Vampiro Géminis. Amy Blankenship
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"Vas a tener que hacerlo mejor que ese pequeño hermano", dijo Kyoko al teléfono.
HabÃa salido de casa para mantenerlos a salvo. No habÃa manera de evitarlo. Desde que era pequeña, habÃa sido consciente de los demonios en el mundo... pero eso no significaba que ella querÃa que su hermano pequeño conociera a los monstruos de las pelÃculas en las que real y esperando en la oscuridad. Era como si ella fuera la única que pudiera verlos caminando entre los inocentes... alimentándose de ellos.
Los demonios generalmente parecÃan personas normales hasta que tuvieron a su vÃctima sola. Los demonios dentro de la ciudad se estaban multiplicando a un ritmo peligrosamente rápido y ella estaba teniendo problemas para mantenerse al dÃa y ayudar incluso a las probabilidades de los seres humanos. De hecho... se sentÃa como si estuviera perdiendo la guerra.
Aquellos seres humanos que estaba tratando de proteger habÃan dado al mal un nombre a través de libros y pelÃculas... vampiros. Era sólo un nombre aunque... vampiro, demonio, para ella era lo mismo. Se encogió de hombros. Con ella era casi como un espejo de dos vÃas, porque aunque podÃa detectar a los vampiros... también sabÃan cuando entró en una habitación llena de gente. Ella no pensaba que pudieran detectar su poder... eso no era lo que parecÃa atraerlos a ella... era más como una campana de cena con ella como el plato principal.
Incluso habÃa acudido al médico una vez para ver si tenÃa un extraño tipo de sangre... pensando que eso les atraÃa. Pero el médico sólo le habÃa dado un saludable certificado. Lo que le dio escalofrÃos fue que cuando ella salÃa de la oficina, el médico la habÃa detenido y le habÃa pedido que donara sangre. Torcido... era sólo retorcido.
Por alguna razón, los vampiros siempre estaban atraÃdos por ella y tendrÃa que luchar contra ellos. Tal vez el médico no habÃa estado buscando lo correcto. Una triste expresión se deslizó por su cara sabiendo que era por eso que tenÃa que permanecer sola. Ella habÃa puesto a su familia y amigos en peligro demasiadas veces para vivir cerca de ellos. La última vez que uno habÃa seguido su casa. Era difÃcil mantener su secreto sin tener un demonio en el patio delantero.
Su abuelo fue el que la habÃa llevado a esta vida, asà que fue él quien le habÃa hecho la única pregunta que la atormentaba. ¿Cómo era el sentido del vampiro cuando estaba cerca y por qué siempre la buscaban en un lugar lleno de cientos? Recordó que él le habÃa golpeado la barbilla mientras profundamente pensaba, pero la forma en que la miraba la hacÃa sentir como si estuviera guardando algo de ella.
-Lo investigaré y te haré saber si tengo una pista. -Todo lo habÃa dicho su abuelo.
Ella habÃa dejado de preguntar por qué tenÃa el poder de golpearlos y realmente lastimarlos... no era como si no pudieran sostener sus propias veces sin embargo. Ella habÃa cojeado en casa muchas veces para pensar que era indestructible. Pero ella sanó más rápido que cualquier persona que ella conocÃa y podrÃa tomar un duro golpe mejor que... bueno, ella no conocÃa a nadie que pudiera resistir lo que ella podrÃa... cualquier humano que es.
Ahora que tenÃa una distancia segura entre ella y todo lo que amaba... Kyoko tenÃa una razón para estar enojado y una razón para pelear. Ella los culpaba... de los demonios que la acosaban. La habÃan obligado a salir de casa y abandonar todo lo que se parecÃa a una vida normal. Ahora su familia se habÃa mudado a la casa del santuario. Por supuesto, los puso más cerca de Tasuki y eso la hizo sentirse mejor.
