La observación del desarrollo infantil. Rosa Julia Guzmán

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La observación del desarrollo infantil - Rosa Julia Guzmán Estudios

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de modo que originan una teoría desde el constructivismo social que, además, destaca de manera especial la importancia de las cuestiones afectivas (Kozulin et al., 2003).

      Otra de las teorías en la corriente cognitiva es la del procesamiento de la información, cuyos autores plantean que la información es manipulada, verificada y almacenada por los individuos, quienes crean estrategias en función de ella haciendo uso de la memoria y el pensamiento como procesos centrales. Esta corriente se basa en la analogía entre el cerebro humano y las máquinas o computadores y sus mecanismos de procesamiento de datos (Santrock, 2004).

      Por otra parte, en las teorías conductuales el planteamiento se orienta al estudio de lo que puede observarse y medirse de forma directa. Desde esta perspectiva el desarrollo ha sido concebido como “conductas observables que se aprenden por medio de la experiencia con el ambiente” (Santrock, 2004, p. 46).

      Esta última es un tipo de teoría conductual, pero que, a diferencia de las anteriores, toma en consideración los procesos de pensamiento y articula la conducta, el ambiente, la persona y la cognición como factores decisivos en el desarrollo. En este orden de ideas, la persona y la cognición hacen alusión a las características personales y a los procesos cognitivos que median las conexiones que se dan entre el ambiente y el comportamiento. De allí que Bandura formulara de manera concreta la teoría del aprendizaje por observación o modelamiento, de la cual se han derivado múltiples estudios y variadas implicaciones para la educación desde diferentes ámbitos.

      Para terminar esta síntesis de los enfoques teóricos más destacados sobre el desarrollo, se encuentra la teoría ecológica de Bronfenbrenner, formulada en 1979. Esta teoría plantea que “el desarrollo se ve afectado por cinco sistemas ambientales, que van desde los contextos finos de la interacción directa con la gente, hasta los contextos más generales de la cultura” (Santrock, 2004, p. 49).

      Bronfenbrenner parte de la idea de que el desarrollo de los niños está ubicado en instancias o instituciones (la familia, la escuela, los grupos de amigos o de esparcimiento, etc.). Él las denomina “ámbitos”. En cada uno de ellos, el niño es iniciado en actividades típicas, teje relaciones con las personas (adultos o niños) y, al mismo tiempo, empieza a desempeñar roles sociales. Bronfenbrenner señala que cada ámbito es una modalidad de vida y de experiencias, y que el desarrollo estriba en integrarlas armónicamente a lo largo de la vida (Perinat et al., 2003, p. 54).

      Los sistemas que Bronfenbrenner propone son: El ontosistema, que hace referencia al individuo y sus características personales; el microsistema, que incluye a la familia, los pares, la escuela, el barrio y, en sí, los contextos de desarrollo más directos o cercanos; el mesosistema, que alude a las relaciones y la interacción que se da entre microsistemas o, dicho de otro modo, a las conexiones entre contextos; el exosistema, vinculado con entornos sociales más distales, es decir, en los que el individuo no tiene un rol activo, pero que influyen sobre su desarrollo como lo son el trabajo de los padres, los amigos de la familia, los vecinos, los servicios de asistencia social y los medios masivos, entre otros; el macrosistema, compuesto por las actitudes e ideologías de las culturas; y el cronosistema, que alude a eventos y transiciones ambientales que tienen origen en el transcurso de la vida, como, por ejemplo, los efectos negativos del divorcio de los padres (Bronfenbrenner, 2002). Un aspecto relevante, señalado por Santrock (2004), es que Bronfenbrenner —de manera más reciente— ha añadido aspectos biológicos a su teoría e, incluso, esta ha sido redefinida como una teoría bioecológica, aun cuando los contextos ambientales y ecológicos continúan predominando en sus planteamientos.

      Una nueva perspectiva cultural basada en los planteamientos de autores clásicos como Vygotsky y Bronfenbrenner toma fuerza en la actualidad por considerarse un enfoque más holístico e integrador (Lee y Johnson, 2007).

      Amar-Amar y Martínez-González (2014) se refieren a la necesidad de comprender la complejidad del desarrollo infantil, que remite, en primera instancia, al concepto de infancia, así como a tomar conciencia de la necesidad de considerar los contextos en los que se desenvuelven los niños. Por su parte, el Ministerio de Educación Nacional (2009) plantea que el desarrollo no es un proceso lineal que se dé en etapas preestablecidas y universales, sino que se reorganiza de forma permanente y, además, no se da de la misma manera en todos los niños. El desarrollo persiste a lo largo de toda la vida, con respecto a lo cual Baltes (citado por Papalia et al., 2013) propone un enfoque del desarrollo del ciclo vital basado en siete principios fundamentales (véase la tabla 1) que combinan muchos de los aspectos mencionados en las distintas teorías del desarrollo, pero desde un enfoque integrador.

PRINCIPIO DESCRIPCIÓN
1. “El desarrollo dura toda la vida” “El desarrollo es un cambio que ocurre durante toda la vida. Cada etapa recibe la influencia de lo que pasó antes y afectará lo que venga. Cada una de ellas tiene características y valores únicos; ninguna es más o menos importante que otra”.
2. “El desarrollo es multidimensional” “Ocurre en muchas dimensiones que interactúan: biológicas, psicológicas y sociales, que se desenvuelven cada una con ritmos distintos”.
3. “El desarrollo es multidireccional” Cuando una persona avanza en un área, puede perder en otra, a veces, al mismo tiempo”. Por ejemplo, “los niños crecen por lo general en una dirección (hacia arriba) tanto en estatura como en capacidades. Luego, de manera paulatina, el equilibrio sufre modificaciones. Por lo común, los adolescentes refuerzan sus capacidades físicas, pero pierden facilidad para aprender un idioma”.
4. “La influencia relativa de la biología y la cultura cambia durante el ciclo vital” “La biología y la cultura influyen en el desarrollo, pero el equilibrio entre estas influencias cambia. Las capacidades biológicas, como la agudeza de los sentidos y el vigor y la coordinación muscular, se debilitan con los años, pero las bases culturales, como la educación, las relaciones y los entornos tecnológicos de los mayores, compensan ese deterioro”.
5. “El desarrollo implica modificar la distribución de los recursos” Los individuos invierten de diversas maneras sus recursos de tiempo, energía, talento, dinero y apoyo social. Los recursos pueden usarse para el crecimiento (por ejemplo, aprender a tocar un instrumento o mejorar una habilidad), para mantenimiento o recuperación (practicar para conservar o recuperar un dominio) o para enfrentar una pérdida cuando el mantenimiento o la recuperación no son posibles. La asignación de recursos a estas funciones cambia durante la vida a medida que se reduce el fondo de recursos disponibles”.
6. “El desarrollo muestra la plasticidad” “Muchas capacidades, como la memoria, la fuerza y la resistencia, mejoran de manera notable con el entrenamiento y la práctica, incluso a edades avanzadas. Sin embargo, aún en los niños la plasticidad tiene límites que dependen en parte de las influencias que se ejercen sobre el desarrollo”.
7. “El contexto histórico y cultural influyen en el desarrollo” “Toda persona se desarrolla en múltiples contextos: circunstancias o condiciones definidas en parte por la maduración y en parte por el tiempo y el lugar. Los seres humanos no sólo influyen, sino que también son influidos por su contexto histórico y cultural”.

      Fuente.

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