Vampiro Géminis. Amy Blankenship
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Ella asintió con la cabeza en su reflejo, dándose la charla de su vida. "Ok Kyoko... puedes hacer esto. Piensa en todos los vampiros en los que podrás escabullirse si no sienten que viene tu virginidad. "Ella puso los ojos en blanco ante la extrañeza de esa conversación. "Alcohol... eso es lo que necesito."
En cuestión de minutos estaba sentada en el bar pensando en lo que habÃa dicho el abuelo. Miró a Amni mientras trabajaba para mezclar todas las extrañas solicitudes de bebida. Ella frunció el ceño, preguntándose por qué parecÃa tan nervioso. Inclinó la cabeza un poco mientras lo veÃa echar de menos la copa con la que apuntaba con la bola de hielo.
Hyakuhei sintió su presencia en el momento en que entró en la habitación. No tenÃa prisa mientras se recostaba en la silla que la examinaba. La niña parecÃa no prestar atención a nada a su alrededor, lo que le llevaba a creer que no querÃa estar aquà en absoluto... asà que ¿por qué estaba? Ãl la miró en el espejo mientras tomaba un asiento de la pared en el bar, confirmando el hecho de que parecÃa que preferÃa estar sola.
Ãl siguió su lÃnea de visión y se dio cuenta de que era la licitación de bar que mantenÃa su atención... el vampiro rubio que lo habÃa mirado nerviosamente.
Amni miró de nuevo a preguntarse si era su imaginación o no, pero parecÃa que el rincón se habÃa vuelto aún más oscuro. Tratando de fingir que no le molestaba, él, apoyó sus manos contra el bar y le dirigió una sonrisa distraÃda a Kyoko: -¿Quieres una copa?
"SÃ," Kyoko le informó, la determinación en su voz casi haciendo que Amni se cayera. "El té helado de Long Island... más fuerte que usted puede hacerlo." Ella anunció.
Amni vaciló y miró a su alrededor preguntándose si habÃa entrado en la Zona de Crepúsculo para la noche. Primero, el señor vampiro entra y se sienta como si fuera el dueño del lugar, entonces Kyoko pide una bebida alcohólica. ¿Qué... Polar Bears realizando la Suite Cascanueces?
Su mano inconscientemente se acercó a su cuello, recordando la noche en que Tadamichi lo habÃa vuelto hace tanto tiempo. ¿Estaba aquà buscando otra vida? Apartó el pensamiento con fuerza de su mente.
"Kyoko," dijo Amni en voz baja. "No creo que una bebida sea lo que realmente quieres. ¿Por qué no vuelves arriba y duermes un poco? Eso es mejor para el estrés y luego una resaca. Estoy seguro de que todo se verá mejor por la mañana.
Kyoko le habÃa dicho muchas veces que ella era una persona que no bebÃa y que ya habÃa suficientes alarmas para esta noche para que ella cambiara de opinión. En muchos niveles, estaba contento de no haber notado la bomba atómica de todos los vampiros que estaban en la esquina... y le gustarÃa mantenerlo de esa manera.
"No se puede hacer", dijo Kyoko con una mueca. "Tengo un poco de equipaje que necesito deshacerme de esta noche y empezará con esa bebida que me vas a dar".
-De acuerdo, está bien -dijo Amni, ahora que tenÃa toda su atención. "Retraiga las garras y deja de silbarme o no tendrás ninguna."
Kyoko fulminó con la mirada y Amni rió entre dientes. Deseaba poder arreglar lo que le molestara lo suficiente para hacerla beber. Era la única que conocÃa, cuya vida parecÃa tan complicada como la suya. Tratando de animarla, guiñó un ojo y encendió el encanto.
-Bueno, es verdad -dijo mientras se servÃa el ron. "Todo lo que falta es la piel, la cola y las orejas. Ya tienes el temperamento y la actitud.
Kyoko agarró el aire delante de ella juguetonamente con una sonrisa en su rostro. "Tal vez deberÃa ir a destacar en el callejón esta noche maullando de llave y esperando a un novio peludo."
Amni colocó la bebida delante de ella antes de sacudir la cabeza. "Y aquà pensé que yo era el único hombre en tu vida. Usted me hiere Kyoko... Puedo necesitar consuelo. "Ãl colocó su mano sobre su corazón para el afecto añadido, aunque en alguna parte profundamente abajo... él no estaba bromeando.
Kyoko hizo una pausa con la bebida a medio camino de sus labios. "Amni... deja de coquetear conmigo. Es un poco inquietante. "Ella levantó la vista todavÃa jugando, pero como ella sostuvo sus ojos un segundo demasiado largo, su aliento se calmó dentro de su pecho. Si no fuera un vampiro. Cerrando los ojos, tomó una copa muy larga del vaso.
-Estoy hablando en serio -continuó Amni mientras miraban con fijeza una silenciosa batalla de voluntades-. "Si no puedes decirme qué está pasando, entonces, ¿a quién puedes contar?"
"Necesito otra bebida primero." Kyoko golpeó sus pestañas en él sparring por más tiempo y coraje para decir su pequeño secreto sucio.
Amni lentamente le hizo otra bebida. Ãl se encogió ante el impulso de sacudirla arriba y encerrarla en su habitación para pasar la noche. Cuando volvió a mirar hacia arriba y le entregó la bebida... la primera estaba vacÃa. Empezó a apretarla, pero alguien en el otro extremo de la barra llamó. Con un gruñido agitado, se alejó.
Kyoko lo observó mientras trabajaba. Amni estaba en lo correcto... si no podÃa decirle, entonces, ¿a quién podÃa contar? En toda la ciudad, era la única con quien podÃa hablar libremente... la única a la que llamarÃa una amiga. Ella sintió que sus ojos se le llenaban de agua y se preguntó si serÃa lo que ellos llamaban un borracho llorando.
"¡No!" Ella se regañó y levantó la bebida en una tostada. -Aquà está la pérdida de la virginidad. Ella lo giró y no se detuvo hasta que el vaso volvió a estar vacÃo.
Ser un vampiro tenÃa muchas ventajas y una buena audición era una de ellas. Amni empujó las bebidas mezcladas delante de la muchedumbre ruidosa pero sus ojos anchos estaban en Kyoko mientras que la miró abajo de su bebida como si la ahorrarÃa. "¡Pierde qué!" Prácticamente voló hasta su extremo del bar y la estaba mirando fijamente cuando abrió los ojos.
Kyoko se estremeció al ver a Amni tan cerca tan de repente, luego sus labios se separaron cuando ella se dio cuenta... "¿Me escuchaste?" Ella tragó saliva tratando de superar la sensación de quemazón que le quedaba del alcohol yendo tan rápido por su garganta. En el momento en que recuperó el aliento, Kyoko podÃa sentir la bebida empezar a trabajar su magia.
"Otra, por favor." Ella empujó el vaso hacia él ignorando el elefante gigante en la habitación que ahora estaba sentada entre ellos.
La ira repentina que atravesó Amni fue templada por el dolor. Sus ojos azules se convirtieron en una sombra más oscura. Sus manos temblaron mientras él fijaba OTRA bebida para ella. No tenÃa el efecto calmante que esperaba.
"SÃ, te oÃ... este no es el lugar para que te emborraches y cállate. Sigue bebiendo esos tés helados esta noche y estarás en el callejón cantando la llave mientras un hombre sin rostro... "
Los ojos esmeralda de Kyoko brillaron desafiante, "Parece divertido... mantenerlos venir".
Amni hizo una mueca. "Oh, eso es bajo."
Kyoko sonrió a Amni sobre