La Voz. Carlos E. Baz Garfias

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La Voz - Carlos E. Baz Garfias

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aquí?.

      Panchita comenta a sus amigas - es que lo necesito aquí y no allá refiriéndose a su marido cuando tiene que viajar al otro lado de la frontera para trabajar -

      - ¿Será que me necesita aquí? -

      Todo fue muy rápido pero a la vez fue como si en ese momento el tiempo se detuviera. Recuerdo todos los detalles. Mi vida cambio totalmente después de este accidente. Empezaron a sucederme cosas extrañas que después de cientos de años continuan sin parar. Estaba preparado, lo acepte, recuerdo que dije: - "estoy listo" - Estaba contento, feliz, sabia que había cumplido, no es necesario vivir miles de años pero una voz cambio todo. Esta voz que siempre me susurra al oido, una voz que apenas alcanzo a escuchar pero que es lo suficientemente fuerte para que yo siga sus instrucciones. Esa frase que he escuchado miles de veces pero en este momento se a echo presente de otra manera, la escucho muy lejana de mi pero a la vez muy claramente.

      - ¿Será que ya estoy listo?

      - ¿Será que ya no me necesita aquí?

      - ¿No se si he cumplido u no ?.

      Mi cuerpo yacía sobre el asfalto boca abajo, ya sin vida, mi espíritu viajaba a través de un túnel infinito lleno de colores hermosos, brillantes que no me dejaban ver con claridad, sentí una paz interior muy agradable, me acercaba al final de este túnel, la luz se hacia mas brillante y hermosa, me sentía contento, me sentía feliz de estar en este lugar que no puedo explicar con palabras. Antes de llegar al final una voz cambio todo, cambio mi destino - "todo esta bien" eso fue lo que pronuncio esa voz que oí a lo lejos pero muy cerca de mi oido. Mi cuerpo que yacía en el asfalto empezó a moverse lentamente, mis ojos empezaron a parpadear, me levante lentamente. Supe que había regresado al mundo que había dejado unos minutos antes.

      Siempre he querido regresar a ese lugar que conocí, lleno de paz, de libertad, de armonía pero nunca he sabido, ¿Cuando? puede pasar otros cien años. En estos últimos días he sentido que estoy cerca otra vez, siento que ya no me necesitan aquí, siento que muy pronto, esa voz me va a dar luz verde y volveré a viajar por ese túnel infinito lleno de colores hermosos, volver a sentir esa paz interior que extraño; espero llegar al final de este túnel y pueda escuchar esa voz que siempre me susurra al oido "bienvenido a casa".

      Siempre Regresan

      Se dicen muchas cosas en los documentales, en la radio, en la prensa escrita sobre lo paranormal; Pero ellos nunca se van, nunca desaparecen de nuestras vidas totalmente, por momentos están quietos, callados, no hacen ruidos, no se muestran, es como si tuvieran un sueño profundo y nada los hará volver al mundo de los humanos. Pueden pasar días, semanas, meses hasta años pero siempre regresan.

      Mis amigos fantasmales siempre están conmigo, nunca he sabido si son los mismos o cambio constantemente de acompañantes. Toda mi vida han estado a mi lado, no importa la ciudad donde viva. No importa el clima, si estoy cerca del mar, si estoy rodeado de edificios enormes. La naturaleza tampoco es un impedimento para ellos - ¿Me habrán seguido en mi andar por el mundo?, ¿Cada ciudad tiene los suyos? - me pregunto - A estas alturas de mi vida me he acostumbrado a ellos; a sus ruidos a media noche, a sus movimientos, al tocarme constantemente, sea mi brazo, mi piernas en ocaciones y mi cabello casi siempre; a mostrarse en las paredes en mis cuadros.

      Algunas veces he sentido miedo, mas al principio de mis experiencias, pero he sabido manejar esta situación paranormal a través de los años para seguir aparentando que soy una persona normal pero la verdad no lo soy, me pregunto muchas veces, si la mayoría de la gente que me rodea, lo supiera, se asombrarían, ¿seguirían a mi lado?

      Y cuando lo saben hasta quieren saber un poco mas, pero cuando las historias no tienen fin, empieza a cambiar su rostros, se les nota el miedo, tratan de cambiar de conversación, ya no les interesa tanto saber mi otra vida. En algunas ocaciones hasta se han alejado de mi, mas cuando saben que mis experiencias siguen creciendo.

