Black Sabbath. César Muela

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Black Sabbath - César Muela

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complicado saber si estaba pulsando bien las cuerdas, así que tuvo que aprender a tocar desde cero y guiándose por el oído. El siguiente inconveniente es que, sin la yema, el agarre en las cuerdas era casi nulo. Esto es importante para tocar con claridad y contundencia (hay que apretar y sujetar fuerte las cuerdas, más en el rock, estilo en el que la característica distorsión de la guitarra se convierte en ruido si no se toca con precisión), y clave para técnicas como el vibrato o el bending, que consisten en pulsar una cuerda y estirarla hacia arriba o hacia abajo, algo casi imposible de hacer sin un agarre adecuado. Por último, estaba el dolor en cada pulsación. La punta de sus dos dedos accidentados era prácticamente la de sus falanges, es decir, hueso sin el acolchamiento que proporcionan las yemas. En otras palabras: usar esos dos dedos le dolía mucho y no podía controlar lo que estaba tocando con ellos.

      Lejos de rendirse, Tony buscó una solución creativa cuanto menos. No podía hacer nada contra la falta de tacto porque no es posible regenerar las terminaciones nerviosas y la sensibilidad de las yemas, pero quizá sí para el resto de problemas. Empezó fabricándose unos dedales a base de trozos de una vieja chaqueta de cuero, tapones de bote de una conocida marca de lavavajillas y pegamento. Calentaba los tapones con una plancha y los amoldaba a la forma de sus dedos. Para que no se escurrieran al tocar, los recubrió con trozos de cuero y el citado pegamento.

      Los dedales no fueron su único invento. En aquella época no existía la enorme variedad de cuerdas de guitarra que hay en la actualidad. Ahora, además de distintos materiales, se pueden comprar en diferentes calibres. Hay quien prefiere que las cuerdas sean más gruesas o más finas, pero en los años sesenta había las que había y eran demasiado gruesas y duras para los delicados dedos de Tony, así que decidió ponerle varias cuerdas de banjo a su guitarra, que eran más blandas, y las combinó con las estándar de su instrumento. En palabras de Tony: «Pregunté a varios fabricantes si podían hacerme cuerdas de bajo calibre, pero me decían que no era posible. Yo les decía que sí... ¡porque yo mismo había podido hacerlo!, y entonces me decían que no se venderían bien. Al final encontré un fabricante en Gales que accedió a hacer para mí cuerdas de bajo calibre. Por supuesto, otros fabricantes empezaron entonces a vender cuerdas de bajo calibre».

      Además de esta curiosa mezcla, que utilizó durante años, bajó la acción del puente de la guitarra (hacer que las cuerdas estén más pegadas al mástil para que haya menos tensión), y también empezó a jugar con afinaciones más bajas (a afinación más grave, más sueltas están las cuerdas y, por tanto, menos dureza al tocar). Desde luego, en aquel momento Tony no pensaba que iba a marcar la historia de la música con estas decisiones e inventos, pero, como veremos, acabarían moldeando un sonido único, aunque él solo quería volver a tocar como fuera.

      Tony conoce a Bill

      Fue alrededor de seis meses después del accidente cuando Tony confiesa que dejó de sentir lo peor del dolor y pudo retomar una mayor actividad con la guitarra. Un día, unos chicos vecinos de Aston fueron a buscarle y le propusieron entrar como guitarrista principal a su grupo, que se llamaba The Rest. A Tony le llamó la atención que tuvieran dos amplificadores de válvulas de la marca Vox, justo el mismo modelo que tenía él, y que era caro para la época. También tenían guitarras Fender, de gran prestigio, así que pensó que iban en serio y decidió probar suerte.

      Uno de los integrantes se llamaba Bill Ward, que al principio cantaba y tocaba la batería, aunque terminaron fichando a un vocalista y Bill se acabó sentando tras los tambores. No tenía dinero para comprarse baquetas nuevas, así que usaba las que encontraba medio rotas o usadas de otros bateristas, pero a Tony le gustó su estilo tocando.

      Cuando Iommi empezó a ensayar con ellos, se dio cuenta de que al otro guitarrista, Vic Radford, le faltaba el dedo corazón. Al parecer, había sufrido un accidente con una puerta y este hecho hizo que Tony fuera perdiendo la vergüenza que sentía tras su varapalo: «Que hubiera perdido su dedo fue de gran ayuda para mí porque nunca había conocido a nadie con ese problema. Pensé, “¡maldición, los dos en el mismo grupo!”», afirma Tony.

      Su repertorio se componía de versiones de grupos como The Beatles, The Rolling Stones o The Shadows y lograron cierto éxito en la escena local de Birmingham, donde no les faltaron conciertos en pubs pequeños.

      Pronto The Rest se le quedó pequeño a Tony, así que en 1968 hizo la prueba de acceso a una banda de mayor nivel. Se llamaba Mythology y se formó en Carlisle, al noroeste de Inglaterra, cerca de la frontera con Escocia, así que cuando le dijeron que había pasado la audición, Tony se fue a vivir allí. Poco después se unió a la banda Chris Smith, que era el vocalista de The Rest, un grupo que firmó su desaparición en cuanto Mythology necesitó nuevo baterista. ¿Quién fue el elegido? Efectivamente, Bill Ward.

      La aventura con Mythology duró poco. Todos ellos compartían piso de alquiler en Carlisle. Una noche decidieron probar el hachís por primera vez en su vida (o eso dicen), y además de comprar un poco, el traficante que les vendió les preguntó si podían guardarle tres maletines llenos de la droga. Ellos, inocentes y quizá algo «perjudicados» en esos momentos, aceptaron confiando en que volvería pronto a recoger toda aquella marihuana. Error. La policía acabó haciendo una redada en su piso justo al amanecer, cuando ellos estaban dormidos. Probablemente fue por un chivatazo de la dueña de la propiedad, que vivía en el mismo bloque, junto a que la policía estaba buscando a ese traficante en concreto. Los cuatro integrantes de Mythology acabaron detenidos. «Salió en todos los periódicos porque era algo grave entonces: "Grupo de música pillado con drogas". Llegó a las noticias nacionales y a Birmingham, así que mis padres se enteraron. Imagina a los vecinos: "Ese chico Iommi es un drogadicto"», recuerda Tony.

      Les acabaron poniendo una multa de 15 libras esterlinas a cada uno y les dejaron en libertad condicional. Afortunadamente, el mismo sargento que les detuvo les ayudó cuando la policía descubrió que ellos no eran el traficante que buscaban. Sin embargo, el daño para Mythology ya estaba hecho. Nadie quería que un grupo de supuestos drogadictos tocara en ningún sitio, así que se disolvieron y Tony y Bill regresaron a Birmingham.

      La joyita de Aston: John Osbourne

      John Michael Osbourne (Birmingham, 1948) vivió su infancia y adolescencia en Aston junto a sus padres, Jack y Lilian, y sus cinco hermanos y hermanas en una humilde casa de Aston de tan solo dos habitaciones. Decir que les costaba llegar a fin de mes quizá sea quedarse cortos.

      Dejó el instituto a los 15 años, aunque no fue especialmente recordado por su excelencia académica ni por su actitud ejemplar. En su defensa hay que decir que le costaba mucho leer y concentrarse, algo que acabó teniendo su explicación cuando tenía 30 años, momento en el que le diagnosticaron dislexia y trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).

Illustration

      Ozzy Osbourne, también conocido como el «padrino» del heavy metal o el «príncipe de las tinieblas».

      Sin embargo,

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