El rodado regio hispánico. Juan Carlos Galende

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El rodado regio hispánico - Juan Carlos Galende Foro Hispanoamericano

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la punción final, y 77 intercala ahí un segmento con dentado céntrico. A partir del 9 de septiembre de 1243 (84), vemos también Murcia, donde había entrado victorioso el infante Alfonso [X] el 1 de mayo anterior tras el pacto de Alcaraz;109 la adición del topónimo determina suprimir todos los et (84, 85, 87 y 91) o dejarlo solo antes de Murcia (86, único vuelto nota tironiana, y 90), excepto en 89, que comprime las letras a nordeste para poder injerir tres: signum Ferrandi regis Castelle et Toleti, Legionis et Gallecie, Cordvbe et Murcie. Desde el 11 de enero de 1248, aparece Jaén, rendida a últimos de marzo de 1246,110 y suprimen todos los et las dos leyendas de aquí que lo nombran (92 y 93).111 En la última (96), del 26 de marzo de 1249, y también sin ningún et, entra ya Sevilla, conquistada en noviembre de 1248; su prestigio hizo ubicarla no al final como cada nueva conquista de Fernando III, sino tras Galicia, donde permanecerá en lo sucesivo: signvm Ferandi (sic) regis Castelle, Toleti, Legionis, Gallecie, Sibille, Cordvbe (la leyenda completa de los últimos años de Fernando III con todos los territorios será: signum Ferrandi regis Castelle, Toleti, Legionis, Gallecie, Sibille, Cordube, Murcie et Iahenni).112

      La escritura en conjunto es sumamente característica, con letras redondeadas, bastante anchas y trazos gruesos muy marcados. Signum va siempre con U, pero aparecen uves en Cordvbe (84, 85, 89 y 90) y Mvrcie (90 y 91). Solo hay nexos en 84 (st en Castelle) y 85 (UM en signum y st en Castelle). Las abreviaturas menudean más, indicándose llegado el caso las de Castell(e), Gall(eci)e o Iah(e)ni113 con una rayita que corta las eles o la hache; la de Cordub(e) con un espoloncillo en la parte alta de la B, y la de Murc(ie) volando un rasgo sobre la C o, más excepcionalmente, repitiendo el mismo signo que en Cordube. Únicamente 89 encaja la I de regis y la primera de Legionis en la letra precedente. Interpunge todas las palabras (salvo después del Legionis de 89 por coincidir con la prolongación del asta que atraviesa el anillo), encabalgando invariablemente tres aritos.

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       Leyenda principal de 86.

      A pesar de ser anular la leyenda externa, y contra la costumbre tradicional en atención al rango, hay indicios de haberse redactado antes la confirmación del alférez, pues arranca siempre en el punto superior o inferior; la del mayordomo cae con frecuencia hacia la mitad de un cuadrante, y tras el confirmat de este —no tras el del alférez—, además de la interpunción, suele rasguear para cerrar el anillo (77, copia 79, 84, 85 y 87); se exceptúa 96, donde un amplio hueco tras el alférez denota haberse escrito al final. No obstante, en todos los casos el mayordomo seguirá yendo en el flanco izquierdo, opuesto al alférez; tal vez esté ello relacionado con que las primeras ruedas coinciden con el alferazgo del infante Alfonso [X]. Pero en 78 y 80 (M-XXVII), bajo igual escenario, las características gráficas de la leyenda no permiten asegurar la alteración en el orden de escritura.114 No obstante, vuelto Diego López de Haro al cargo, la circunstancia se mantuvo temporalmente sin que coadyuvara a retomar la vieja costumbre ni siquiera la vacante en la mayordomía de 92 y 93: maiordomatus curie rregis vacat.

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       Leyendas exteriores con adorno de cierre tras la confirmación del mayordomo.

      El acoplamiento general de la leyenda ofrece dos posibilidades:

      — 77, 79, 84, 85, 86, 87, 92 y 93 siguen la habitual trayectoria antihoraria que exige la base externa. La confirmación del alférez arranca abajo.

