Naturaleza de la Ciencia para Todos. Waldo Quiroz Venegas
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Figura 7. Colores del cielo en distintas horas. (Fotografías de http://commons.wikimedia.org)
Otro ejemplo más familiar. ¿Se ha preguntado usted por qué se parece en algo a sus progenitores? La mayoría de ustedes me dirán que sí lo saben y me comentarán todo lo que nos enseñaron respecto de reproducción, biología y específicamente genética.
Fíjese que estamos ante el mismo caso anterior, las causas de nuestras características y rasgos físicos se deben a objetos inobservables, como los genes, proteínas, ribosomas, etc. y sus particulares propiedades transfenoménicas que se manifiestan durante la fecundación, división celular, recombinación y así sucesivamente.
El último ejemplo está relacionado con nuestro planeta. Muchas de las características del planeta Tierra se deben a procesos que ocurrieron a escala astronómica. Su composición característica consistente en un núcleo de hierro y una corteza predominante en silicio, oxígeno y aluminio, son el resultados de fusiones nucleares ocurridas en el centro de estrellas, las cuales algunas vez explotaron como supernovas, arrojando su material, el cual al solidificarse y compactarse formó los planetas como el nuestro. Por lo tanto la composición química de nuestro planeta se debe a procesos que ocurrieron a escala astronómica y que aún siguen ocurriendo aunque no podamos observarlo. Cuando piense en el calcio y el carbono de su cuerpo, piense también en estrellas.
En la Tabla 1 se entrega una lista de objetos materiales y una pequeña lista de propiedades transfenoménicas asociadas a ellos.
Tabla 1. Ejemplos de objetos materiales, sus propiedades fenoménicas y transfenoménicas asociadas.
Objeto material | Propiedad transfenomenica | Propiedad fenomenica |
Agua Líquida | DensidadMasaConductividad | IncoloraSin forma definidaInodora |
Estrella | TemperaturaIrradiafotonesGravedad | Azulada amarilla o rojaBrillanteEsférica |
Ser humano | 23 cromosomasAprenderConciencia | Bípedo4 extremidades32 dientes |
Átomo | Configuración electrónicaRadio atómicoPotencial de Ionización | No tiene |
La relación propiedad fenoménica vs. propiedad transfenoménica tiene su origen a través del concepto de propiedad emergente y con el concepto de causa-efecto (causalidad).
En general cualquier propiedad esencial de un objeto tiene una causa, es decir, tiene un origen material, un fundamento. Por ejemplo, el que los seres humanos posean la capacidad de aprender y crear no es algo meramente fortuito, se debe a las interacciones de las neuronas de su cerebro.
A diferencia de un trozo de metal, el ser humano no responde de igual manera a un mismo estímulo. Por ejemplo, ante una descarga eléctrica, un metal elevará su temperatura de acuerdo a una ley invariable relacionada con su resistencia eléctrica, pero un ser humano no responderá de la misma manera ante una agresión o ante un grito. Quizás, a la primera agresión se asuste, al segundo grito se enoje y al tercer grito responda con otro grito, a la cuarta agresión es probable que empiece una pelea.
Nuevamente, esta característica tiene que ver cómo interaccionan las neuronas y cómo estas modifican sus conexiones ante los estímulos del medio (M. Bunge & Ardila, 2002). ¿Por qué nuestro cerebro es tan especial?, nuevamente el fundamento de esta característica se debe a nuestro legado genético, propiedad transfenoménica.
Para el caso de la comparación entre los humanos y el resto de los homínidos cercanos a nivel genético los seres humanos presentan una pequeña diferencia en su ADN, que genera un cerebro de mayor tamaño y con una zona rugosa de mayor proporción. Esta zona cerebral presenta mayor capacidad predictiva, una mayor capacidad de relacionar observaciones e ideas y finalmente una mayor capacidad creativa, generando que los seres humanos tengan mayor conciencia de su mortalidad, de los peligros, de las dificultades actuales pero por sobre todo las futuras.
Desde el mundo micro (ADN) se generan efectos a nivel humano, nuevamente la realidad sistémica que nos aporta la ciencia conecta las propiedades a nivel molecular de ADN con las características del sistema humano en su totalidad, como dicen los biólogos, del genotipo hasta el fenotipo.
Muchas de las clasificaciones anteriores de cánidos vs. felinos o simios vs. humanos, bajo el contexto de propiedad fenoménica parecían imposibles de abordar. La mera clasificación de objetos fuera del marco de las teorías de la ciencia está por tanto bastante limitado. Los niños y la mayoría de los seres humanos con una baja educación científica construyen clasificaciones sólo en base a propiedades fenoménicas, pero como hemos visto, ni para el caso de los metales como tampoco para la taxonomía de los homínidos, las propiedades fenoménicas son suficientes, lo cierto es que son bastante limitadas ya que se limitan a nuestra escala.
En la naturaleza no existen dos objetos completamente iguales, como tampoco existen objetos completamente diferentes. Todos los objetos de la naturaleza compartimos al menos una propiedad o nos diferenciamos en al menos una propiedad. Esto no tiene nada de raro, recuerde toda la materia de nuestro universo proviene de la misma semilla, de la misma partícula primigenia, de la singularidad del Big-Bang.
No todos los objetos de la naturaleza comparten las mismas propiedades, así por ejemplo, mientras que el árbol tiene la propiedad de generar O2, la piedra no. Sin embargo, ambos objetos comparten las propiedades de la masa y la energía, ambas propiedades transfenoménicas.
El mero concepto de objeto natural o de objeto material, implica que todos los objetos de nuestra realidad deberíamos compartir al menos una propiedad que justifique esta denominación. Fíjese que en casi todos los textos de ciencia existe un error cuando definen el concepto de materia con la definición más popular de que materia es todo lo que posee masa y volumen. Sin embargo, un fotón forma parte de la realidad material y no posee masa, es un objeto natural muy real.
¿Cuál es la propiedad que comparten todos los objetos de la naturaleza?, pues bien se dice que todos los objetos materiales cambian con el tiempo, son mutables, independiente que podamos percibir este cambio y que ese cambio se debe a la única propiedad que comparten todos los objetos de la naturaleza y es la energía (M. Bunge, 2000a). La segunda ley de la termodinámica hace referencia a la propiedad “energía” y sus procesos de transferencia de calor y trabajo.
Si usted se compara con un hermano, es evidente que ambos comparten además del apellido, ciertas características físicas. Comparten los mismos padres e incluso algunas enfermedades, sin embargo, también usted presenta ciertas diferencias, incluso los gemelos presentan diferencias aunque menores.
Tanto el sol como usted, ambos tienen átomos de hidrógeno en su estructura (similitud). Sin embargo, el sol es un ente generador de energía mediante la fusión nuclear, a diferencia de usted que es un ente consumidor de energía, específicamente la energía que le aportan los alimentos.
Quizás, usted estará pensando ¿en qué me parezco yo a un grano de arena? Es evidente que existen muchísimas diferencias entre usted y un grano de arena, pero existen unas pocas similitudes que son suficiente para re-afirmar este último punto, tanto usted como un grano de arena poseen masa y volumen como también su sistema material está constituido por átomos entre otros aspectos.