Viajes y viajeros, entre ficción y realidad. Autores Varios

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Viajes y viajeros, entre ficción y realidad - Autores Varios Oberta

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      Fabri se dedica aquí también al viaje a Santiago de Compostela y habla de Barcelona y Valencia, entre otros lugares. Sin embargo, no se mencionan elementos característicos de la última de estas ciudades, el autor sólo habla de los mártires cristianos que padecieron suplicio allí por sus creencias:

      In die grössen statt In der Sant Vallerius der bischoff vnd Sant vincencius sein leuit haben gröb martir gelitten von dem Richter Daciona Dau habent die prediger ainen schoenen Conuent In dem Sant Vincencius martir lyplich lyt Vß der statt was geborn (En la gran ciudad en la que el obispo San Valero y su diácono San Vicente sufrieron un cruel martirio a manos del juez Daciano, allí los predicadores tienen un bonito convento en el que yace el verdadero cuerpo de San Vicente en el lugar en que nació, p. 363).

      Pero justo a continuación, Fabri menciona una ciudad que no se puede identificar con exactitud, Olicorda, en la que perdió la vida el héroe Roldán, algo que se refiere directamente al Rolandslied, pero que aquí refleja con claridad el desconocimiento geográfico del autor, quien simplemente había copiado de sus fuentes y confundió aquí el Roncesvalles pirenaico con una ciudad cercana a Valencia de nombre similar:

      Nit wyt von valentz ist Olicorda die statt dau ist vmb komen Ruolandus ain starcker ritter mit vuil raisigem volck von den vngeloebigen vnd dau ist Runciual der grouß Spitaul (No lejos de Valencia está Olicorda, la ciudad donde los paganos hicieron sucumbir a Roldán, un poderoso caballero, con muchos soldados infieles, y allí está el gran asilo de Roncesvalles, p. 363).

      A continuación, el autor conduce a sus compañeros de viaje virtuales desde Valencia a la costa, donde se embarca para navegar hasta Cartagena. Los detalles se desvanecen, como es lógico, enseguida, y Fabri hace vagar su mirada intelectual rápidamente por la geografía ibérica; esto, evidentemente, no perjudica en absoluto a su público si sólo se quieren extraer los aspectos espirituales de la lectura. Por este motivo, el peso narrativo recae de manera coherente en las iglesias locales y en la historia de santos y mártires, aunque Fabri incluya en ocasiones también otro tipo de informaciones, como cuando habla de la Universidad de Salamanca:

      Vnd ist ain houchi schuol dau der gantzen lantschafft hyspanarum vnd von Salamantica gaund si in die stat obila In der ligend die hailigen sant Secundus ain bischoff vnd Sanctus Sinbina cristina martir vnd sant Vincentz marti vnd dau belyben die bilgrin (Y hay allí una universidad para todas las Españas, y de Salamanca van a la ciudad de Ávila. Allí yacen el obispo San Segundo y Santa Sabina y Cristeta mártires, y San Vicente Mártir y allí van y permanecen los peregrinos, p. 365).

      En ocasiones, el autor ridiculiza a compañeros de viaje ignorantes que no son capaces de interpretar correctamente la etimología de ciertos topónimos. Cuando habla, por ejemplo, de Finisterre, que era el punto final de la tierra (se ve que en aquel momento desconocía el descubrimiento de América), se ríe de que algunos legos necios cometan un error de bulto al interpretar el nombre: «verstaund nieman des vinis terre den finstern stern Daurumb si Sant Iacob haissen den vinsternstern» («Nadie entendía la estrella oscura como “finisterre”. Por eso llaman a Santiago “la estrella oscura”», p. 366).

      El artista integró además gran cantidad de escenas cotidianas de la agricultura, de las ciudades, de las cortes y, sobre todo, de los caminos. Merecen atención sus imágenes de los moriscos, que utilizó en diferentes ocasiones como motivo, debido a que, por su aspecto insólito, le llamaban poderosamente la atención. De las mujeres moriscas pasó a las mujeres en general, y creó una serie de ilustraciones que reflejaban los distintos estamentos sociales (Epalza, 1992). No satisfecho con esto, Weiditz incluyó también imágenes de policías castellanos, aguadores, sicarios, esclavos negros, campesinos, plañideras, nobles y burgueses (de Valencia, número LXXVIII), y creó así un panorama visual del mundo ibérico

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