Psicoterapia Corporal. Vassilis Christodoulou

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Psicoterapia Corporal - Vassilis Christodoulou

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la sesión de psicoterapia? Sin importar qué emoción es la que sirve a la estructura de carácter del paciente, sólo nos ayuda a identificar la estructura de carácter y nada más. Si un paciente llorar y mantiene un patrón repetitivo de duelo sin llegar al centro de la tristeza, no servirá de nada en el proceso de curación. Lo mismo ocurre en aquellos casos en los que el paciente grita y descarga su rabia. Por mucho que lo haga, la rabia seguirá estando desconectada y la terapia estará detenida. Es por eso por lo que nunca debemos permanecer en un nivel superficial ni debemos dejarnos llevar por emociones que se expresan normalmente de forma ruidosa. Puede ser útil en este caso recordad la noción básica de las capas de la psique: siempre debemos mirar qué hay debajo…

      Trabajamos con el cuerpo y la tierra a través del discurso…

      Volviendo a mi tratamiento con C.D., tras establecer el marco terapéutico necesario y una vez tomamos los primeros pasos para construir una relación de confianza, pudimos, guiados por el sistema ontológico, depositar aún más confianza en el proceso terapéutico y profundizar, sabiendo que los Lestrigones y los Cíclopes que nos encontrásemos en el camino no serían nada más que aquellos 'monstruos' que nosotros mismos creamos a lo largo del camino de nuestra existencia.

      Trabajando con el cuerpo y enraizando cada logro a través del discurso, continuamos hasta que nos encontramos, luchamos y, por supuesto, vencimos al imaginario Procusto. Al finalizar nuestro trabajo, no hubo necesidad de acrobacias mentales o trucos para que las experiencias re contextualizadas fueran asimiladas por el paciente. La asimilación de la experiencia se conecta con las nociones de resistencia y preservación: los seres humanos creamos mitos personales para poder soportar la realidad y poder preservar nuestra cohesión personal. En cada curso de terapia, los terapeutas deberíamos respetar las defensas y estratagemas mentales que han permitido al paciente, a su manera, alcanzar el punto que hayan llegado.

      En una de nuestras primeras sesiones, pedí a C.D. que se pusiera de pie. Su cuerpo casi siempre estaba híper-extendido y tenía una respiración superficial. Cuando le pregunté si tenía algún apego emocional me dijo que no. Estaba más centrado en su cabeza que en su cuerpo. Su cuello bloqueaba el flujo de energía entre el tronco y la cabeza. En vez de servir de puente energético, estaba obstaculizando el flujo.

      Era un hombre de mucho pensamiento y poca acción. Aunque no sentía frío, le daban escalofríos en todo el cuerpo, especialmente en las piernas. Le sorprendía lo que estaba ocurriendo. Sin embargo, con los ojos cerrados, permaneció centrado en el proceso, aceptando mis palabras de seguridad diciéndole que lo que estábamos haciendo era por su propio bien. Estaba claro: todo su esfuerzo estaba centrado en no colapsar. Le daba miedo que, si se dejaba ir, se caería. Le daba miedo que sus piernas le traicionasen, que todo su sistema le traicionase y que todo aquello que había estado tanto tiempo construyendo desapareciese como en un sueño. En términos psicológicos, los dos polos que estaban en ese momento intentando obtener el control y expresarse en la psicoterapia podían compararse con el ego y el self. El self es más juguetón, más infantil, mientras que el ego es más parecido a un adulto, más maduro y, en lo que se refiere al cuerpo físico, está más conectado con la columna vertebral.

