López Obrador: el poder del discurso populista. Luis Antonio Espino
Чтение книги онлайн.
Читать онлайн книгу López Obrador: el poder del discurso populista - Luis Antonio Espino страница 6
1 “Nosotros” tomamos la decisión de combatir el robo de combustible.Tomamos la decisión de iniciar este plan y ahora van ustedes a conocer los detalles, porque queremos que todo el pueblo de México esté informado. Antes ni siquiera se daba la información. Para tener una idea, con lo que se han robado este año alcanzaría para financiar el 40 por ciento de una refinería o, para ponerlo en otros términos, tres años de robo de combustible es equivalente a una refinería nueva. Por eso vamos a combatir este robo afuera y adentro de las instalaciones de PEMEX.22Se tomó una decisión, actuamos y se logró el propósito, disminuir el robo de combustible considerablemente. No es poco un ahorro en términos generales de alrededor de 50 mil millones de pesos.23
2 “Nosotros” podríamos abrir los ductos, pero sería tolerar el robo.24Sería fácil abrir los ductos y decir: ‘Se normalizó ya la situación’, pero mantener a sabiendas el robo, es decir, aceptar, tolerar el robo. Eso no lo vamos a hacer, vamos a resistir todas las presiones que sean.25
3 “Nosotros” siempre tomamos buenas decisiones y por eso tenemos garantizado el abasto de gasolina.Hay un plan. Las más de 600 pipas las maneja el Ejército y cargan, por ejemplo, en Tuxpan y traen la gasolina a la Ciudad de México. Tomamos muy buena decisión de comprar este equipo y ya no tener ese problema que enfrentamos del desabasto de gasolinas. Y esto lo está garantizando el Ejército.26Hay suficiente combustible en el país, tenemos gasolinas en el país, no es un problema de abasto nacional, es una situación especial de distribución que estamos normando para evitar el robo.27Tenemos gasolina para mucho tiempo. Es un asunto de distribución al interior del país por el sabotaje en los ductos, al tomarse la decisión de no permitir el robo de combustible.28
4 “Nosotros” estamos cuidando los recursos del “pueblo”.Se trata de un plan estratégico necesario, urgente por lo que implica en cuanto a fuga de dinero público. Es un robo a bienes de la nación, a recursos públicos, dinero de todos los mexicanos.29En cambio, “ellos” hacen todo mal, porque son inmorales:
5 “Ellos” permitieron que el robo de combustible creciera, porque eran cómplices.Se robaban 60 mil millones de pesos al año de combustibles con el huachicol. Y nos hacían creer que era por la ordeña de los ductos, los huachicoleros. Toda una cortina de humo, toda una farsa, porque, en realidad, este robo se permitía desde el gobierno, se daba al interior del gobierno. Ahí se manejaba todo el sistema de conducción de los combustibles.30
6 “Ellos” quieren que nos vaya mal.El sábado, el domingo, se habló de desabasto. Desde luego nuestros adversarios, que siempre se andan frotando las manos esperando que nos vaya mal, le subieron el volumen, están en su derecho. Pero mientras tengamos nosotros el control y podamos resolver los problemas, vamos a garantizar que no tengamos problemas mayores.31
7 “Ellos” hablan de desabasto porque son adversarios de la prensa “fifí”.Si se empieza a hablar de desabasto, el que empieza a cargar gasolina se abastece de más, entonces, nos genera una presión. Pero eso es pedir mucho a lo mejor a nuestros adversarios de la prensa fifí, hablando en plata, pero en una de esas los conmovemos.32
8 “Ellos” dicen que yo provoqué el desabasto de gasolina porque están contra el “pueblo”.Es muy lamentable que un periódico tan afamado publique una información que no obedece a la realidad y a las pruebas nos remitimos. Vamos a dar a conocer toda la información al respecto […]. Pero en todos lados es lo mismo o qué, ¿porque se trata del Wall Street Journal no vamos a decir nada? Aquí la prensa fifí siempre habla de información: ‘según dicen los expertos’, ‘según los especialistas’, cuando quieren justificar algo.33
