La fageda. Dolors González
Чтение книги онлайн.
Читать онлайн книгу La fageda - Dolors González страница 10
En 1984, las constantes depresiones y algunas crisis de psicosis esquizofrénica paranoide han motivado dos ingresos de Maria en el psiquiátrico de Salt. Cuando recibe el alta médica, vuelve a estar en la calle y sola; la familia no se puede ocupar de ella. En una de las visitas de seguimiento, el doctor Torrell le recomienda que acuda al taller de la cooperativa y hable con Cristóbal Colón. En la sala de claustros del Carme recibe una calurosa bienvenida, hasta el punto de que se queda y ya no abandonará La Fageda. El día de su llegada sólo hay siete trabajadores en el centro. A ella la ponen a trabajar con los encargos de confección: tiene que agrupar piezas de ropa por tallas y referencias y también le pasan unos jerséis a los que tiene que sacar los hilos. El trabajo está concluido antes del fin de la jornada laboral, así que aprovechan para jugar a las cartas y al dominó sentados al lado de una estufa de leña.
La deformación congénita que padece en una pierna marca la vida de Maria, de aspecto frágil y mirada dulce. Los escasos recursos económicos familiares, el hecho de ser la única chica de la familia y los problemas de movilidad abreviaron el periodo de formación escolar. Con dieciocho años se enamoró del joven que cada invierno iba a cerrar las ovejas en la casa donde todos los miembros de la familia trabajaban como masoveros. Maria dice que le “tomó el pelo”: se quedó embarazada. Los padres del chico no quisieron oír hablar de casar al hijo con una chica coja, y su enamorado desapareció.
Maria tuvo que luchar para que los padres no mandaran a su hijo al hospicio. Por último los convenció y cuidó del pequeño durante sus cuatro años de vida, hasta que murió de un cáncer de hígado. Este golpe resultó demasiado duro para Maria y coincidió con la marcha de los dos hermanos mayores y con la muerte del padre. En casa sólo quedaron la madre, Maria y su hermano pequeño. Tuvieron que abandonar la casa e irse a trabajar de masoveros a otra masía, en Tortellà. Al morir la madre (Maria la acompañó y cuidó durante toda la enfermedad), ella se puso a vivir sola en un piso de Sant Joan les Fonts. Trabajaba de firme para sobrevivir, limpiando casas, y la malformación le causaba fuertes dolores. En poco tiempo la tuvieron que ingresar con anemia y pasó meses en el hospital de Girona para recuperarse.
Cuando recibió el alta, uno de sus hermanos la acogió en su casa, pero la experiencia no funcionó por el carácter difícil y a veces agresivo de Maria. Aunque entonces sólo tenía cuarenta años, el ayuntamiento le asignó una plaza en un geriátrico, la Caritat d’Olot, pero siguió habiendo graves problemas de convivencia y los nervios de Maria estaban a flor de piel, al extremo de que terminó por ingresar en el psiquiátrico de Salt. Allí conoció al doctor Torrell.
La estancia de Maria en La Fageda y la relación con el resto de personas del centro no son siempre apacibles, pero Maria cuenta con un hogar y unas personas que la cuidan y la aman. Como es una trabajadora tenaz, no tarda en convertirse en una las mejores empleadas del taller.
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.