Espais i imatges de la Generalitat. AAVV
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Figura 5. Antonio Mancelli, Nobilis ac Regia Civitas Valentie in Hispania, 1608. Detalle de la zona del baluarte y Casa de Armas.
La Generalitat realizó iniciativas constructivas en la ciudad, y la Ciutat tenía una amplia actividad dentro y fuera de la misma a través de la Junta de Murs i Valls, institución municipal autónoma fundada a instancias de Pere IV tras la catastrófica avenida del río Turia de 1358. En la junta, la máxima potestad recaía en el rey; las autoridades municipales, principalmente a través del consell secret, establecían las directrices de la política de infraestructuras defensivas, las hidráulicas de abastecimiento y saneamiento, las de comunicación en caminos y puentes, las de extinción de incendios…; y las pautas marcadas y los fondos recaudados mediante sisas y censales los gestionaba una junta formada por tres obreros, uno por cada brazo (eclesiástico, militar y real), cuatro jurados, el racional y el síndico de la ciudad. Además, contaba con empleos subalternos, como el sotsobrer, el sobrestante y el escribano.36
Algunas de las acciones de la Junta de Murs i Valls repercutían en obras promocionadas por la Ciudad o/y la Generalitat, y todas estas instituciones podían incluso actuar al mismo tiempo sobre el mismo espacio. Por ejemplo, en tiempos del virrey Vespasiano Gonzaga la junta reconstruyó la muralla entre el portal de los Judíos y el del Mar, y la Generalitat realizó las obras del baluarte y Casa de Armas. Otras de sus acciones se producían a decenas de kilómetros de la capital, como construcción y arreglo de puentes y caminos. Precisamente nos detendremos en un caso vinculado a un camino: la Cruz de la Victoria, monumento que conmemoraba el triunfo del duque de Segorbe ante las tropas agermanadas entre Sagunto y Almenara. Una sucinta relación de esta cruenta batalla nos la proporciona el dietario de Jerónimo Soria:
E dijous apres seguent de mati a XVIII de dit Juliol, 1521, feren resenya en Morvedre e veren que y avia sis milia omens de pelea, tots a peu, de que feta resenya partiren de Morvedre pera Almenara y essent en vista de Almenara, obra de hun quart de llegua, trobaren lo Duch de Sogorp en camp, ab obra de quatre milia homens, entre catalans y moros, e dosents de cavall e quant vingue a les onze ores de mig jorn, tocaren a l’arma, los huns els altres, e de fet, pelearen fins a la huna ora apres mig dia, de que sumaven que de huna part e de altra moriren dos milla homens, de que mori molta morisma, e de la part de Valençia mori molta gent e molts caps de cases, menestrals molt honrats, entre nafrats y ofegats.37
El notario Joan Francesc Gil, que en la primera página de su volumen de protocolos de 1521 recoge los actos de guerra más significativos de dicho año, apunta que en esta batalla el duque de Segorbe, con poca gente, venció a los más de seis mil agermanados, de los cuales el duque mató infinitos y desbarató a los demás, de manera que se vieron obligados a huir hacia la capital valenciana. En conmemoración de aquellos hechos, dice, se colocó una cruz de madera.38 Martín de Viciana, que se detiene en la narración de los hechos con aporte de documentación, y proporciona como número de fallecidos doce caballeros y ciento cincuenta infantes del bando realista y unos dos mil quinientos del agermanado, señala el lugar preciso del monumento:
El esquadrón de Valencia estaba donde es la torre de don Juan de Villarrasa señor de Faura: y el duque tenía su gente a cien brassadas de los enemigos: de sta manera que la cruz que nombramos de la victoria que por la memoria desta batalla, la pusieron: esta en el medio de donde los dos exércitos estaban.39
Entre una y otra referencia documental, la madera se deterioró, por lo que el gobierno municipal, el 22 de junio de 1542, decidió recordar la citada batalla con un monumento en piedra: la Creu de la Victoria.40 Los jurados querían dejar memoria de cómo en