Al adaptar los hechos a su narrativa demagógica, el mandatario logró que el desabasto de gasolina no fuera percibido como el resultado de la improvisación de su gobierno. Ningún funcionario rindió cuentas por dejar al país sin gasolina cerrando los ductos en un momento de alta demanda y baja producción y, como se supo después, cortar arbitrariamente las importaciones de gasolina de Estados Unidos, tal como lo reportó la prensa internacional para enfado del presidente.34 Tampoco hubo consecuencias para él por actuar de espaldas a la sociedad, pues en mayo de 2019 se dio el lujo de presumir que su decisión de cerrar los ductos implicó dejar al país con reservas de gasolina para apenas una semana, pero que ocultó ese grave hecho porque “hay cosas que no se pueden decir porque los conservadores son capaces de todo”.35 La gente compró entero el relato de AMLO y entendió que el desabasto era el costo que se tenía que pagar para terminar con el robo de combustible y por “recuperar la soberanía nacional”, metas que nadie demostró haber alcanzado.36 Parecía que la única cifra realmente importante para López Obrador fue que su aprobación alcanzó niveles récord de 83% en algunas encuestas.37
2. Explosión de Tlahuelilpan
El 18 de enero de 2019, cientos de personas se reunieron con baldes y tambos para robar combustible de un ducto de gasolina perforado en Tlahuelilpan, un pueblo del estado de Hidalgo, en el centro de México. Había policías y soldados presentes, pero estos no intervinieron para impedir que la gente se acercara al inmenso chorro de gasolina. Entonces, una chispa generó una enorme explosión, matando a 131 personas y dejando a decenas de heridos. Los espantosos videos en redes sociales mostraban una inmensa bola de fuego de la que salían personas corriendo envueltas en llamas.
Era evidente que el presidente no estaba resolviendo el problema del desabasto de gasolina, ni estaba abatiendo el robo de combustible, ni había logrado garantizar la seguridad de los ductos, como decía la propaganda del gobierno. Pero López Obrador no iba a permitir que esta interpretación de la crisis se impusiera. De inmediato, enmarcó el incidente como un nuevo capítulo en su relato, en el que el binomio AMLO-“pueblo” seguía siendo el héroe intachable, a pesar de que el “pueblo” era el que, en este caso, estaba robándole al gobierno el combustible. Para justificarlo, AMLO ajustó de nuevo los hechos a su narrativa demagógica. Si el “pueblo” es bueno y honesto, entonces solo puede robar por extrema necesidad:
[…] por la pobreza, por la necesidad, a llevar a cabo prácticas de recolección de gasolinas y de otros combustibles que, como lo hemos visto, desgraciadamente, significa arriesgar la vida, perder la vida. Por eso vamos a dar opciones, alternativas, para que la gente tenga una manera legal, una forma honesta de obtener sus ingresos, de satisfacer sus necesidades, que no se les empuje a estas actividades totalmente dañinas, deplorables, y que no sucedan desgracias como la que estamos padeciendo.38
Otra vez “ellos”, los que no son “el pueblo”, eran los verdaderos causantes del problema:
Todo esto se fue originando por el abandono al pueblo y por la corrupción, por las dos cosas: la corrupción y el abandono al pueblo; se dedicaron a robar, a saquear y le dieron la espalda al pueblo de México, sobre todo a los más desprotegidos, a los más pobres.39
Nótese que para describir la conducta del “nosotros”, AMLO no usa el término “robar”, sino “llevar a cabo prácticas de recolección de gasolinas”, mientras que, en su relato, “ellos” se dedicaron a “robar y a saquear” al “pueblo”. Además, para el presidente “ellos” son perfectamente capaces de ocasionar la explosión a propósito:
Acerca de si la explosión fue provocada por la estrategia que llevamos a cabo contra el robo de combustible. Nosotros no descartamos ninguna posibilidad, solo que corresponde a la Fiscalía General la investigación.40
Al final, nadie fue investigado o condenado por la tragedia de Tlahuelilpan. Las bandas de robo de combustible siguen operando impunemente en Hidalgo, como lo reconoció el propio López Obrador un año después:
Sigue