Comprendiendo las parábolas de Jesús. Klyne Snodgrass
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Después de la Mishná, las parábolas proliferan. Las primeras parábolas narrativas que encontramos en los materiales rabínicos están en la Tosefta (alrededor del año 300 d.C.), y posteriormente aparecen en casi todos los materiales: ambos Talmuds, los diversículos escritos midrásicos y las colecciones de dichos. La misma parábola puede aparecer en varios documentos con variaciones. En Cantar de los cantares Rabbá 1.8 se dan seis diferentes parábolas para indicar que ellas son maneras para entender la Torá. Antes que Salomón dijera parábolas, las personas no entendían la Torá pero, al crear meshalim, posibilitó el entendimiento.
En las parábolas rabínicas, por lo general se sigue una estructura uniforme: (1) el asunto que se ilustrará, (2) una fórmula introductoria, (3) la parábola, (4) la aplicación, a la que usualmente precede “así” o “de esta forma”, y (5) una cita de las Escrituras, que con frecuencia comienza “como está escrito”.104 En ocasiones, falta uno o más de estos ítems.
No se puede hacer justicia al voluminoso número de parábolas que encontramos en los varios documentos rabínicos. En este punto algunos ejemplos serán suficientes para tener una idea de lo que veremos en el análisis individual de las parábolas a continuación.
Tosefta, tratado Berakot 1.11:
No os acordéis de las cosas pasadas ni traigáis a memoria las cosas antiguas (Isaías 43.18)…. Ellos sacaron una parábola, ¿a qué se puede comparar esto? A uno que andando por el camino, un lobo lo atacó, pero se libró. Y entonces contará continuamente el incidente con el lobo. Después, un león le atacó y también se salvó. Y olvidando el incidente con el lobo, relatará el episodio con el león. Luego, incluso una serpiente lo atacó y también se salvó. Y olvidando los inconvenientes anteriores, repetidamente relatará el episodio con la serpiente. Así también es Israel: el sufrimiento reciente hace que olviden los sufrimientos antiguos.
Talmud de Jerusalén, tratado Berakot 2.7:
Al morir el rabí Bun bar Hiyya [siendo joven], rabí Zeira surgió y le alabó [exponiendo Eclesiastés 5.12]…. ¿A qué [historia] se puede comparar [la vida del] rabí Bun bar Hiyya? [A esta historia.] Un rey contrató muchos obreros. Uno de los obreros sobresalió en su trabajo. ¿Qué hizo el rey? Lo llamó y caminó con él alrededor [de las filas de los cultivos y no le permitió terminar con su trabajo del día]. Al anochecer, cuando todos los obreros vinieron a recibir su paga, el rey dio a este obrero el salario completo del día juntamente con los [demás] obreros. Los [otros] obreros se quejaron y dijeron: “Trabajamos todo el día. Este trabajó sólo dos horas, ¡y el rey le dio la paga de todo un día! El rey les respondió: “Este hombre trabajó [y logró] más en dos horas que ustedes [trabajando] todo el día.” De esta forma, el rabí Bun trabajó en el estudio de la Torá por veintiocho años [y aprendió] más que un estudiante maduro aprendería en cien años.
Talmud de Babilonia, tratado Haššanah 17b (respecto a la pregunta de una mujer a Rabban Gamaliel sobre la aparente contradicción entre Deuteronomio 10.17 y Números 6.26):
El sacerdote rabí José, se unió a la conversación y le dijo: Te daré una parábola que ilustrará el asunto. Un hombre prestó a su vecino un maneh y fijó un tiempo para el pago en presencia del rey, y el otro juró por la vida del rey que pagaría la deuda. Cumplido el tiempo que acordaron, éste no pagó la deuda, y fue a disculparse con el rey. El rey, sin embargo, le dijo: Te perdono el mal contra mí, pero ve y pide el perdón de tu vecino. Así sucede aquí: un texto habla de las ofensas de una persona contra Dios, mientras que el otro alude a las ofensas de una persona contra la otra.
Mekiltá Bashalla §٤ (sobre Éxodo ١٤.١٥):
Rabí Absalom, el anciano, dio una parábola, diciendo: ¿A qué se parece esto? A un hombre que enojado con su hijo lo echó de la casa. El amigo del padre vino a pedirle que permitiera al hijo volver a casa. Respondiendo a su amigo, dijo: Tú solo pides a favor de mi hijo. Yo ya estoy reconciliado con mi hijo. Así también dijo el Santo a Moisés: ¿Por qué clamas a Mí? ¿No es a favor de mis hijos? Yo ya estoy reconciliado con mis hijos.
Sifrá Behuqotai 262.9 (sobre Levítico 26.9):
Hay una parábola: ¿A qué se compara este asunto? Se compara al caso de un rey que contrató una gran fuerza laboral, y en ella había un cierto obrero, que trabajó para el rey por un largo tiempo. Los obreros vinieron a recibir sus pagas, y ese obrero vino con ellos. El rey le dijo: “Hijo mío, me volveré hacia ti [y te daré atención especial]. Estos jóvenes obreros que han trabajado para mí han laborado bien, por esto les daré una paga honesta; pero contigo haré un arreglo final importante.” Así son los israelitas en este mundo: Buscan su recompensa ante el Omnipresente, y las naciones del mundo buscan su recompensa ante el Omnipresente. El Omnipresente dice a los israelitas: “Hijos míos, les prestaré atención. Las naciones del mundo que han trabajado para mi han laborado bien, por esto les daré una paga honesta; pero contigo haré un arreglo final importante”.
De nuestro estudio de las parábolas en el mundo antiguo, varios puntos deben ser claros. Jesús no fue el primero ni el único que usó las parábolas; las parábolas son, y casi siempre han sido una forma humana de persuadir e iluminar. Al mismo tiempo, exceptuando las formas del Antiguo Testamento y un grupo limitado de ejemplos tomados de otros lugares, no son evidentes muchos precursores de las parábolas narrativas de Jesús. Algunos ejemplos rabínicos pueden ser del primer siglo de nuestra era, pero esto es incierto. Las enseñanzas parabólicas de Jesús no son exclusivas, pero no tenemos evidencia que ninguno antes de él usara las parábolas tan frecuentemente y con tanta fuerza como Jesús.
Podemos obtener otros conocimientos sin sobrepasar la evidencia. Exceptuando las colecciones de fábulas como las de Esopo, las parábolas se refieren a un contexto específico y son eficaces debido a sus contextos. Las parábolas por lo general tienen su interpretación. Algunas veces, el contexto en el cual están colocadas hace que la intención de la comunicación sea obvia, sin que sea necesaria la interpretación, pero la mayoría de las parábolas tienen interpretaciones. Además, las parábolas por lo general tienen múltiples puntos de contacto, algunas veces con muchos detalles de la realidad que reflejan. A veces las correspondencias pueden ser exactas y a veces no. Pero, otra vez, aunque las interpretaciones rabínicas por lo general detallan las correspondencias, la interpretación de las parábolas no es tanto asignar las correspondencias sino entender cómo funcionan las analogías.
Capítulo 3
Gracia