El Corazón Del Tiempo. Amy Blankenship

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El Corazón Del Tiempo - Amy Blankenship

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      Suki levantó una ceja pero se encogió de hombros sabiendo que lo iba a averiguar tarde o temprano. "Vamos. Shinbe está probablemente esperándonos de todas formas". Ella abrió la puerta y efectivamente, Shinbe estaba ahí parado suficientemente cerca como para haber estado escuchando lo que habían hablado. Él sonrió inocentemente, retrocediendo todo el tiempo.

      Suki cerró la puerta detrás de ellos y señaló al cartel de la puerta. "Shinbe, ¿no sabes leer? Ahí dice Vestuario de Damas. Ella le da una mirada de advertencia.

      Shinbe se encogió de hombros, "Si, por eso estaba parado cerca". Él rápidamente salió del camino cuando ella intentó golpearlo con la mano. "Suki... soy un hombre... necesito afecto. ¿Y qué mejor forma de obtenerlo que aprendiendo como funciona la mente femenina?"

      "Puedes hacer tu investigación en la biblioteca”, dijo Suki entre dientes fuertemente.

      Shinbe sonrió. "Querida Suki, cada libro acerca de la mente femenina está vacío".

      Suki sonrió también, "Eso es porque todos eso libros en la biblioteca fueron escritos por hombres".

      Moviendo su ceja con asombro, Shinbe se acercó, "Exactamente. Planeo en ser el primero en escribir uno que tenga sentido para aquellos como nosotros que poseen testosterona".

      Suki le dio a Kyoko una mirada de derrota, luego miró su reloj. "Oye, ¿Tienes hambre? Vamos al restaurante estudiantil para comer primero".

      Kyoko asintió con la cabeza. Ella había estado muy nerviosa para comer esta mañana, pero con ellos se sentía como en casa y ahora estaba hambrienta.

      Shinbe agitó su mano en frente de él, "¡Damas primero!" Gritó cuando Suki le dio otro golpe en la parte trasera de la cabeza.

      "Yo no fui tan lenta aquella vez ¿verdad? Ahora guía el camino" Suki lo miró como si lo estuviese acusando. Una vez que Shinbe caminaba a salvo en frente de ellas, ella se acercó a Kyoko con risa burlona, "Solo recuerda mantenerlo en frete de ti si no quieres que te manosee".

      Kyoko no lo pudo evitar. Ella empezó a reírse y no se detuvo hasta entrar a la cafetería, que para ella se veía más como una fuente de soda. Sus ojos se agrandaban a medida que se acercaba a Suki. "Sabes, cada vez que doy la vuelta en este lugar, siento que estoy en el lugar equivocado".

      Shinbe las guió a una mesa cerca de la parte trasera del lugar. Suki y Kyoko se sentaron en una banca y Shinbe se sentó del otro lado, lucía como el hombre más inocente del mundo. "Sabes, es difícil acostumbrarse a este lugar". Él le sonrió a Kyoko haciendo que se iluminarán sus ojos amatistas. "He estado aquí un año completo y todavía no lo descifro".

      Suki empujó el hombro de Kyoko, "Él llegó aquí de la misma forma que tú y yo. Por una invitación abierta". Ella encogió los hombros como para decirle a Kyoko que solo lo aceptara y lo disfrutara.

      Kyoko se inclinó hacia adelante con la mirada confundida, "No lo entiendo. ¿Por qué alguien haría eso?"

      Shinbe asintió con la cabeza sabiendo que alguien tenía que decirle la verdad. "Yo tengo algunas habilidades y Suki también”. Él encogió los ojos guiñándole un ojo. "Todos lo que tienen una beca aquí la tienen”. Él hizo una pausa buscando la palabra correcta, "Tenemos un don de una forma u otra", él le levantó una ceja a Suki, "¿Ya le dijiste?"

