Libertad para Belén. Soledad Deza
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Había una condena moral que se instaló en la atención sanitaria y se proyectó al proceso penal. Había que hacer público el caso para interpelar socialmente al Poder Judicial.
Necesitaba que Belén esté de acuerdo. Lo charlamos en el Penal. Paola, una oficial, me ayuda a convencerla. le aseguro que su nombre no aparecerá en ningún lado, pero le explico que necesitamos además de argumentos jurídicos, el apoyo de la gente. Denunciar la injusticia que está viviendo. Lo duda, teme exponerse. Le preocupa su familia y la vergüenza social que puedan pasar si la identifican.
Insisto. Acepta. Ahí nace Belén.
Me debato entre hacerlo público con la prensa nacional y pienso inmediatamente en Mariana Carbajal, una periodista comprometida con la comunicación con perspectiva de género y las cosas que nos pasan a las mujeres. Pero también pienso en Celina de la rosa de aPa! Agencia de Prensa Alternativa, compañera con quien hemos compartido marchas y reuniones.
El desafío era grande porque debíamos ser capaces de comunicar aquello que la voz de autoridad, el Poder Judicial, se había propuesto con éxito ocultar: un caso de aborto. Quien diera la primera noticia de Belén tendría que mostrar que detrás de una condena judicial se escondía la violación de derechos, las violencias y el Patriarcado.
Finalmente me decido por Celina De la rosa porque me parece importante que el caso tenga “voz” tucumana. Alguien que sepa en carne propia como es nuestra Provincia, nuestras políticas sanitarias, nuestros actores estratégicos y nuestra idiosincrasia en cuestiones de género. Hablamos y en el acto está en sintonía. El 25 de abril sale la primera nota, la que replicaron medios nacionales y la que se amplificó en otros países3. la que llegó a Rusia.
Sin ese primer “micrófono” que fue aPa!, el caso de Belén no hubiera sido el mismo. Con la pluma de Celina se contó el revés de la trama judicial: la trama patriarcal. Esa trama que la había colocado en el banquillo de los acusados siendo ella una víctima de un Sistema Machista.
Belén nunca fue la misma después de esa primera nota.
Luego Mariana Carbajal, desde Página 12, supo contarlo con su compromiso de siempre en una nota del día 26 de abril que se tituló “Un juicio para violar derechos”.
De ahí en más, todo fue creciendo en materia periodística. Repercusiones casi cotidianas y a nivel mundial. Y si bien las arremetidas de los medios de prensa hegemónicos fueron poderosas, no lo fueron tanto como para opacar la injusticia patriarcal que encarnaba Belén en su condena.
“Una mujer condenada a 8 años tras haber sufrido un aborto espontáneo en el hospital Avellaneda”
La mirada de Celina de la Rosa de APA!
La primera sensación al conocer la historia de Belén, fue sentir que lo mismo me podría haber pasado si hubiese tenido una complicación cuando tuve un aborto o, a mi amiga si no hubiésemos sido diez personas entre la familia y compañeros que la acompañamos en el hospital cuando tuvo una hemorragia postaborto.
Otra vez la sensación de doble opresión sobre nuestras vidas: por ser mujer y por ser pobre.
Cuando Soledad Deza, la Defensa Técnica de la causa de Belén (posterior a la condena) me contó el 20 de abril de 2016, paso a paso los atropellos, violaciones de derechos, violencias de las instituciones del Estado que llevaron a esta joven del hospital a la cárcel pensé que la tarea periodística desde la Agencia de Prensa Alternativa debía ser colaborar en dilucidar lo sucedido, mostrando los hechos, evidenciando la falta de pruebas, la contradicción entre los documentos de la causa y poniendo a la vista los debates que rondaban al caso desde una perspectiva de género y de derechos humanos.
Este caso ha marcado, a mi entender, la posición de las mujeres en esta sociedad y el peso de las desigualdades sociales tanto en la Salud como en la Justicia. Además, ha contribuido a tirar del pedestal a efectores de salud que violan el secreto profesional, a policías y funcionarios judiciales que construyen causas sin pruebas y que no investigan, a una defensa oficial que no defiende. Incluso, esta causa ha dejado en el tapete a jueces errados que juzgan según una cosmovisión y una clase dominante.
En la cobertura de esta historia he escuchado, estudiado, leído y aprendido mucho junto a otras. Pude ver como una mujer que estaba sola frente al Estado, pasó a fortalecerse y a ser acompañada provincial, nacional e internacionalmente.
El análisis sobre el rol de los medios de comunicación también se hizo necesario. Medios que privilegian el juego de las versiones más que los hechos y que son fieles las fuentes que ideológicamente les importan a los periodistas: policías, jueces, iglesia y funcionarios públicos. Medios que tomaron como línea editorial exponer la identidad de Belén sin que ello aportara en lo más mínimo a la información de la causa. Buscaron estigmatizarla y para ello vulneraron la ética periodística.
Es ideológico las voces que elegimos para entrevistar, aunque se lo quiera disfrazar de pluralidad. Es ideológico preguntar una y otra vez por el nombre real de Belén, aunque esté en las fronteras de la contradicción con la ética periodística difundir su identidad por la sensibilidad del caso y aunque no aporte informativamente nada a entender la causa. Por supuesto esto no implica que fuimos los únicos que cubrimos la causa de una manera que consideramos adecuada.
Desde APA! he podido trabajar junto a otros, acompañando paso a paso la salida de Belén de la cárcel. El mérito de su liberación respondió a: una abogada comprometida y un movimiento de mujeres que demostró su poder de fuego.
Foto que ilustró esa primera nota de APA
La lectura de los fundamentos de la condena
3 de Mayo Es un día de lluvia.
Belén es citada a los tribunales Penales para escuchar los fundamentos de su condena. El caso ya tomó estado público y desbordó el ámbito nacional. Hay muchos periodistas queriendo cubrir el caso.
Algunas organizaciones se acercan para acompañar. Era el preludio quizás de la Mesa Provincial que se armaría 6 días después.
Aprovechamos para presentar el cese de Prisión Preventiva. Argumentamos que su detención es arbitraria porque no reúne los requisitos procesales: Belén no presenta riesgo de fuga y no puede obstaculizar una investigación que terminó. También denunciamos que su prisión fue decidida “de oficio” por los Jueces que la condenaron, esto quiere decir, sin que haya habido un pedido del Ministerio Público.
Pedimos que en vez de constituirse el tribunal para la lectura de la sentencia, se le notifiquen los fundamentos en la alcaidía. Ella espera ahí, esposada. No queremos que su imagen se haga pública en una Sala de Juicios que estará atestada de fotógrafos.
El tribunal accede y Belén sale raudamente dentro de un camión celular de la Prisión Santa Ester, de vuelta al Penal. Nadie pudo verla y eso la deja tranquila. Después contaría emocionada que una vez ubicada dentro del celular, cuando quería esconder su cabeza para que nadie pudiera reconocerla, la guardia-cárcel que la custodiaba le dijo “estate tranquila ya nadie te puede ver, levantá la cabeza y mirá, toda esa gentes está acá por vos” y que cuando finalmente se animó a mirar, aflojó y se largó a llorar.