Redes sociales, cultura y poder. Larissa Adler-Lomnitz
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8. REDISTRIBUCIÓN Y POLÍTICA
Petras[12] ha demostrado que la crisis del salitre en la década de 1920 causó una burocratización prematura de Chile. La clase media se concentró en el poder administrativo como un medio para perpetuar su existencia. Su expresión política más relevante constituyó el Partido Radical (fundado en 1843), partido que dominó la política chilena durante el periodo de 1920 a 1950. Inicialmente este partido promovió el desarrollo económico mediante la implementación de tarifas proteccionistas y otros medios legales que crearon un clima económico favorable para el auge de nuevas élites urbanas. Sin embargo, la industrialización de Chile acabó por retrasarse considerablemente. Hacia 1950 la tasa de desarrollo se estancó y “la clase de los empleados y de las profesiones liberales usó su influencia para incrementar las filas de la administración pública… a costa de nuevas inversiones del capital del Estado”.[13]
La influencia política de la clase media parece estar relacionada con ciertas formas características de intercambio. Muchos informantes afirmaron que el sistema chileno de partidos en general, y del Partido Radical en particular, se basaba en gran parte en el “compadrazgo”. A grandes rasgos el mecanismo es el siguiente. Un funcionario político usa su situación en la burocracia para hacer numerosos favores a sus amigos: exenciones de multas de tránsito, permisos municipales, empleos en la burocracia provincial, pensiones y fondos de retiro, etcétera. Eventualmente aumenta el número de tales “clientes” y el alcance de sus relaciones recíprocas hasta abarcar a personas que pueden reciprocar solamente con gratitud y adhesión política. Esta situación de intercambio desequilibrado conduce a la adquisición de poder, debido a la posibilidad de beneficiarse políticamente con los favores dispensados en el pasado. El funcionario político acaba por convertir favores en votos. Este proceso es gradual y en apariencia se asemeja una conversión de reciprocidad diádica a relación de redistribución: el apoyo político entregado colectivamente al político, significa poder que a su vez es convertible en recursos (dinero, empleos, contratos, favores burocráticos, influencia), recursos que pueden luego redistribuirse entre sus partidarios.
Resulta significativo anotar que este tipo de políticos siempre han surgido de la clase media. La redistribución comienza entre la clase media a medida que la distancia social horizontal rebasa el círculo de amigos y conocidos del candidato, y eventualmente abarca también a personas de clase baja, especialmente obreros y técnicos en el empleo publico o municipal. Existen conocidos ejemplos de caciques políticos, semejantes a aquellos descritos por Sahlins[14] que han logrado consolidar un grupo independiente de partidarios a través de este sistema. Éstos no representan el único tipo de políticos que surgen en Chile, y se han vuelto menos comunes ahora que la política chilena se encuentra dominada por partidos de ideología bien definida. Sin embargo, la historia de los gobiernos de clase media podría analizarse desde del punto de vista de una redistribución de beneficios sociales y económicos a la clase media y baja. A escala organizacional los grandes partidos de dase media representan centros de redistribución de beneficios sociales. Los caricaturistas políticos solían retratar el Partido Radical como una gigantesca olla de comida, rodeada de partidarios armados con cucharones.
9. “COMPADRAZGO” E INTERCAMBIO DE MERCADO
Yendo al extremo opuesto, un miembro de la clase media puede también vender sus favores impersonalmente a cambio de dinero, a personas de clase alta cuya distancia social es muy grande. En tales casos cualquier relación personal o de amistad se considera imposible. La aceptación del soborno implica un reconocimiento de inferioridad de clase, puesto que excluye la posibilidad de tener amigos en común o de ofrecer algún tipo de reciprocidad.
El soborno es esencialmente una forma de intercambio de mercado: un beneficio material mutuo se obtiene mediante “un contrato libre e informal”.[15] Aquí también existen etapas de transición entre “compadrazgo” y soborno, correspondientes a otras tantas diferencias de distancia social. Por ejemplo entre un industrial y un inspector de impuestos puede existir un “arreglo”, que consistirá en que este último pasa de vez en cuando a seleccionar una pieza de mercadería a su gusto: Nunca se le enviará una cuenta por este tipo de “adquisiciones”. Hay funcionarios públicos complacientes que reciben tarjetas de visita, con la invitación verbal de pasar a llevarse alguna mercadería con un descuento especial. Finalmente, ha aumentado…
[*] Me es grato expresar mis agradecimientos a los doctores James Anderson, Nelson H.H. Grabum, Guillermo de la Peña, François Lartigue, Ángel Palerm y Alfonso Villa Rojas por sus comentarios y sugerencias. Mi esposo el doctor Cinna Lomnitz colaboró con el diseño de las ilustraciones. Agradezco el permiso otorgado por el doctor George Dalton para publicar esta versión española de un trabajo publicado originalmente en el libro “Studies of Economic Anthropology” editado por el doctor Dalton para la Asociación Americana de Antropología (1971).
[1] James Petras: Negociadores Políticos en Chile, Monthly Review, enero-febrero, 1970, p. 123. Vega, Julio: “La clase media en Chile”; materiales para el estudio de la clase media en América Latina, Unión Panamericana, Washington, 1950, pp. 90-91. Ruiz Urbina, Antonio et al.: Estratificación y movilidad sociales en Chile, Centro Latinoamericano de Investigaciones de Ciencias Sociales, vol. 17, Brasil, 1961, pp. 16-17.
[2] Briones, Guillermo: “La estructura social y la participación política”, Revista Interamericana de Ciencias Sociales, 1963, p. 336.
[3] Vega, op. cit., pp. 86-87. Johnson, J.J.: “The Political Role of the Latin American Middle Sectors”, Anuals of the American Academy of Political and Social Science, 1961, p. 22. Gillin, John, “Some Signposts for Policy”, Social Change in Latin American Today, Vintage Books, N.Y., 1960. pp. 22-23. Petras, op. cit., pp. 107-111.
[4] UNESCO: Social Development in Latin America in the Post-Nar Period, E/C/N 12/650-1964, Mar del Plata, Argentina, mayo, 1963, pp. 104.
[5] La autora se considera un miembro de la clase media chilena. Los datos iniciales sobre el “compadrazgo” provenían de un grupo de alrededor de 29 estudiantes chilenos en la Universidad de California, entrevistados en Beckeley en 1966. El trabajo de campo fue completado en Santiago durante el periodo 1967-68 incluyendo entrevistas abiertas, no estructuradas, con muchos amigos y conocidos, además de observación participante del “compadrazgo” en una gran variedad de situaciones. Sería interesante investigar las modificaciones que se han producido en las formas del “compadrazgo” y de las relaciones de intercambio entre clases a raíz de los cambios políticos ocurridos en 1970, cuando subió al poder una coalición de partidos de izquierda.
[6] Es probable que existan sistemas de reciprocidad de favores similares al “compadrazgo” tanto en la clase alta, como en la clase obrera. Sin embargo, este tema rebasa los objetivos de este trabajo.
[7] Alvin M. Gouldner: The Norm of Reciprocity, American Sociological Review, vol. 25, 1960, pp. 173.
[8] Karl Polanyi: Trade and Market in the Early Empires, Karl Polanyi,