El rodado regio hispánico. Juan Carlos Galende

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El rodado regio hispánico - Juan Carlos Galende Foro Hispanoamericano

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En las copias, la raya va segmentada (69) o solo se puntea (70).

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      Las cruces son patadas y abarcan todo el campo con dos opciones:

      — 64 y 68 (y sus copias 69 y 70) festonean a base de bullones polilobulados (dos a cada brazo en 64, uno en 68) y rellenan el fondo de puntos triagrupados. Las reproducciones del siglo xviii dejaron sin entintar la cruz principal y puntean todo sin orden ni concierto, desechando el triangulado.

      — 67, 82 y 83 vacían del campo macizado una especie de cabeceras de báculo contorneando los brazos.

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      La leyenda principal no muestra sorpresas, arrancando abajo, de base externa y a contrahora. No emplea nexos, y solo 82 y 83 apocopan Cordub(e) elidiendo la e (en la primera falta el abreviativo). Signum y Cordube van con U, y no hay más que dos et, prescindiendo del que venía siendo habitual entre León y Galicia: signum Ferrandi regis Castelle et Toleti, Legionis, Gallecie et Cordube (64 fue la primera de todo el reinado en aplicarlo el 3 de septiembre de 1237).71 La escritura es muy homogénea, pero en 82 y 83 añade filamentos en el lado izquierdo de los astiles (muy diferentes a los semibulloncillos de M-XVI) y rabillea más los caídos.

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       Signum, Ferrandi y Legionis en los originales de M-XXI.

      Peculiaridad de los originales de Domingo García de Segovia, salvo 64, es montar la segunda ele de Castelle y Gallecie sobre la primera. Las copias 69 y 70 lo hacen en Gallecie, pero en Castelle encajan la ele previa entre las letras adyacentes; ambas redundan en la errata Ferrindi, y 70 recalcitra con Castclle.

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       Castelle y Gallecie en los originales y copias de M-XXI.

      Interpungen todas las palabras montando de cuatro a siete puntos. En las copias, a veces el inferior se vuelve coma.

      Las leyendas secundarias siguen también la pauta normal, pero con llamativos signos generales de abreviación en forma de lazo, bastante levantados, que alternan con el semicolon (sobrepuesto, pero no tan elevado para la desinencia us, o más grande y alineado al renglón cuando equivale a con); no los lleva 82, donde hay simples trazos.

      Nunca falta el domini regio junto al mayordomo. En el alferazgo hay dos circunstancias extrañas:

      — 64, 67 y 82 dicen Didacus Lupi del Faro, en lugar del habitual de Faro, variante solo repetida en 66.

      — El original 68 (7 de julio de 1238) y sus copias 69 y 70 dan anacrónicamente como alférez a su padre Lupus Didaci de Faro, que venía figurando desde agosto de 1217 hasta el 17 de octubre de 1236, poco antes de fallecer y sustituirlo don Diego a partir del 2 de septiembre de 1237.72 Ni rueda ni privilegio levantan sospechas,73 lo que hace pensar en un lapsus, aunque hemos visto los previos 64 y 67 de la misma mano, con el hijo ya de alférez.

      La cruz del anónimo privilegio 65 recuerda, por su sencillez, a las de M-XX o a los tipos más simples de M-II y M-VIII, pero importantes diferencias impiden atribuir el signo a ninguno de sus artífices:

      — M-II (Juan de Haza) solo lleva una orla y es continua; en la leyenda principal, ayuguea el signo general abreviativo, casi siempre recurre a notas tironianas, y escribe signum con U y completo; en la exterior, conserva un pequeño vano cenital, pese a prolongar los travesaños de la t de los confirmat, y trata de domini al rey en la ratificación del mayordomo.

      — M-VIII (Pedro Martínez de Aguilar) es también de corona única y corrida, y pone signum entero y con U, frecuentes letras encajadas, y domini en la parte del mayordomo.

      — M-XX (atribuido a Pascasio de Soria), asimismo de una sola orla, adelgaza más los brazos de la cruz, bastante menor y desplazada hacia abajo; las grafías de la leyenda principal abullonan sus astiles y encabalga puntos entre palabra y palabra.

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      Por el contrario, 65 presenta dos coronas74 entre gráfilas simples, que suponen el 29 y el 39 % Ø, alcanzando 72 mm Ø. Aunque la circunferencia exterior sea tan sutil que pudiera hacer dudar de una segunda orla, el hecho de que llegue justo hasta ella la vertical que prolonga el asta parece decisivo; sin embargo, deja en el aire que, al igual que en 45 y 46 (M-XII), se trate de una mera plantilla. La cruz es patada, de potenzas rectas y abarca casi todo el campo.

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      Acopla al uso la leyenda principal, pero suspende casi todas las palabras: sign(um), Ferr(andi), Cast(elle), Tol(eti), Legi(onis), Gall(ecie) y Cord(ube).75 No hay más significante que un punto al final.

      El texto de la segunda orla, también con el acomodo típico, deja un mínimo hueco abajo, entre ambos confirmantes, segado por la vertical dicha. Elide el domini regio en el mayordomo.

      La rota 66, obra de Pedro Martínez de Aguilar, tiene dos orlas (es lo que hace en M-XIX, pero todo lo anterior suyo es de corona única) con muy desigual anchura: 25 y 47 % Ø, continuas y de gráfilas sencillas y desajustadas.

      Cruz patada y de poco grosor que cubre todo el campo, recordando a otras del propio Pedro en M-VIII, M-XIII (atribuido) y M-XIX. Igual que la de M-XIII (42), perfila los cuatro sectores, pero ahora sin lobulaciones y con relleno sinuoso.

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      La leyenda principal, de acople corriente, reitera el grafismo de Pedro: signum y Cordube con U, ausencia de nexos y notas tironianas (con los tres et posteriores a la conquista de Córdoba —59 y 60 de M-VIII, y 61 de M-XIX—), profusión de letras encajadas, alguna a de panza a medio astil, R capirreducida e interpunciones tras cada palabra montando de siete a diez puntos.

      La secundaria, como en M-XIX, se ajusta al borde del signo y estiliza mucho los astiles para abarcar la ancha corona exterior, que coge casi medio diámetro. Se anilla por completo, pone domini en la parte del mayordomo (recordemos que el propio Pedro Martínez lo introdujo en M-VIII) y, lo mismo que Domingo García de Segovia en 64, 67 y 82, apellida al alférez Lupi del Faro, y no de Faro. A diferencia de modelos anteriores (M-VIII y M-X), al final de alferiz, su peculiar zeta tiene aquí forma de tres, que era la más frecuente en el texto de sus privilegios y se deja ver en alguna otra rueda (alferezia en 59 y 61).

      El diploma 72 fue despachado en San Esteban de Gormaz por un sucinto Martín, nombrado en la corroborativa y señalado como escribano (detalle hasta ahora solo visto en Gonzalo Martínez) y natural de Soria: Martinus, scriptor Soriensis, iussu cancellarii scripsit. Julio González lo identifica con el Martín de Soria de otro privilegio, dado trece años antes en Segovia el 16 de junio de 1223 cuando Fernando III solo era rey de Castilla: Martinus de Soria iussu

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