Egipto, la Puerta de Orión. Sixto Paz Wells

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Egipto, la Puerta de Orión - Sixto Paz Wells Novelas

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primeros en alcanzar esas tierras, a la que llamaban «Chicaugou», cuya traducción es algo grande, fuerte o intenso.

      Las colonias que después llegarían a establecerse allí desplazando a las tribus indígenas habitantes de la zona no estuvieron exentas de peligros, debiendo enfrentarse a la reacción de los locales. La llegada del hombre blanco en masa y las guerras entre Estados Unidos y Gran Bretaña fueron diezmando a las poblaciones indígenas.

      Con el desarrollo del ferrocarril y los canales entre los Grandes Lagos y el río Misisipi, Chicago desarrolló la industria maderera, la agricultura y la ganadería. A mediados del siglo XIX llegaban cientos de miles de personas anualmente buscando oportunidades. La guerra civil norteamericana potenció aún más su desarrollo, hasta que el 10 de octubre de 1871 se produjo el gran incendio de Chicago, destruyendo la mayor parte del centro de la ciudad. 17.000 edificios quedaron reducidos a cenizas.

      Pero la ciudad resurgió de la mano de grandes constructores, arquitectos e ingenieros que se comprometieron a resucitar la metrópoli, lo cual ocurrió en poco tiempo. Otro hecho destacable fue la revuelta obrera de Haymarket el 4 de mayo de 1886, cuya intensidad desembocó en juicios que incluyeron la pena de muerte y que el movimiento obrero denominaría «Los Mártires de Chicago».

      Entre los años 20 y 30 del siglo XX, el gobierno norteamericano aprobó la Decimoctava Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos, que prohibió la venta y producción de bebidas alcohólicas, lo cual produjo la aparición de los famosos «gánsteres», entre los que se destacaron Al Capone y Bugs Moran. Precisamente en 1929, la ciudad fue testigo de la llamada «Matanza de San Valentín», en donde Al Capone mandó asesinar a la banda rival de Bugs Moran.

      Para la celebración del centenario de Chicago, entre 1933 y 1934 se organizó una feria mundial llamada «Un Siglo de Progreso», festejando los avances tecnológicos e industriales. La feria se llevó a cabo a orillas del lago Michigan, iniciándose con el encendido de luces que captó la energía de la lejana estrella Arturo en la constelación del Boyero. Sus rayos se captaron a través de células fotoeléctricas ubicadas en distintos observatorios astronómicos, que luego se transformaron en energía eléctrica que fue enviada a Chicago. La feria fue algo extraordinario y fue visitada por cuarenta y ocho millones de personas.

      En la actualidad Chicago es una de las ciudades que más está siendo afectada por el cambio climático, con temperaturas de hasta por debajo del Ártico.

      Cerca del centro de esta gran metrópoli estaba el apartamento de la doctora en Arqueología Esperanza Gracia y su novio Jürgen Erhardt.

      Esperanza se despertó temprano sin sueño y al girarse vio a su novio de espaldas a su lado profundamente dormido en la cama. Ella era una chica delgada de treinta años, blanca como la nieve, algo pecosa y de largo cabello color azabache. Era hija de madre americana y padre peruano.

      Su novio Jürgen estaba sin la camisa del pijama, por lo que ella se quitó su atrevida ropa interior blanca y abrazó con su pecho desnudo la espalda de su amado. Él entonces se despertó, y con los ojos entreabiertos, fue girándose poco a poco diciendo:

      –¡Buenos días, Esperanza! Te has despertado temprano. ¿Qué hora es, cariño?

      Estiró la mano sobre la mesilla de noche para coger su reloj de pulsera y ver la hora.

      Jürgen Erhardt, diez años mayor que Esperanza, era un hombre joven y alto, de pelo gris, ojos azules, piloto de ultraligero y fotógrafo profesional.

      –¡Son las 6! Oye, niña ¿no podríamos dormir y descansar un poco más? El día va a ser duro.