      Suki sacudió la cabeza en negación y volteó hacia donde estaba Kyoko queriendo cambiar el tema, "oye, ¿quieres una hamburguesa con papas fritas?"

      Kyoko asintió con la cabeza y se levantó como si evadiera la pregunta acerca de la beca. "Quédate aquí, ya vuelvo y no te preocupes. Para las personas que tienen beca, la comida es gratis y hasta nos la traen". Suki fue a ordenar la comida, y la dejó sola con Shinbe.

      Capítulo 3 "Encuentro con Toya"

      Shinbe se acercó con una mirada seria en su rostro, sus ojos amatistas parecían brillar, "Aquí hay personas normales, y hay personas que tienen becas como Suki y yo. Hay otros con becas, pero todos tenemos algún tipo de habilidad especial, como un poder que las personas normales no tienen”.

      "El mío es Telequinesis. Puedo mover objetos con mi mente". "Y telepatía lo cual quiere decir que puedo hablar con otros con mi mente". Dijo él esas palabras sin emitir ningún sonido, sabiendo que ella podía oírlo en su mente.

      Los labios de Kyoko se abrieron con sorpresa cuando ella no vio sus labios moverse y su voz se hizo eco en su cabeza. De repente ella sintió una sensación cálida por todas partes como si su voz debiera estar allí o algo. Su rostro se relajó y su mirada se suavizó mientras lo miraba.

      Shinbe trató de esconder su curioso ceño fruncido, cuando él conectó su mente con la de ella, justo en ese momento tuvo que poner toda su concentración en cerrar la conexión. Era como si su poder quisiera quedarse con ella. Tratando de deshacerse de esa sensación, él prosiguió. "También puedo lanzar hechizos y además vengo de una larga línea de monjes". Se detuvo cuando Kyoko empezó a reírse.

      Suki regresó deslizándose al lado de Kyoko sin perderse ningún detalle, "Sé que es difícil de creer, pero él si viene de una línea de monjes". Ella sonrió y su mirada volvió a la normalidad otra vez, "Y yo lo he visto lanzar cosas sin tocarlas, y también es genial en todo tipo de artes marciales".

      "Quizás deberíamos informarle a la encantadora Kyoko todos mis talentos", dijo Shinbe agresivamente.

      Suki volteó a mirar a Shinbe, "No, no le diré nada, tú eres bueno para ¡ESO!" Ella lo golpeó en la parte superior de la cabeza muy fuerte.

      "Pero aún así, él actúa como si fuera solamente humano", una voz sarcástica salió de la nada y Shinbe se paró para rápidamente dar espacio a la voz.

      Kyoko miró hacia arriba y sus ojos quedaron enganchados con unos ojos dorados. El dueño de la voz era más apuesto que cualquiera que ella hubiera visto antes. Cabello largo y oscuro con reflejos plateados que caían de su cabeza en largas capas. Su piel bronceada parecía resplandecer con un brillo saludable y su cuerpo era como para morirse. Sus ojos sin embargo, parecían mantenerla cautiva aunque él no la miraba directamente.

      Suki resopló y cruzó los brazos frente a su pecho, dándole al recién llegado una mirada de furia. "Genial, contigo bastará para ahuyentarla".

      Shinbe le sonrió a Suki, luego miró a Kyoko para presentarlos, "Éste es Toya. Toya conoce a Kyoko. Hoy en su primer día aquí".

      Toya volteó a mirar a Kyoko, y por alguna razón la forma en que la estaba mirando, como de arriba a abajo la molestó. Kyoko entrecerró los ojos al mirarlo, su primera impresión de él salió disparada al cielo.

      "Así que, ¿tú eres la sacerdotisa?" Toya resopló y giró su cabeza como ignorándola mientras se sentaba.

      Los ojos de Kyoko se redondearon al mirarlo y luego ella jadeó. Nadie aquí sabía que ella era una sacerdotisa. De hecho, solamente

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