El Imperialismo, fase superior del capitalismo. V. I. Lenin

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El Imperialismo, fase superior del capitalismo - V. I. Lenin Cuadernos de Octubre

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Es con el método dialéctico como herramienta que se puede comprender este salto cualitativo en donde los preceptos del capitalismo se vuelven en opuestos. […]

      […] Como ya desarrollara Marx, este poder centrípe­to del capitalismo monopolista concentra y centraliza el proceso de producción. Lenin añade que la exportación de capitales se vuelve una necesidad, dado que en unos po­cos países el capitalismo ha madurado demasiado, y el ca­pital no encuentra campo para inversiones lucrativas. […]

      […] Como bajo el capitalismo el amo y señor es el ca­pital, el reparto se vuelve proporcional a éste, que no es más que decir proporcional a la fuerza. Pues en la lógica capitalista el único método de división es la fuerza, en­tendida como combinación política y económica. […]

      […] A partir de Lenin, y sus continuadores, los y las marxistas revolucionari@s, encontramos un nuevo eje de contradicción capitalista en los países dependientes con nuevos términos de oposición histórica: nación explota­dora y nación explotada. El antagonismo irreconcilia­ble de estos términos, no elimina la lucha de clases en el seno de ninguna de ambas, pero determina una diferen­cia cualitativa. […]

      […] La concentración de la producción, de la cual surgen los monopolios, es un gigantesco paso en la so­cialización de la producción. Por si se duda de que las condiciones estén o no para avanzar, Lenin conjugan­do la teoría con la practica encontró respuestas teóricas y prácticas.

      Maximiliano Riesnik

      La vigencia de la obra Leninista

      Los voceros del capitalismo repiten que “ya no hay im­perialismo”, que “es antiguo hablar de eso”. Es interesado y falso. El mundo actual sigue bajo dominio de las trans­nacionales y el capital financiero, o sea del imperialismo, con su rol de gendarme global. Así lo confirman el sa­queo de las corporaciones y las deudas externas, los bom­bardeos de EE.UU. y sus aliados en Medio Oriente, el plan de austeridad impuesto a Grecia por la troika euro­pea o el nuevo Tratado Transpacífico de “libre comercio”.

      Desde la aparición del texto de Lenin se han producido cambios. Surgieron las multinacionales y, con la globali­zación, el imperialismo aceleró sus dispositivos de domi­nación. En su fase imperialista, el capitalismo acentuó su carácter extractivista y destructor. Sigue la baja ten­dencial de la tasa de ganancia y su crisis ya es sistémica. Aun debilitado, EE.UU. sigue siendo la potencia domi­nante. Y las burguesías nacionales hace rato se volvieron socias menores del imperialismo y por ello subordinadas del todo a él, lo que refuerza aún más el nexo entre las tareas antiimperialistas y anticapitalistas.

      También hoy sigue vigente el método marxista, mate­rialista dialéctico, con el que un siglo atrás Lenin analizóel surgimiento del imperialismo. Ésta y todas sus obras estuvieron al servicio de construir la herramienta polí­tica, el partido bolchevique y la internacional, para to-mar el poder y hacer la revolución en su país y en todo el mundo. Invito a los jóvenes trabajadores y estudiantes que luchan y quieren cambiar todo, a esas nuevas gene­raciones de militantes y cuadros, a leer y hacer suyo este libro y las enseñanzas del Leninismo, que en lo esencial mantienen plena vigencia.

      Alejandro Bodart

      El Capitalismo es el Imperialismo

      El texto de Lenin sobre el imperialismo es una contri­bución central para la comprensión de la dinámica del capitalismo imperialista, fase superior del capitalismo de libre competencia, que rige el mundo desde hace más de un Siglo. En el plano científico puso en el centro del desarrollo del nuevo capitalismo a los monopolios como desarrollo de la concentración y centralización de la pro­ducción, la emergencia del capital financiero y el avance en la socialización en la producción.

      En el plano político señalo la insalvabilidad de las con­frontaciones intermonopólicas e interimperialistas por el dominio del territorio económico mundial, el carácter de clase de estas contradicciones y la presencia permanente de la guerra en el mundo. La paz solo como una tregua, como un tiempo de preparación para una nueva guerra.

      Sustentó como tesis de fondo, que solo la revolu­ción de la mano de los trabajadores y de los pueblos oprimidos en la lucha por la liberación social y nacio­nal hará posible un mundo de paz y justicia, un mun­do socialista.

      La dinámica de la mundialización capitalista con­tinúa rigiéndose, mas allá de muchas modificaciones, en los marcos de los contenidos teóricos aportados por Lenin. Han aparecido elementos nuevos que no solo no cuestionan el núcleo de su texto sobre el imperialis­mo sino que ayudan a una comprensión más profun­da del mismo.

      Continúa siendo una herramienta intelectual imprescin­dible para comprender la dinámica actual del imperialismo.

      Jorge Cardelli

      Vigencia de Lenin

      A 100 años de su aparición, el libro de Lenin sobre el imperialismo, constituye un aporte fundamental a la teo­ría marxista. El siglo XX y lo que va del XXI muestran su vigencia para desentrañar los cambios que se produ­cen en el capitalismo ahondando sus contradicciones y provocando guerras.

      En El Capital, Marx demostró con un análisis teórico e histórico que la aparición del monopolio al concentrar­se la producción es una ley general y fundamental de la presente fase del desarrollo del capitalismo.

      Kautsky , considerado “la máxima autoridad teorica” de la 2ª Internacional, sostuvo que se delineaba un de­sarrollo pacifico del capitalismo. Según el, los grandes capitalistas de las finanzas realizan sus anhelos -el be­neficio, la sed insaciable de ganancias- por métodos me-nos riesgosos y peligrosos. Ya en 1915, en plena guerra mundial de una ferocidad sin precedentes, Kautsky sos­tuvo que el “ultraimperialismo” significa la sustitución de la lucha de los capitales financieros entre si por la ex­plotación conjunta del mundo por el capitalismo finan­ciero internacional.

      Lenin refuta a Kautsky. Estudio la situación objeti­va de las clase dominantes en las Potencias, los funda­mentos de su vida económica, tomando el conjunto de los datos dada la extrema complejidad de la vida social.

      No hay imperialismos buenos. Como dice Lenin, las relaciones de dominación y la violencia ligada a ellas es lo típico en la fase contemporánea de desarrollo del capi­talismo como consecuencia inevitable de la constitución de los todopoderosos monopolios económicos.

      Es una ilusión cifrar esperanzas en las inversiones de los grupos económicos estatales y privados de las poten­cias imperialistas. Y es una política de entrega nacional la que practican las clases dominantes de nuestro país aso­ciándose y subordinándose a distintos imperialismos que disputan el control de la Argentina.

      En síntesis, Lenin desentraña los cambios operados. Demuestra “que el capitalismo se ha transformado en un sistema universal de sojuzgamieno colonial y de estrangula­ción financiera de la inmensa mayoría de la población del planeta por un puñado de países “adelantados”. El repar­to de este botín se efectúa entre dos o tres potencias rapa­ces y armadas hasta los dientes, que dominan en el mundo (Norteamérica, Inglaterra, Japón) y arrastran a su guerra, por el reparto de su botín a todo el planeta” (Lenin Obras Completas. t.22, Cartago, Buenos Aires, 1960. p-201).

      Carlos Echagüe

      A cien años, leer El Imperialismo es imprescindible

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