      — 89, 90, 91 y 96 tienen base interna y el consiguiente contrasentido; ello determina que la ratificación del alférez comience arriba para mantenerse a la derecha.

      Por única vez en todo el reinado, 89 añade una cruz, flanqueada por dos cortos segmentos, tras la parte del alférez, justo antes de la punción. 96 se distingue del resto de las rotas del presente catálogo por omitir el segundo apellido del alférez (Didacus Lupi, alferiz domini rregis, confirmat), descuido que agravó el ya comentado amplio hueco al final de la leyenda. Choca también ver el regis del mayordomo de 86 sin R mayúscula, variante solo compartida por las copias 10 (también junto al mayordomo), 14 y 60 (en ambos).

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      La transcripción del anónimo privilegio 88 que hizo en el siglo XVIII el franciscano Pablo Manuel Ortega para su manuscrita Descripción chorográfica del sitio que ocupa la provincia regular de Carthagena de mi padre San Francisco115 fue reproducida sucesivamente por Nicolás Acero Abad, Juan Torres Fontes y Julio González,116 sin que ninguno de ellos manejara el ejemplar del Archivo Municipal de Mula.

      El diploma parece original, y la rueda, de 119 mm Ø, tiene una fimbria (13 % Ø) y dos orlas (29 y 18 % Ø), con circunferencias simples entre todas ellas. Desde el pie de la cruz corta todo hacia abajo una raya ligeramente ida hacia la izquierda y compuesta de dos segmentos diferenciados: uno, más ancho y de extremos engrosados, atraviesa fimbria y primera corona; el otro, más fino y aguzado abajo, la segunda.

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      Esa fimbria fue aprovechada, probablemente ya en el siglo XVIII, tras dividirla en nueve sectores, para añadir una curiosa leyenda en castellano y humanística cursiva, incoada a sudoeste, de base externa y contrahoraria: con este - signo - Fernando, - rrey - de Castilla, - confirma. - Alfonso - de Castilla, - de Córdova, confirma. Es muy posible que no se trate del futuro Alfonso X (a quien solo se menciona junto con sus hermanos en la intitulación del privilegio: et cum filiis meis Alfonso, Federico et Henrico), sino de su tío Alfonso de Molina, cuya ratificación aparece justo encima del signo rodado (infans Alfonsus, frater domini rregis, confirmat), que se había distinguido en 1236 durante la conquista de Córdoba.117

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      La cruz llega casi al mismo borde del campo, es patada y potenzada, y un bulloncillo remata cabecero y brazos. Descansa en el engrosado segmento superior del ya comentado trazo vertical que corta las orlas.

      En la leyenda principal, dispuesta ya a la manera tradicional, una vez desechada la innovación de M-XXIX introducida en 1242, destaca que la v de signvm, a diferencia de Pascasio de Soria, sea minúscula, como reiterarán Juan Pérez de Berlanga y Juan Domínguez de Soria en casi todos sus signos durante el postrer bienio del reinado; la difunde a Cordvbe y Mvrcie. Carece de nexos, abrevia Castell(e), pone et solo entre Córdoba y Murcia y apila tres aritos entre todas las palabras.

      El acople de la secundaria no discuerda, prescindiendo del domini regio en la parte del mayordomo.

      La cláusula corroborativa de 94 especifica que el oficial que había despachado el original ejercía de escribano en la cancillería (Sanctius, scriptor domini rregis, scripsit), detalle solo observado anteriormente en Gonzalo Martínez (M-VI) al comienzo del reinado conjunto y en un ejemplar de 1239 de Sancho Domínguez (M-XXV), pero que a partir de ahora se hará frecuente.

      La rueda mide 71 mm Ø y consta de dos orlas, un poco más ancha la exterior (23 y 25 % Ø), delimitadas por gráfilas simples. La cruz es patada y lleva unas breves potenzas alabeadas, cóncavas en travesaño y pie, pero convexa en el cabecero.

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