      Pero un día cualquiera mis amigos fantasmales vuelven aparecer en mi vida, vuelven a ser mis invitados de honor, vuelven a ser mis acompañantes, regresan como si nada hubiera pasado. Se vuelve acomodar en cualquier sitio de la casa. Cuando uno piensa que ya no los volverá a ver, sentir, oler, escuchar, hacen acto de presencia. Como para que no los olvide totalmente - nunca te dejaremos - escucho a uno de ellos que me dice telepáticamente.

      Los movimientos de cosas, ruidos, cuadros que se caen inexplicablemente, presencia en cualquier lugar de la casa, cosas que se pierden, golpes, sombras, etc. Las manifestaciones siempre vienen con nuevo repertorio. Es como si fueran vendedores de puerta en puerta ofreciendo su nueva mercancía. Siempre me sorprenden, como si fuera su novio y ellas las novias que quieren quedar bien conmigo. Tardo algunos días en acostumbrarme al nuevo repertorio de manifestaciones ya que uno siempre se queda con lo ultimo. Pero la única verdad de todas estas experiencias paranormales es que "Siempre regresan"...

      Llegando A Mi Departamento

      Parecía una noche normal, regresaba a mi departamento después de estar con mi novia. Estacione mi carro en el mismo lugar de siempre. Era una noche tranquila, no era demasiado tarde pero en esta época del año oscurece muy temprano. Teníamos una noche muy clara, con muchas estrellas, no recordaba cuando había sido la ultima vez que veía una noche así. Detuve un instante mi llegada a mi departamento para ver este espectáculo que tenia ante mis ojos. La luz de la luna se reflejaba sobre las aguas del río Trinity que pasa a un lado de donde vivo. En Verano el espectáculo es de las ranas con su cántico, en ocaciones se oyen cientos de ellas, entonando una melodía que se escucha a cientos de millas a la redonda. Llegué a las escaleras del edificio donde vivo, un edificio de dos pisos mas la planta baja. Vivo en el primer piso. Es muy raro que me encuentre con los vecinos, no salen, así que no me extraña no encontrarme con algunos de ellos, es mas, creo que seria mas extraño encontrarme con alguno de ellos. Ha pasado algunas veces, pero son contadas. Empece a subir, una escalera larga, muy larga diría yo. Al llegar al final de las escaleras se encuentra el departamento de mi vecino, enfrente esta el mío, cuando doble a mi izquierda, mi cuerpo se puso en alarma, después de 12 años regresaba esa sensación que mi cuerpo sentía cuando algo andaba mal. Es muy difícil de explicarlo, después de mucho tiempo, todavía no lo llego a entender, este procedimiento de mi cuerpo. Estaba a unos pasos de llegar a mi puerta, ya tenia las llaves en mi mano derecha, estaba a punto de ponerlas en la chapa, pero me detuve al instante.

      Mi cuerpo estaba ardiendo, mi energía empezaba a consumirlo, sabia que había alguien adentro, junte mi cuerpo a la puerta, y empece a oír movimientos, ruidos, era como si alguien estuviera de prisas, pensé el que esta ahí alcanzo a escucharme que llegaba, me vio por la ventana y esta buscando un lugar donde esconderse. Después de dos robos en diferentes departamentos en esta ciudad Texana - ahora si voy agarrar al ladrón - me dije a mi mismo. Pero mi cuerpo me decía otra cosa, no era un ladrón el que estaba en mi departamento, eso era lo que yo quería pensar pero yo sabia que no era así. Estas sensaciones que sentía sabia lo que significaba, ya lo había experimentado antes, no era algo nuevo para mi. En un momento quise que fuera un ladrón, pero no, lo sabia, desde el primer momento que sentí esa sensación en mi cuerpo sabia a lo que me enfrentaría después que abriera la puerta de mi departamento. Observe la chapa, no había daño alguno, nadie la había forzado para entrar, todo estaba normal como siempre. Ya no había duda, sabia quien u quienes estaban en ese momento en mi piso, Sabia que cuando entrara nada iba a ser igual. Metí la llave lentamente y le di vuelta, espere unos segundos, y abrí. Me detuve abajo del marco de la puerta, observe mi sala y parte de la cocina, entre, y cerré la puerta. Me pare en medio de la sala, recorrí con la vista el departamento todo se veía normal, la sensación se había ido de mi cuerpo. Camine hacia la cocina, entre a mi cuarto, y por ultimo revise el baño así como el " walking closet". Regrese a mi cuarto, me quite la chaqueta que traía puesta, la deje sobre mi cama. Estaba a punto

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