LOS SIETE CENTROS ENERGÉTICOS PRINCIPALES Y SU ENRAIZAMIENTOLos seres humanos tienen siete centros energéticos principales, cada uno de los cuales debe estar bien enraizado.El primer centro energético, el centro base, está conectado con todo aquello que tenga que ver con la familia, nuestras raíces, nuestro trabajo, nuestro hogar y el espacio que ocupamos con tal de declarar nuestra existencia en el mundo. Un individuo bien enraizado no solamente tiene un buen contacto físico con sus pies y el suelo, también encarna el significado de la frase ‘se mantiene firme en su postura’. Aunque es importante que este primer centro esté enraizado, también es necesario que todos los centros energéticos del individuo lo estén si dicho individuo desea tener un cuerpo sano, personalidad y espíritu.El segundo centro energético, el centro del vientre, está conectado con nuestra sexualidad y nos acerca físicamente a los demás. Un hara bien enraizado (hara es el término en Hindi para el segundo centro) puede resultar en una buena conexión, no solamente con nuestro propio cuerpo, sino también con el de otra persona. En cierto sentido tiene que ver con nuestro comportamiento sexual.El tercer tipo de grounding está conectado con el plexo solar, que se encuentra debajo del pecho, en el diafragma, y está relacionado con el grounding social.El cuarto tipo de grounding está relacionado con la forma en que el corazón está enraizado, la forma en la que
la forma en que el corazón está enraizado, la forma en la que vivimos nuestras relaciones con aquellos que más cerca están de nosotros.El quinto centro es el centro energético del cuello y aquí el grounding tiene que ver con el discurso y la experiencia. ¿Decimos lo que hacemos y hacemos lo que decimos? ¿O nuestras palabras están simplemente vacías o son palabras ‘aladas’?El sexto centro energético es el que reside en la frente, entre y un poco por encima de las cejas.Es el centro de la intuición, de la imaginación arraigada, de los sueños y el simbolismo. Es aquí que vamos de un grounding externo a uno interno. Imágenes, sueños, la imaginación y el simbolismo están internamente enraizadas; tienen experiencia a sus espaldas que les nutre; tienen verdad; están, o bien integradas, o permanecen en un vacío existencial y en la nada.El séptimo y último de los principales centros energéticos se encuentra en la parte superior del cuerpo, en el centro de la cabeza. Es la base de nuestra identidad personal, nuestro ser en este mundo, e incluye nuestra identidad espiritual.

      En psicoterapia corporal, cuando queremos trabajar con el ego, trabajamos con la columna vertebral: al trabajar en la columna vertebral, fortalecemos el ego. Cuando examinamos la parte trasera del cuerpo – la espalda y la columna – procuramos observar su rigidez y, al mismo tiempo, tomamos nota del estado de la parte frontal del cuerpo, que está directamente conectada con la vida emocional del individuo. La rigidez de la columna vertebral nos indicará la incapacidad del paciente de dejar que sus emociones se expresen. Por otro lado, una columna colapsada revela una tendencia a ceder el control, a caer fácilmente y a rendirse a sus propias emociones. Aquella persona que tenga la columna en este estado está gobernada por su parte infantil y tiene miedo de asumir las responsabilidades que se esperan de él o ella.

      La tendencia de carácter manifestada por mi joven paciente C.D. era la tendencia hacia el control, a pesar de que existía una clara tendencia a desmoronarse – una tendencia al colapso, a buscar apoyo y rendirse a sus emociones, a sentir la alegría de un niño. Estas dos tendencias, como Boadella ha demostrado, existen en todo el mundo y son siempre polos opuestos. Esta polaridad se presenta como un tipo de estratificación… La parte exterior visible es un pobre escondite de la verdad, el otro polo, que se presenta disfrazado; puede desvelar, por lo tanto, lo que yace debajo. Nuestra estructura de carácter, la defensa que hemos construido en la forma particular que es nuestro cuerpo, revela nuestras necesidades reales. Mientras más rechacemos algo, más lo anhelamos. Lo rechazamos a cierto nivel y lo imploramos en otro. Así, C.D. daba la impresión de ser fuerte tanto físicamente como socialmente. En términos sociales, se mostraba siempre generoso. En vez de tomar de los demás, daba sin parar, escondiendo su verdadera necesidad, que era tomar, recibir aceptación y amor a cualquier precio y, en lo que se refiere al cuerpo, poder caer y ser apoyado por los demás.

      Un poco más tarde, en la misma sesión terapéutica con C.D., cuando sintió que yo estaba realmente ahí para apoyarle, conectó con el recuerdo de una ex-novia:

      “Puedo ver su rostro, sí, puedo verla en frente mío, más grande que mi vida. Me dice que está embarazada. Esa noticia hace que mi sangre se congele. Estoy en un aprieto… La quiero pero mis padres no la aceptan. Y quiero su aprobación. Me encanta estar con ella, pero ahora está embarazada y yo estoy en un aprieto...”

      Su cuerpo, desde la cintura hacia arriba y, especialmente su espalda, estaba completamente rígido. Sus piernas, desde la pelvis hacia abajo, se agitaban de la misma forma en la que se moverían las piernas de un títere cuyas cuerdas se mueven rápidamente hacia adelante y hacia atrás. Le pedí que reflexionara sobre sus sentimientos y se dio cuenta de que estaba enfadado.

      “Estoy

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