Pasados presentes. AAVV
Чтение книги онлайн.
Читать онлайн книгу Pasados presentes - AAVV страница 15
20.Véase Anglés (1975b). Sobre las tensiones y pasiones que precedieron a la publicación del códice de Las Huelgas, véase Anglès (1931, vol. II: XII-XIV).
21.Esta segunda visita de Anglés, generalmente ignorada, aparece en el importante testimonio autobiográfico de Anglés «Veinte años de estudios en busca del ritmo y de la belleza musical de las Cantigas» (1943-1964, vol. II: 1-13: 4). En este texto afirma Anglés: «Lo mismo en 1924 que en 1928 (en que tuve la suerte de trabajar de nuevo al lado del mencionado Ludwig), expuse mis dudas y preocupaciones al venerado maestro». La visita de 1924 estuvo precedida de una estancia en Friburgo con W. Gurlitt para estudiar la chanson borgoñona (en preparación de sus estudios sobre la música en la corte de los Reyes Católicos) y los repertorios antiguos para órgano. La visita a Friburgo, decisiva para las futuras relaciones germanas de Anglés, estuvo propiciada por un contacto de Rubió i Lluch, el medievalista alemán Heinrich Finke, ocupante desde 1898 del «katholischer Lehrstuhl» de la Universidad de Friburgo.
22.La divertida errata, combinada con el error de omitir la primera visita a Göttingen de 1924, en Llorens (1999: 467).
23.Se ha señalado con razón el impulso espectacular de la investigación musicológica alemana con relación a las fuentes musicales anteriores al Barroco en el primer tercio del siglo XX y su relación con la nueva problemática de la interpretación práctica de una tradición interrumpida. Véase al respecto Morent (2000), especialmente pp. 247-252; una perspectiva más amplia (incluyendo las importantes aportaciones francesas) puede encontrarse en Carreras (1990). Sobre la figura de Ludwig, Haines (2003) –que incluye, en las pp. 153-164, una traducción al inglés de la célebre conferencia de Ludwig de 1905 sobre las perspectivas del medievalismo musicológico en el cambio de siglo–, buen artículo que complementar con las observaciones sobre la rivalidad franco-germana en el ámbito de la musicología medievalista en ese periodo del propio Haines (2001).
24.Un importante antecedente de esta práctica de la nota al pie erudita y crítica se encuentra en la obra de Rafael Mitjana, especialmente en su célebre Historia de la Música de 1914. Sobre la cuestión clave de los tipos y funciones de la nota y el apéndice documental, apenas explorada en el ámbito de la musicología, véase el fundamental ensayo de Anthony Grafton (1998).
25.Johannes Wolf (1869-1947) fue, junto a Ludwig (nacido tres años después), uno de los más importantes medievalistas de su tiempo, destacando en el campo de la notación y de la teoría musical. Su historia en tres volúmenes, acompañada de una antología de transcripciones musicales, se publicó en Leipzig entre 1925 y 1929. Concebida como una obra de divulgación, como indica su título, Geschichte der Musik in allgemeinverständlicher Form (es decir, una historia «al alcance de todos»), fue traducida al español por el compositor Roberto Gerhard. Sobre esta historia y los esfuerzos de su autor por superar la perspectiva germanocéntrica, véase Potter (1998: 222).
26.Véase Anglés (1935). La obra fue reeditada por la Biblioteca de Catalunya y la Universidad Autónoma de Barcelona en 1988.
27.Caso aparte, que no puede ser tratado aquí, es el de la edición póstuma de su Historia de la música medieval en Navarra, cf. Anglés (1970), que en lo publicado presenta un planteamiento narrativo más elaborado y que remite a una evolución de los planteamientos historiográficos de Anglés a lo largo del tiempo.
28.Sobre este problema en el ámbito de la erudición finisecular española, véase Carreras (2004a).
29.Como ejemplos de narración histórica destacan la serie de artículos titulados «Studien über die Geschichte der mehrstimmigen Musik im Mittelalter» o la extraordinaria síntesis ofrecida en Ludwig (1924).
30.Sobre Torras y Bages, véase Hina (1986: 184-187).
31.Me refiero aquí al discurso oficial de Anglés, al margen de las complejas y ambiguas solidaridades y lealtades personales que configuraron su indudable identidad catalana. Sobre Anglés y la construcción del mito áureo en la música española trata Pilar Ramos (2003).
32.Sobre Rubió i Lluch, véase Balcells (2000). Una breve consideración de la historiografía de Jordi Rubió la ofrece Molas (1988). La diferencia de los dos modelos historiográficos aparece con claridad en los respectivos artículos biográficos de Jordi Malé Peguerols incluidos en Simon i Tarrés (2003: 1033-1036).
33.Rubió (1913), citado en Balcells (2000: 19).
34.Véase Rubió i Lluch (1908 y 1921, vol. I: XII). Sobre la escuela histórica catalana, véase Balcells (2000: 15-17). La sustitución tras la Guerra Civil de las escuelas históricas liberales por el modelo universitario franquista («una perversa combinación de arbitrariedades políticas, indecentes conductas académicas y solidaridades ideológicas») es certeramente caracterizado por I. Peiró Martín, subrayando el aspecto jerárquico y escolar en Peiró Martín 1996 (la cita en p. 14). El desarrollo de la disciplina histórica en la Universidad franquista ha sido abordado por Marín Gelabert (2005). Sobre el obsesivo control autocrático de Anglés de las ediciones del Instituto Español de Musicología, véase Stevenson (1970: 7).
35.Los primeros trabajos ya en 1915 en la Biblioteca de Catalunya se refieren al estudio y transcripción de la música ibérica para órgano. Sobre el significado cultural del Palau, véase Aviñoa (1985: 239-242). El expediente de Anglés del seminario (entre 1900 y 1912, año de su ordenación y encuentro con Pedrell) aparece reproducido en Dolç i Cartanyà (1988: 23). Thomas Schipperges (2005: 26-27) deduce correctamente que Anglés llegó a Alemania ya formado como investigador. Véase también López-Calo (1989-1990: 39) y el testimonio de Ursula Günther, ivi p. 57, y también en Günther (1987: 169-170).
36.Aspecto este ausente en el artículo (más descriptivo que crítico) de Ulrich Bartels (1996). Anna Maria Busse Berger ha sido una de las pocas