      –¡Tú duerme! ¡Yo solo te abrazaré y besaré tu espalda peluda! ¡Jajá!

      »Sabes, Jürgen, te amo. Eres mi fortaleza y mi apoyo. Además, sabes cómo mimarme. Eres todo un caballero. Me traes flores, chocolates, y regalos, muchas veces sin motivo alguno. Tienes muchos detalles muy bonitos conmigo.

      –¡Eres tú, Esperanza, la que me has cambiado! Vosotros los sudamericanos sois más sensibles, emotivos, expresivos y cariñosos que nosotros los europeos, y eso es delicioso. Lo disfruto mucho de ti y lo estoy tratando de incorporar en mí. Mis padres nunca me abrazaban o besaban, pero tú lo haces todo el tiempo y no me satura; al contrario, me hace extrañarlo cuando te veo seria estudiando, y me hace desearte más… porque te veo tan sexy cuando solo te pones mis camisas para leer...

      »Y cuando te arreglas para mí me haces enamorarme más de ti. Eres preciosa y no me cansaré de decírtelo. Pero no solo estoy enamorado de tu cuerpo; también lo estoy de tu forma de ser, de tu sensatez e inteligencia.

      »Lo que me preocupa a veces es que seas tan autosuficiente y desafíes tanto al peligro. Temo que llegado el momento ya no me necesites o que pueda pasarte algo muy grave.

      –¡No digas eso, chico guapo! El conocerte allá en Rapa Nui fue una experiencia maravillosa en mi vida porque encontré a un amigo sincero y una pareja extraordinaria. ¡Y tu amor me protege y me complementa!

      »¡Te amo y te necesito!

      –Entonces ¡casémonos!... ¿Esperanza, querrías casarte conmigo? Es que cocinas tan bien…

      –¿En serio me estás pidiendo matrimonio, Jürgen?

      –Es lo más serio que he dicho en mi vida, linda…Te amo más que a mi propia vida.

      Esperanza dio un salto y se puso encima de él y empezó a besarlo una y otra vez.

      –¡Jajá!... Entonces, ¿aceptas?

      –¡Claro que sí! Me siento muy feliz, ¿no se nota? ¡Pero tendría que ser después del viaje que haré a Egipto! ¿Te parece bien?

      –¡Lo que tú digas! Si tú quieres que así sea, así será, señorita.

      Jürgen le dio una palmada en las nalgas a Esperanza, que cayó rodando sobre la cama, lo que el alemán aprovechó para posicionarse sobre ella, amándose intensamente aquella mañana.

      Durante el desayuno, ella vestida solamente con la camisa del novio y él con un albornoz blanco, veían las noticias en el televisor de la cocina.

      –¿Te has fijado, Esperanza, en que los militares de los Estados Unidos nuevamente han liberado videos reales de persecuciones de ovnis, y que el Senado también lo ha confirmado? Esto ya había ocurrido varios años atrás cuando hasta el Washington Post llegó a publicar en primera plana: «LOS OVNIS EXISTEN Y TODOS NECESITAN AJUSTARSE A ESE HECHO». (28.05.19)

      Esperanza se puso de pie y se acercó a su novio, y este la abrazó metiendo su mano por debajo de la camisa, acariciando su cuerpo desnudo.

      –¡Estaba recordando que a nosotros dos precisamente nos unieron los ovnis cuando sobrevolábamos en tu avión el cráter del volcán Rano Kao! –dijo sonriendo pensativa.

      Bromeando, Jürgen la miró a los ojos y le dijo:

      –¡Es cierto! A eso es a lo que yo llamo un encuentro cercano.

      »Oye, Esperanza, esa gente para la que trabajas, es la élite mundial, no es cualquier gente. Pueden hacer lo que les plazca; tienen el poder en sus manos. Son gente sin ética ni moral. No tienen escrúpulos de ningún tipo.

      »¿Estás

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