temps de les comucions populars contra Sa Magestat’ […] Dios quiso dar el triunfo ’al Exmo. Señor duch de Sogorp e als fels de Sa Magestat contra los pérfidos agermanats en la cruel batalla que entre aquells fou entre Morvedre e Almenara. Fonch feta en lo terme de Morvedre en lo lloch de la tant senyalada victòria una creu nomenada de la Victòria, la qual per ser de fusta es cayguda. Per ço, per conservació de la memòria de tan senyalada victòria en honor y reverència de Nostre Senyor Ihesucrist e en sufragi de les ànimes dels fells defunts en dita batalla, attés que en la villa de Morvedre contribueix en los càrrechs de Murs y Valls, proveheixen perco que de nou sia feta e construïda una molt solempne creu de pedra en la qual y sien posades les armes della present ciutat de València e del Exmo. Senyor duch de Sogorp, e en la qual se ajen descriure los noms y cognoms dells obrers y officials de Murs y Valls e de les magnífichs jurats que huy son. E cometen la obra e constructió de dita creu al noble don Lluís de Villaraza, obrer per lo extrem bras militar.41
El maestro elegido para erigir el monumento fue mosén Joan Baptista Corbera, que como hemos señalado tuvo un destacado papel en el edificio de la Generalitat y otras obras de la misma institución, así como en las empresas constructivas del municipio. En 1542 dirigía la construcción del nuevo puente de Serranos, que servía de principal entrada a la capital, y gran parte de los trabajadores participaron en una y otra fábrica, en gran medida desde la capital valenciana. El jornal para el maestro de la obra era de cinco sueldos, para el escultor de cuatro y medio, para los canteros de cuatro y para el personal no cualificado de dos. Entre el 11 de julio y el 4 de agosto se constata la participación de los canteros Pedro Burdeus, Pedro Navarro, Bernat Francés y García de Gamecho, y el escultor Baltasar Fortuny. El último día citado de agosto se ordenó que parara la actividad a Lluís de Vilarasa (o Villarrasa), señor de Faura y obrero de la junta por el brazo militar que supervisaba la gestión de la obra.
Figura 6. Cruz de la Victoria. Fotografía publicada en Archivo de Arte Valenciano, 1928, p. 79.
Figura 7. Cruz de la Victoria, Sagunto. 2018.
Para esta última decisión no tenemos justificación, simplemente llamamos la atención sobre el hecho de que se apartara de la obra municipal al representante del brazo militar, aquel que con mayor naturalidad se podía vincular la memoria de la evocada batalla y que, además, era señor del lugar donde aquella se celebró. Precisamente, como constatan las crónicas, el ejército agermanado estaba en la torre conocida en tiempos de Viciana de don Juan de Vilarasa, señor de Faura, y entre los doce caballeros que murieron en la batalla figura Pedro Remón de Monsoriu, señor de Faura, y su hermano Jerónimo.42 Motivos más que suficientes para inferir que estaba altamente implicado en una obra que tenía un sesgo municipal. La obra fue inspeccionada por el jurado mosén Jerónimo Almunia y el noble don Lluís de Castellví, canónigo, obrero por el brazo eclesiástico en la junta y en este tiempo clavario de la Diputació.
El día 29 de agosto el cantero Pere Vilanova aportó la piedra blanca de Barxeta para la cruz, así como su fuste, por cinco y una libras, respectivamente. El día 30 el carpintero Miquel Ravanals hizo el andamio para trabajar. El 5 de septiembre se ratificó el lugar sobre el que debía asentarse el monumento. Desde el día 18 se remuneran los trabajos bajo la dirección de mosén Joan Baptista Corbera, y en este mes trabajan los canteros Bernat Francés, Pedro de Burdeus, Miquel de Liarte, Martín de Speyta (Azpeitia?), Bernat Calmont y Francí Many, así como el escultor Ramón Strampe, que además talló los escudos de la ciudad. El día 30 el carpintero Miquel Ravanals cobró por dos molles para las columnas de la cruz, lo que parece indicar que estaría cubierta.
Resulta altamente indicador un