allí.”

      C. G. JUNG (1957)

      Jung compartía sus experiencias íntimas con su mujer y con otras personas de confianza. En 1925 dio cuenta en los seminarios del Club Psicológico de Zürich de su desarrollo profesional y personal, donde también llegó a hablar de su método de la imaginación. Más allá de eso, sin embargo, dejó poca constancia de sus experiencias. Por ejemplo, no inició a sus hijos en su auto-experimento. Ellos tampoco notaron nada al respecto. Hubiera sido difícil explicarles de qué se trataba. Ya resultaba una muestra de condescendencia cuando Jung le permitía a alguno de sus hijos que lo observara en su actividad de escritura y pintura. Para sus descendientes El libro rojo estuvo rodeado de un aura llena de misterio. Alrededor de 1930 Jung dio fin al experimento e hizo a un lado El libro rojo dejándolo inconcluso. Si bien tenía su lugar en el cuarto de estudio, el trabajo en él habría de quedar suspendido por décadas. No obstante, los conocimientos que Jung había adquirido penetraban implícitamente en sus nuevos escritos. Alrededor de 1959 intentó terminar de escribir el texto de El libro rojo sobre la base del antiguo borrador y completar una imagen inconclusa. También se dispuso a hacer un epílogo, pero por razones desconocidas tanto el texto caligráfico como también el epílogo se interrumpen en el medio de una oración.

      Jung falleció en 1961. Su legado pasó a manos de sus descendientes, la Comunidad de Herederos de C. G. Jung. Los derechos literarios de Jung significaron para estos un compromiso y un desafío: la realización de la edición alemana de la Obra Completa. En 1958 Jung había declarado en su testamento, sin mayores instrucciones, el deseo de que El libro rojo y los Libros Negros permanecieran en su familia. Por el hecho de que El libro rojo no había estado previsto para la publicación en la Obra Completa, la comunidad de herederos decidió que esto correspondía a la última voluntad de Jung y que se trataba de un asunto exclusivamente privado. Por lo pronto ésta se conformó con proteger las obras manuscritas de Jung como un tesoro y distanciarse del desarrollo de nuevos planes de publicación. El libro rojo permaneció otra vez por más de

Скачать книгу