"No es tan malo", dijo en voz alta en la soledad de su apartamento. Al salir de la cama, se dirigió a la pequeña cocina y abrió la nevera. "Está bien... tal vez sea asà de malo", sonrió Kyoko al ver que todavÃa estaba vacÃa.
Sólo tendrÃa que ir a buscar a los vampiros esta noche y si tenÃan un fajo de dinero en efectivo en el bolsillo cuando los mató, entonces que asà sea... no era como si pudieran llevarlo al infierno con ellos. Cerrando la puerta se volvió hacia la única cosa que sabÃa que tenÃa mucho. -Gracias a Dios por el café.
Levantó la taza a sus labios sabiendo que iba a ser una larga noche.
*****
Hyakuhei estaba en la cama escuchando la voz de su hermano una vez más antes de que se desvaneciera. Esto se habÃa convertido en un hábito... aunque en su opinión, era mejor que estar cara a cara. Ellos escuchaban los pensamientos de los demás la mayorÃa de las noches por los pocos momentos que tomó para que el sol se pusiera... entonces el enlace se desvanecerÃa. En los últimos tiempos, las silenciosas conversaciones se habÃan vuelto cada vez más inquietantes.
Miró hacia arriba el toldo que cubrÃa su cama... viendo el regalo de su hermano. El espejo de las almas habÃa aparecido en su habitación hace más de un mes... ya lo habÃa visto antes. Era el único espejo que podÃa arrojar el reflejo de un vampiro. HabÃa sido la preciada posesión de su hermano.
Cuando habÃa llamado silenciosamente a Tadamichi, preguntando por qué se lo habÃa dado, su hermano le habÃa respondido: «Sólo quiero recordarle lo que es usted».
Ahora contemplaba su propio reflejo y sabÃa que habÃa otra razón para el regalo. Era una manera de ver a su hermano gemelo mientras se miraba a sà mismo. Hyakuhei se pasó el brazo por los ojos, rechazando la vista.
HabÃa pensado que Tadamichi estarÃa enojado cuando le dijera que estaba matando a los vampiros mestizos dentro de la ciudad por el simple hecho de que estaban en su camino... o en el lugar equivocado en el momento equivocado. El conocimiento ni siquiera habÃa perturbado a Tadamichi. Su hermano sólo le recordó que el poder de gobernar la ciudad humana y los demonios dentro de ella eran de ellos para la toma.
Tadamichi incluso habÃa confesado que le agradaba. De algún modo torcido... su hermano gemelo estaba contento de haber proporcionado entretenimiento para él... algo que matar... de nuevo recordándole lo que era. Hyakuhei volvió a mirar al espejo pensando en la manipulación. Ãl y su hermano no eran más que monstruos en todos los sentidos de la palabra y no necesitaba ser recordado de ello.
Una cosa que Hyakuhei notó en los últimos meses fue que cuando su hermano se convirtió en un vampiro, entonces ese vampiro convirtió a un vampiro, y asà sucesivamente, todo lo que creó fue un vampiro débil y necesitado que era codicioso y descuidado. Donde estaba puro sangre... sólo se alimentaba una vez al año y no dejaba evidencia. PodÃa sobrevivir sin nada si decidÃa hacerlo o incluso participar de la comida humana. Un vampiro de raza recién convertida se alimentaba todas las noches y generalmente sacrificaba su comida antes de que terminaran.
Un verdadero vampiro no hizo eso... un vampiro de sangre pura podrÃa seducir a los humanos en su esclavitud y luego alimentarse de ellos lo suficiente para saciar su sed antes de salir y tomar la memoria de él con ellos. Nadie era el más sabio. En otras palabras, cuanto más abajo la lÃnea el vampiro era de Tadamichi... más cerca estaban de ser una responsabilidad fea como la basura de la ciudad.
PodÃa sentir la necesidad de salir a la ciudad y formar parte de ella. No necesitaba que Tadamichi le recordara