Estudio sobre el mercado de valores. Fredy Andrei Herrera Osorio

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Estudio sobre el mercado de valores - Fredy Andrei Herrera Osorio CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS

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constituyente y la fiduciaria, en cuya virtud aquel se obliga a transferir a favor de esta última unos bienes determinados, quien los gestionará para alcanzar la finalidad señalada en el contrato a favor de un beneficiario. El rasgo principal de la fiducia consiste en que los bienes fideicomitidos integran un patrimonio autónomo que pertenece formalmente a la sociedad fiduciaria, aunque es limitado por el cumplimiento de la finalidad contractual, pues es una vocera que se limita a expresar la intención subyacente del patrimonio59. De allí que se trate de un patrimonio afecto a una finalidad.

      Se denomina patrimonio por tratarse de una suma de bienes y obligaciones. Es sujeto de derechos y obligaciones a pesar de no tener personería jurídica. Es autónomo en tanto responde a una finalidad propia, como es la contractual, por lo que la fiduciaria deberá limitarse a expresarla y, por ende, sus decisiones deberán girar en torno a la mejor ejecución del encargo, sin tener en cuenta su propio interés o el del constituyente. Más aún, los bienes fideicomitidos no podrán ser objeto de persecución por parte de los acreedores del fideicomitente, de la fiduciaria o del beneficiario, ya que con ello se rompería su separación patrimonial, por lo que, en principio, únicamente podrán ser alcanzados por los mismos acreedores del patrimonio y respecto de las obligaciones que en ejecución del encargo contraiga la fiduciaria.

      Frente a los acreedores de la fiduciaria se aplica el principio de separación patrimonial, en cuya virtud los bienes fideicomitidos se consideran autónomos. Frente a los acreedores de los beneficiarios, en tanto los bienes pertenecen al patrimonio autónomo, no podrán perseguir sino los réditos del encargo o derechos de beneficio. Frente a los acreedores del constituyente, prima facie, se trata de bienes que salieron del patrimonio de este, por lo que solo podrán ser perseguidos si la enajenación se hizo en fraude a ellos en virtud del fraude pauliano.

      Excepcionalmente, cuando se trata de acreedores anteriores a la celebración del contrato, estos podrán alcanzar el patrimonio autónomo de acuerdo con tres teorías diferentes: a) acreedor anterior es aquel que tiene un derecho real sobre los bienes fideicomitidos, caso en el cual podrá perseguirlos para la satisfacción de sus créditos; b) acreedor anterior es cualquiera que tenga un crédito adquirido antes de la constitución de la fiduciaria, siempre que el patrimonio autónomo haya provocado insolvencia en el deudor o la haya agravado; y (c) acreedor anterior es aquel que demuestra la existencia de una obligación previa a la constitución del patrimonio autónomo, con independencia de la capacidad de pago o la condición económica del deudor.

      La clasificación de la fiducia depende de la finalidad que persigue el constituyente en el contrato, ya que la misma será determinante para establecer la forma en que deberán invertirse los recursos que integran el patrimonio autónomo. Siendo así, el contrato de fiducia tendrá tantas clases como finalidades sean consagradas en los respectivos contratos. Empero, a través de la Circular Básica Jurídica se hizo una clasificación atendiendo a las finalidades usuales de este instrumento contractual, como son la fiducia en garantía, cuyo propósito es la emisión de certificados de garantía que permitan a los acreedores del fideicomitente, ahora beneficiarios, asegurar el pago de obligaciones amparadas por el patrimonio autónomo; la fiducia de inversión, que tiene por objeto la realización de operaciones de especulación con los bienes fideicomitidos; la fiducia inmobiliaria, para la realización de proyectos de construcción o viabilizar su realización; la fiducia de administración, pactada para que los bienes del patrimonio autónomo sean destinados a la producción de frutos naturales o civiles; y la fiducia de titularización60. Una revisión detallada permite advertir las siguientes clases:

      Tabla 5. Clasificación de la fiducia mercantil.

Género Especie Rasgo distintivo
Inversión Con destinación específica Los recursos captados se destinan a la realización de las operaciones (compraventa, liquidez, apalancadas, cobertura o commodities) indicadas en el acto de constitución. Solamente se pueden captar recursos en el acto de constitución, sin perjuicio de que los fideicomitentes hagan aportes adicionales durante la ejecución del encargo.
Administración de fondos mutuos de inversión La fiduciaria gestiona la totalidad de los recursos captados a través de un fondo mutuo de inversión para destinarlos a la adquisición de los activos indicados por la ley. Un fondo mutuo de inversión es una persona jurídica cuyo capital se integra por el aporte de trabajadores y empleador. Está destinado a promover el ahorro de aquellos.
Administración y fuente de pagos La fiduciaria capta recursos de los eventuales futuros adquirentes de las unidades inmobiliarias para destinarlos al pago de las obligaciones adquiridas para adelantar la construcción.
Tesorería Su finalidad es gestionar los recursos recibidos por el constructor en desarrollo de la actividad inmobiliaria para buscar la mayor rentabilidad antes de su inversión.
Preventas La fiduciaria recibe los recursos de los futuros adquirentes y los destina al mercado con el compromiso de trasladarlos al constructor una vez se verifique la viabilidad del proyecto o un determinado estado de avance de la obra.
Administración Administración y fuentes de pagos Los recursos que integran el patrimonio autónomo son invertidos en el mercado hasta que se realicen los pagos indicados en el acto constitutivo, de acuerdo con las reglas y condiciones del contrato de fiducia.
Administración de procesos de titularización Los bienes que integran el patrimonio autónomo son objeto de titularización para la realización de una oferta en el mercado de valores. La sociedad fiduciaria se encarga de la administración de los bienes o de los recursos provenientes de los mismos a favor de los adquirentes de la emisión.
Administración de cartera La fiduciaria es la encargada de realizar las gestiones de seguimiento de cartera y cobro de las obligaciones que la integran. También puede asumir deberes relativos a la emisión de títulos, manejo contable, realización de estudios de mercado, así como los demás indicados en el contrato.
Administración de procesos concursales Los bienes objeto del proceso concursal integran un patrimonio autónomo con la finalidad de permitir la liquidación ordenada de los mismos y el pago de las obligaciones reconocidas.
Garantía Garantía propiamente dicha El fideicomitente entrega a la sociedad fiduciaria unos bienes para garantizar el cumplimiento de las obligaciones que cumplan las condiciones indicadas en el acto de constitución. La fiduciaria realizará los pagos en caso de que el deudor no los efectúe motu propio en los términos y oportunidad debidos.
Garantía y fuente de pago Adicionalmente a servir de garantía, la fiduciaria administrará los bienes para realizar, directamente, los pagos de las obligaciones garantizadas.

      Los patrimonios autónomos fruto del contrato de fiducia son inversionistas institucionales, con independencia de su finalidad, pues los recursos gestionados por la sociedad fiduciaria pueden llegar al mercado de valores para buscar la mayor utilidad posible a favor de los beneficiarios hasta tanto se satisfaga el objeto negocial. Particular relevancia tiene la fiducia de inversión, ya que su objeto consiste precisamente en la captación de recursos para realizar operaciones en el mercado de valores donde su fortaleza patrimonial depende directamente del número de constituyentes.

      La

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